Cambiar las reglas del empleo es necesario y urgente. Así lo afirman cinco expertos consultados por Valenciaplaza.com. Aunque cada uno se lleva la reforma a su terreno, la conclusión es unánime: hay que reinventar las fórmulas laborales para dejar atrás la recesión. Opinan Daniel Matoses, (CSIF), Jaume Mayor (CCOO), Rafael Montero (CIERVAL), Leopoldo Pons (COEV) y Lorenzo Serrano (IVIE)

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VALENCIA (J. FERRER / L. MASERES). No hay dudas, el mercado laboral necesita una reforma urgente. Valenciaplaza.com ha consultado a cinco expertos sobre la necesidad de llevar a cabo cambios laborales y todo asienten, hay que ponerlos en marcha. Imprescindible para unos o positivo para otros, todos se muestran de acuerdo en que es lo que el país necesita para salir de la rcesión.

Aunque no creen en los milagros, y menos con una tasa de paro del 20%, Daniel Matoses, presidente autonómico del sindicato  CSI-F; Jaume Mayor, secretario de Acción Sindical y Relaciones Laborales de CCOO PV; Rafael Montero, secretario general de Cierval; Leopoldo Pons, decano del Colegio Oficial de Economistas de Valencia y Lorenzo Serrano, investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y profesor de la Universitat de València (UV) , ven la reforma como un comienzo para salir de la crisis y devolverle al mercado la confianza que necesita.

Alcanzar una mayor flexibilidad en beneficio de los empresarios, o por el contrario,  impulsar la contratación a tiempo parcial y un mejor uso del contrato fijo discontinuo, con sus respectivas garantías para los trabajadores, son sólo dos de las propuestas.

Daniel Matoses, presidente autonómico CSI-F

-¿Cree necesaria una reforma laboral?

-Pienso que siempre puede ser positivo reformar para mejorar lo que se tiene.

-¿Qué cuestiones considera más urgentes o necesarias?

-Unificar los distintos tipos de contratos y establecer incentivos para crear empleo, estos son los ejes. Pero además, considero que la idea que ha de planear sobre cualquier reforma laboral debe centrarse en incentivar los sectores productivos. No se trata en ningún caso de buscar fórmulas para abaratar el despido, sino de impulsar la contratación. Si no existe contratación no tiene sentido hablar de despido. Para ello el Gobierno debe, entre otras medidas, reforzar sectores que tradicionalmente han generado puestos de trabajo, como la construcción, la industria textil, el automóvil, la agricultura, y buscar las medidas más adecuadas para fomentar el empleo en ellos.
Además, ha de buscar fomentar el consumo. En lugar de subir los impuestos, como está haciendo, debería impulsar ayudas a la compra de segunda vivienda, por ejemplo, para incrementar la venta de casas y propiciar una recuperación en el sector de la construcción.

-¿Cree que estos cambios repercutirían de inmediato en la creación de empleo?

-No necesariamente, y si lo hacen sería de una forma poco significativa al menos en el corto plazo. La creación de empleo va a depender de las medidas que se adopten para reactivar la economía. En la actualidad, el drama del desempleo no ha provocado problemas sociales más graves porque la población se mantiene gracias a la economía sumergida y la capacidad de ayuda de las familias. En España estos dos factores tienen un gran peso.
 

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Jaume Mayor, secretario de Acción Sindical y Relaciones Laborales de CCOO PV

-¿Cree necesaria una reforma laboral?

-Dos reformas, la fiscal y la de los mercados financieros son urgentes. En un contexto como el actual el objetivo prioritario es la lucha contra el desempleo. Aún así disminuir el déficit público también es una necesidad que no desdeñamos. Sin embargo, las medidas impulsadas por el Gobierno, de contención de gasto, son injustas y dificultaran la salida de la crisis económica. La reforma urgente por tanto, es la reforma fiscal que dote de mayores ingresos al Estado, haciendo que recaigan mayores esfuerzos sobre los que disponen de mayores rentas, y sobre las empresas que se beneficiaron del modelo anterior, incrementando por ejemplo el tipo máximo del IRPF, y recuperando el impuesto de patrimonio.

La reforma laboral, en función de su contenido y del nivel de consenso con el que se genere ,puede ser un instrumento útil para un objetivo mucho más ambicioso.

-¿Qué cuestiones considera más urgentes o necesarias?

-La reforma fundamental ha de ser la lucha contra la temporalidad. Desde la patronal al parecer se pretende luchar contra la temporalidad, minando los derechos del empleo indefinido actual. Sin embargo, se debe fomentar el empleo indefinido dotándolo también de contenido. Para ello hay que profundizar en la causalización de la contratación temporal, evitando el uso injustificado y el abuso constante de modelos contractuales de carácter temporal que han tenido un efecto nocivo sobre el mercado de trabajo y sobre el conjunto de la economía, presionando los salarios a la baja, fomentando la competitividad vía precios en lugar de hacerlo por la vía de la innovación, la calidad o la diferenciación del producto.

Esta política del pasado, en la que se pretende profundizar mediante el abaratamiento del despido, ha supuesto una desincentivación de las políticas de formación y fidelización de los trabajadores en las empresas y ha impulsado la expulsión del mercado de trabajo a millones de trabajadores.

