BARCELONA (VP/EP). El presidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra, liderará solo unos meses la entidad producto de la fusión entre Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, ya que no prevé prolongar su mandato más allá del periodo transitorio, que la nueva caja prevé reducir al mínimo, celebrando elecciones a los órganos de gobierno en noviembre, informaron a Europa Press fuentes financieras.
Las asambleas de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa aprobaron hoy el proceso de fusión entre las tres entidades, que pide 1.250 millones de euros al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y que será una realidad el 1 de julio. Catalunya y Tarragona dieron el visto bueno por unanimidad, mientras que en Caixa Manresa hubo una abstención, la del representante del Consejo Comarcal del Baix Penedès.
Serra afirmó que la nueva entidad es fruto de una respuesta a la situación actual y de retorno a los orígenes de la actividad bancaria tradicional, pero que se trata de una "nueva caja" que no puede "perder el tiempo" y debe definir su nueva estructura lo antes posible. Se mostró orgulloso de ser el presidente transitorio, pero argumentó su decisión de no optar a la presidencia de la caja unificada porque "no sería el mensaje adecuado" si se opta por la continuidad cuando se está impulsando una entidad nueva.
El director general transitorio, Adolf Todó, explicó que el organigrama provisional se conocerá en "dos o tres días", y que surgirá del "mejor talento y experiencia de cada entidad".
Será la cuarta caja de ahorros en España por volumen de activos consolidados (81.020 millones de euros), créditos a clientes (62.088 millones) y recursos de clientes gestionados (70.009 millones). Contará con una red de 1.215 oficinas y 7.600 empleados, tras realizar un recorte de 395 sucursales y 1.300 empleados pactado con los sindicatos.
Pese al apoyo a la fusión, los sindicatos de Caixa Catalunya votaron en contra de la gestión de la entidad. En este sentido, el sindicato Csica-Catalunya señaló en un comunicado que la renuncia de Serra a presidir la nueva entidad es "oportuna y necesaria", y consideró que el actual consejo de administración de Caixa Catalunya ha sido "uno de los peores y más incompetentes" de la historia de la entidad.
Con la renovación de los órganos de gobierno en noviembre, la caja fusionada pretende acortar al máximo el periodo de transición, que la normativa prevé de hasta dos años. Este plazo sí que prevé ser completado por Unnim, la otra fusión que aprueban también hoy en asamblea Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu. Con estas dos fusiones, el mapa de cajas catalán pasará de contar con diez entidades a seis.
La única caja que queda fuera del ámbito de la reestructuración del sistema es La Caixa, que no necesita socios para afrontar la coyuntura, aunque en el sector se la ve en el papel 'salvadora' para absorber a alguna caja pequeña que se encuentre en problemas.
Caixa Penedès, Laietana y Girona están de momento 'solteras', pese al interés de las dos primeras por sumarse a algún proyecto de integración. Caixa Girona apuesta por continuar en solitario.
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