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VALENCIA. "A ti lo único que te falta es ser 100% valenciano", le dijo Vicente Boluda a Enric Morera en un momento ya distendido del encuentro que mantuvo hace unas semanas el entonces candidato de Compromís con la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), el selecto lobby empresarial que preside el naviero. "¡Pero si yo soy del Valencia CF y tu del Real Madrid!", le contestó Morera.

El chascarrillo, que se pudo escuchar ayer en un corrillo de los muchos que se formaron antes de que los invitados a la entrega de los Premios Pepe Miquel que otorga la Confederación de Cooperativas se sentaran a la mesa, puede ilustrar la cantidad de tópicos que aún perviven en la sociedad valenciana. 

Morera acudió a esta cita anual de la economía social y presumió de cooperativista: es socio de cuatro: una eléctrica, una de ahorros, una de consumo y otra agraria. No fue el único político presente: Cristina Moreno o Francisco Toledo, diputados autonómicos del PSOE, también estuvieron presentes.

La parte institucional la lideró Juan Cotino, flamante nuevo presidente de Les Corts. Compartió mesa con Vicent Diego, presidente de la Confederación de Cooperativas de la Comunitat Valenciana. Separados por un comensal y por un abismo en su manera de vivir las creencias religiosas que comparten.

Una mesa presidencial que tuvo una ausencia de la que ya hace tiempo nadie se extraña. Pese a que lo había anunciado, Gerardo Camps, de cuya consellería depende la economía social, no asistió. No pudo por tanto escuchar la petición del sector de que se desarrolle la Ley de Economía Social en la Comunitat, la creación de una Dirección General específica para la Economía Social, y la elaboración de un Plan Estratégico para el Consejo Valenciano del Cooperativismo, que oriente su actuación.

Reivindicaciones que, seguramente, deberá atender otro conseller, ya que posiblemente estas competencias vayan con Trabajo a la nueva macrocosellería de Educación, Empleo y Formación.

Un encuentro que, en todo caso, rompe rancias teorías permitiendo ver en animado debate a cooperativistas, emprendedores o agricultores de filiaciones muy distintas (y en su día utilizadas en el debate político de forma descarada) pero unidos por la crisis económica.