Crear fórmulas que hagan frente a la necesidad de reducir la capacidad productiva por la vía de los expedientes de reducción de la jornada de trabajo, mejorando las posibilidades que legalmente nos ofrece la legislación española y dotándolo de los mecanismos de control sindical, sería sin duda una medida efectiva para ajustar las plantillas a las necesidades de las empresas sin tener que recurrir a la expulsión de los trabajadores de las empresas. Además, un impulso a la contratación a tiempo parcial y un mejor uso del contrato fijo discontinuo, con las necesarias garantías para los trabajadores permitirán también dotar de más estabilidad al conjunto de la población ocupada.

-¿Cree que estos cambios repercutirán de inmediato en la creación de empleo?

-Una reforma laboral por si misma no crea empleo. El problema fundamental para la creación de empleo es la falta de demanda. Por tanto, es necesario en primer lugar mantener las inversiones publicas que sí son generadoras directas de empleo. Y en segundo lugar mantener el poder adquisitivo de los salarios, y de las pensiones.

Cualquier medida en sentido contrario tendrá repercusiones negativas en el consumo y esto va a suponer un freno más al crecimiento económico. Los resultados que se deriven de la reforma laboral que proponemos, en el momento en que aparezcan signos de recuperación económica, pueden contribuir a sentar las bases de un nuevo modelo de crecimiento, donde se prime la inversión frente a la especulación.

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Rafael Montero, secretario general de Cierval

-¿Cree necesaria una reforma laboral?

-Sí, es absolutamente imprescindible. Sobre todo en una situación como la actual y con la recesión que tiene España. Algunos países han incrementado su tasa de paro, pero nosotros la hemos doblado y el desempleo es insostenible.

-¿Qué cuestiones considera más urgentes o necesarias?

-En general una mayor flexibilidad en el mercado laboral. Es básico, en momentos difíciles como estos. Todo el funcionamiento debería ser mucho más flexible en beneficio de las empresas y para no crear tantos traumas.

-¿Cree que estos cambios repercutirán de inmediato en la creación de empleo?

-Para la creación de empleo influyen muchas circunstancias, no sólo una reforma laboral. Sin embargo, y mejor todavía, si dicha reforma viene de un pacto, generaría confianza en los mercados de inversión.

Solamente una reforma no es suficiente para solucionar los problemas que tenemos, pero si ésta se lleva a cabo, las condiciones del mercado mejorarían en general.

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Leopoldo Pons, decano del Colegio Oficial de Economistas de Valencia

-¿Cree necesaria una reforma laboral?

-Rotundamente sí, de hecho es la clave de la salida de la crisis española.

-¿Qué cuestiones considera más urgentes o necesarias?

-Caminar hacia el contrato único como base para acabar con la precariedad del mercado de trabajo español; establecer una relación directa entre retribución y productividad en las bases contractuales especialmente en las PYMES; cambiar el modelo de subsidio por desempleo e indemnización por despido, buscando soluciones mixtas, tipo Austria/Alemania/Dinamarca y cambiar del sistema de pensiones ligando las retribuciones contributivas al valor capital aportado.

-¿Cree que estos cambios repercutirán de inmediato en la creación de empleo?

-Sin duda, pues más del 30% del empleo en España lo generan las microempresas (menos de diez trabajadores) y existen más de tres millones de autónomos, empleadores en potencia y, éstos agentes, son extremadamente sensibles a la percepción del riesgo en la contratación.

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Lorenzo Serrano, investigador del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y profesor de la Universitat de València (UV).

-¿Cree que es necesaria una reforma laboral?

-La reforma laboral es necesaria. Lo era ya antes como ha evidenciado el mal funcionamiento de nuestro mercado de trabajo durante esta crisis, con una tasa de paro que ha alcanzado el 20%. Y resulta aún más urgente con los problemas añadidos de pobres perspectivas de crecimiento, falta de credibilidad de nuestra política fiscal y dudas respecto a la sostenibilidad de nuestra deuda.

-¿Qué cuestiones considera más urgentes o necesarias?

Los aspectos básicos son, por una parte, aproximar las indemnizaciones por despido en los nuevos contratos indefinidos, muy elevadas en el caso español, a los niveles del resto de países europeos. Esto impulsaría la contratación, reduciría la temporalidad y estimularía las mejoras de productividad.

Por otra, modificar la negociación colectiva para hacerla más flexible, de modo que los salarios y otros aspectos negociados se ajusten más a las condiciones particulares de cada empresa, como la productividad de cada una de ellas. Esto impulsaría el aumento del empleo y evitaría nuevos despidos.

-¿Cree que crearía empleo de inmediato?

Tampoco cabe esperar milagros inmediatos. Estas reformas solo tendrán todos sus efectos positivos a medio y largo plazo. Pero si no se acometen es difícil vislumbrar una salida rápida y vigorosa de la crisis en España. También serían beneficiosas a corto plazo. Al reducir la incertidumbre favorecen que los empresarios se arriesguen a contratar.

Mientras la reforma no se concrete es lógico que los empresarios vayan retrasando las posibles contrataciones. Además, la simple mejora de las perspectivas de crecimiento futuro de la economía reforzaría la confianza y la credibilidad en nuestra economía y en la sostenibilidad de nuestra deuda. Eso impulsaría la demanda y facilitaría la financiación de nuestra endeudada economía a tipos de interés bajos.