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VALENCIA. La junta de accionistas de Grupo Sos aprobará hoy la venta de su división de arroz a Ebro Foods. Una operación que, al margen de las consecuencias de reordenación del sector agroalimentario español, supondrá la desaparición de la marca como nombre de una empresa. El hasta ahora Grupo Sos pasará a denominarse Deoleo, concentrado como está en el sector del aceite, con Koipe como marcarón de proa.

La marca Sos, una de las más reputadas del mercado español del arroz, seguirá en el mercado. Es un activo que sus nuevos propietarios, que cerraron la compra de la división el pasado 1 de abril por 205 millones de eruos, no desaprovecharán.

Sos, escrito en minúsculas y no como la señal internacional de socorro, es una marca herencia de una época ya remota. A primeros del siglo pasado, los molinos de arroz descascarillaban el grano y lo vendían a peso o en sacos. Eran negocios de granel. Se recogían las cosechas de la zona, las comarcas de la Ribera y el lago de L'Albufera, se manipulaban lo justo y de ahí, a los comercios y a la paella.

José Sos Borrás (1870-1919) cambió esa tendencia. Su empresa, Sos, fue la primera que, sobre 1912, empezó a empaquetar el arroz en paquetes de kilo y le estampó, primero en los saquitos, después en los paquetes de cartón, el apellido del dueño de la empresa.

Y empezó a hacer publicidad, que se podía ver en la prensa o en los tranvías de Barcelona. Nacía así una marca que ha sobrevivido como razón social, tanto a las sucesiones familiares (ya prácticamente testimoniales en los últimos consejos de administración) así como de sucesivos rebautizos: Sos Arana (con la entrada de los Salazar) o Sos Cuétara (con la compra de la galletera).

En plena batalla del marquismo frente a las enseñas de la distribución, comprobar que, hace casi cien años, una empresa valenciana supo ver las posibilidades de bautizar a un producto tan popular como el arroz es un hecho relevante.

Esa fue la fuerza de la compañía durante todos los años en el mercado, llegando en España a tener el 25% de la cuota de mercado. Ahora, bajo el paraguas de Ebro Foods, Sos seguirá vendiendo el apellido de su fundador como garantía de calidad.