VALENCIA. El final de ciclo se acerca. Este es el sentir de las bases del Partido Popular en Alicante afines al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y que, a buen seguro, también resume el estado en el que se encuentra el jefe del Consell y líder del PPCV.
Esta tarde se conocerá si José Joaquín Ripoll, presidente del PP provincial de Alicante y cercano a Eduardo Zaplana, optará a volver a presidir la Diputación. Ripoll, gran ‘escapista', nunca lo había tenido tan negro. ¿Volverá a ejercer de prestidigitador político y salvar una situación que se antoja irreversible? Ayer jugó sus bazas ante la dirección regional apelando, incluso, a un órdago en la Diputación.
La jugada consistiría en que cinco diputados de su cuerda apoyaran la investidura del socialista Alejandro Soler, lo que pondría la Diputación en manos del PSPV. La maniobra resulta posible ya que Ripoll podría lograr ese número a través de los partidos judiciales de Alcoy, Medio Vinalopó y Villena. Las fuentes del partido consultadas creen que no se llegará a una situación "tan extrema". Pese a que esta posibilidad flota en el ambiente, la dirección regional no está dispuesta a entregar la presidencia de la Diputación a Ripoll y los afines al presidente Camps en Alicante se han plantado también y no cederán. A lo sumo, están dispuestos a otorgar algún puesto a los afines del líder provincial.
El dirigente alicantino apura también las opciones de negociación con Génova, aunque las fuentes consultadas por este diario creen que esta vez la apelación de Ripoll resultará "infructuosa". "Antes de las elecciones la situación era una, y ahora es otra muy distinta. En Madrid se lavarán las manos y sólo exigirán que no se produzcan escisiones", predijo un parlamentario alicantino. Esa sería otra opción a la desesperada de Ripoll, quien no parece dispuesto a conformarse con un puesto de diputado nacional o senador.
Las horas caen como losas y esta tarde a las 18 horas Ripoll debe presentar una lista que supere el 30% de los avales en L'Alacantí para poder ser diputado provincial y mantener así intactas sus opciones de presidir la corporación provincial. Sin embargo, la lista confeccionada por los afines a Camps reúne el 75% de los concejales. Sólo cabe esperar una salida consensuada o que el as en la manga del presidente provincial surta efecto.
Tras más de un lustro de conflicto soterrado -aunque a veces en campo abierto-, Camps se prepara para lanzar su estocada política final al último reducto de su predecesor. Y ello justo antes de su investidura como presidente de la Generalitat por tercera vez consecutiva. Un día redondo... si es que el órdago de Ripoll no lo estropea.
Ripoll, quien venció el congreso provincial de 2008 por cinco votos con la dirección regional en contra, ha peleado con uñas y dientes por mantenerse. En los últimos años, ha sido de los pocos que se ha atrevido a replicar decisiones de la calle Quart o del propio Palau de la Generalitat. El líder del PP provincial de Alicante no es de los que sacó las manos para aplaudir a todas horas ni de los que se cambió de chaqueta. ‘Morirá' con las botas puestas.
Pero hoy todo apunta a la victoria -veremos a qué precio- de Camps. Quedarán atrás las peleas, incluso a golpes, como sucedió en Elche durante la elección de compromisarios para el congreso regional allá por 2004, y comenzará en Alicante, según aseguran las fuentes del PP afines al president de la Generalitat, el trasvase de zaplanistas confesos a campistas conversos.
FACTORES EN CONTRA DE RIPOLL
Pese a que siempre ha conseguido salvar situaciones difíciles, en esta ocasión un conjunto de circunstancias se han alineado contra el presidente del PP provincial. La caída de poblaciones donde los candidatos eran afines a él como Orihuela, Villena o Alcoy; su implicación en el caso Brugal; la escisión en Benidorm a cargo de una de sus lugartenientes Gema Amor; formaciones surgidas de cercanos a la dirección provincial en diversos municipios para enfrentarse a candidatos de la cuerda campista, la victoria inapelable de Sonia Castedo en Alicante, y, la más importante, la dificultad para Génova -dirección nacional del PP- para echarle un capote ante el procedimiento abierto.
Todo ello ha llevado a Ripoll al borde del abismo. Ayer, uno de los concejales que incorporaba en su lista como suplente en L'Alacantí se desvinculó públicamente de la candidatura. La posibilidad de alcanzar los avales para su lista se diluyen. El barco empieza a hundirse ante los cañonazos del navío regional del PPCV, y al capitán sólo le queda negociar por sus fieles o tratar de conseguir que su última acción desesperada le permita remontar la batalla.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.