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VA LENCIA (VP).El consultor empresarial Emilio Duró define la clave que debe guiar el futuro de los departamentos de recursos humanos: el coeficiente optimista. Según el conocido como nuevo 'gurú de la felicidad' el optimismo es la característica que distingue a los grandes líderes de éxito, porque según la teoría de cuerdas de la física cuántica, el pensamiento y la actitud ante los hechos incrementa las probabilidades de que ese hecho ocurra. Por tanto, según Duró, "el pensamiento positivo atrae la suerte".

Duró llenó de esperanza la Sala Magistral del Palacio de las Artes Reina Sofía de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia durante su conferencia 'Felicidad y Empresa: Una nueva forma de liderar' que patrocinó Valenciaplaza.com junto a Intelema Recursos Humanos Inteligentes. Su discurso destacó que la motivación es la clave del éxito tanto en el ámbito personal como en el profesional.

Asegura que la NASA busca el coeficiente optimista en sus trabajadores. "Imagínense como debe de ser un viaje hasta la estación MIR con un tío pesimista". Y aclara que "las cosas son mucho más sencillas de lo que se cree". De hecho, afirma que basta con mirar la cara a una persona, para saber como es, por lo que no debe complicarse tanto la tarea de un gestor de recursos humanos y aconseja dejarse guiar más por la intuición. "El que tiene cara de enfadado es porque tiene mal crácter, el que tiene cara de mala persona, seguramente lo será".

En esta ocasión, Emilio Duró, que se ha hecho popular por dinamizar sus intervenciones públicas con grandes dosis de humor y naturalidad, insistió en que "para tener éxito hay que ser optimista. La alegría, la energía, la pasión, se contagian, y constituyen el secreto de la auténtica felicidad. Hay que poner vida, con mayúsculas, a los años, y no años a la vida". Según Duró, las cosas tienen que cambiar. "Nos han impuesto un inadecuado modelo del éxito. Estamos creando paranoicos que compiten por todo. Tenemos que cambiar los valores. Estamos perdiendo el Norte dirigidos por personas que se excitan con un balance contable...".

El ejecutivo habló también de la dificultad de adaptación de las personas a partir de la edad madura. Dado que la esperanza de vida se ha incrementado exponencialmente en tan solo el último siglo, el cuerpo y el cerebro no han corregido el calendario fisiológico. Por tanto, incide en que nuestros instintos están preparados para sobrevivir hasta los 35 años "cuando se es fuerte y enérgico", pero no para vivir una vida de 90 años. Por ello destaca la importancia de los estudios sobre la felicidad: "cuando el cuerpo entra en decadencia hay que saber vivir de manera que seamos felices, por ello hay que saber conservar un cuerpo sano y guiarnos más por el corazón, puesto que el uso de la razón es sólo útil para sobrevivir, como hacían nuestros antepasados, ante osos y leones".

En este contexto, el leridano de padres agricultores explicó que un gran futuro profesional no suele ser sinónimo de una gran felicidad, una emoción que se desarrolla desde los primeros años de edad. Sin embargo, recuerda que las personas luchan por prosperar en trabajos que finalmente, los apartan de sus familias y les hacen infelices. Con todo, incide en que la felicidad reside en el afecto y el amor, elementos que proporciona la familia de la que los altos ejecutivos se separan con sus continuos viajes. "Cuando vas a ver un cliente o socio te pones guapo, el traje de chaqueta, mientras que en casa, con tu mujer, vas sucio, feo y en chándal. Si haces eso es porque a quien quieres es a tus clientes, porque para ellos te pones guapo". Con el mismo tono humorístico sentenciaba que "si un sábado por la noche estás pensando en tu jefe y en tu trabajo, es porque estás enamorado de él, no de tu mujer".

Sobre la felicidad desmiente que las situaciones difíciles hagan crecer a la persona o al líder. Afirma que los niños siguen siendo felices "porque no cuentan con el peso de las experiencias de la vida". Según Duró, "la felicidad está basada en una mala memoria que nos haga olvidar las malas experiencias y una buena salud".

Durante la conferencia, que duró alrededor de una hora y media, el empresario comentó que "sólo el 3% de las personas es feliz cuando se levanta por la mañana".

El ponente comentó que la genética y el aprendizaje juegan un papel protagonista en el futuro de las personas y que incluso las relaciones personales pueden afectar a un empresario con grandes dotes. Duró matizó que el egocentrismo, "el sentirnos únicos y diferentes en este mundo", no lleva a ninguna parte "porque históricamente nos debemos a una selección humana que determina quiénes están por encima de los otros". Este asesor de numerosas empresas nacionales e internacionales aseguró que el éxito en la elección de personal viene dado por la motivación de los candidatos y no estrictamente por su currículum y experiencia.

Emilio Duró Pamies es licenciado en Ciencias Económicas por la Universitat Autónoma de Barcelona y tiene un máster en Administración de Empresas por ESADE. Ha sido profesor colaborador de distintas Universidades (La Fundación Universidad-Empresa de la Universidad de Navarra, Pompeu Fabra, Escuela de Negocios Caixanova e INEDE). Es consejero externo de Riofisa y Adolfo Domínguez. En la actualidad y desde hace más de 20 años, trabaja como consultor y formador en empresas nacionales y multinacionales.