VALENCIA (VP). Vuelve Steve Jobs y lo hace con una firme declaración de intenciones: la nube (los servicios en la red) como próximo centro de la vida digital. Ello, a su vez, responde a una estrategia 'appleliana' superior, la de integrar todos los dispositivos de la marca entre sí. Se trata, pues, de una maniobra más ya conocida en el gigante tecnológico: fidelizar al cliente.
Millones de aficionados a la firma de la manzana siguieron este lunes por las restransmisiones online del evento, la 'World Wide Developers Congress 2011'. El consejero delegado de Apple volvió a subirse al escenario del Moscone West, en San Francisco, para protagonizar el acto central de la Conferencia Mundial de Desarrolladores de la firma, en el que mostró las nuevas versiones de sus sistemas operativos, tanto para sus ordenadores (Lion) como para sus dispositivos móviles (iOS 5, para iPhone, iPad e iPod Touch), y el anticipado y esperado iCloud, la versión de la nube de la compañía californiana.
Hace cinco años, Apple revolucionó el mercado de los dispositivos móviles con un teléfono que pronto se convirtió en el modelo a seguir por el resto de desarrolladores. El iPhone no solo explotaba las posibilidades de la pantalla (multi)táctil con un hardware innovador. Además, su software, el iOS, ofrecía una experiencia de usuario tan atractiva que logró atrapar al cliente en la red de la manzana hasta motivarlo a adquirir otros productos de mayor precio de la marca, ordenadores, lo que siempre había fabricado Apple y cuyo precio frenaba a muchos de los que hoy se confiesan fieles 'fanboys'.
Cinco años más tarde, ese sistema operativo se ve amenazado por otros operadores que han hecho sus deberes: el Android de Google, y el Windows Phone 7 de Microsoft. El iOS 5 no es más que una ligera ampliación de posibilidades a las ya comunes en el dispositivo, pero junto al nuevo sistema de sincronización y almacenamiento en la nube, el iCloud, Apple logra crear un ecosistema entre sus dispositivos casi perfecto.
La idea de iCloud es sencilla: el contenido se almacena en la red y desde allí se sirve a los dispositivos. Las propias aplicaciones recogerán los datos que necesiten directamente. En la nueva herramienta, el usuario podrá almacenar documentos, música, fotos, aplicaciones y hasta una copia de seguridad del sistema, todo disponibles vía aire (WiFi y 3G, depende de cada servicio) desde cualquier equipo Mac e incluso PC.
En la keynote o presentación, Jobs ha dejado caer cifras demoledoras. iOS es el sistema operativo móvil más usado en el mundo. Está presente en más de 200 millones de dispositivos, 25 millones son iPads. De las 425.000 aplicaciones existentes en el App Store (la tienda de programas o aplicaciones de Apple), 90.000 han sido diseñadas específicamente para el iPad.
La integración con la nube es la herramienta imprescindible para crear el ecosistema y armonización entre los distintos dispositivos que el usuario de Apple (recordemos que es una marca que no sólo tiene clientes, también tiene fans) tiene en su haber, como el iPhone, el iPad, un MacBook y posiblemente un iMac. Si Jobs dijo que el iPad es el ordenador para todo el mundo, necesita independizarse del ordenador y portátil en su gestión de contenidos, y esa vía pasa por eludir la necesidad de sincronizar los contenidos por cable físico. La sincronización de contenidos con el nuevo iCloud es la solución presentada. Esto no sólo marca el punto de no retorno y el empujón definitivo a los tablet más populares, además, la facilidad de sincronización entre los distintos dispositivos Apple supone un punto a favor en la intención de Apple de 'atrapar' a sus usuarios en un ecosistema estable y agradable.
El hecho de que este sistema sea gratuito ha sido acogido con regocijo entre los aficionados a la marca, acostumbrados a pagar hasta los 112 euros anuales que cuesta el actual sistema de sincronización de Apple, MobileMe, que ya permitía un par de posibilidades de las que ahora integra el nuevo iCloud. No se trata de la caridad de Jobs el ofrecer el sistema gratuito. Más bien responde a la estrategia por facilitar la integración del ecosistema cerrado Apple.
El nuevo iOS incluye además el nuevo iMessage, un sistema de mensajería gratuita (similar a los SMS sobre la red de 3G y wifi) sólo entre iPhones para competir con WhatsApp y similares aplicaciones. Buen movimiento aunque RIM siempre tuvo un sistema similar, el Blackberry Messenger, que la compañía contempla abrir a otros sistemas operativos (los usuarios de Blackberry tienen derecho a relacionarse con usuarios de otros dispositivos, e igual con Apple).
El software permite sincronización vía wifi con iTunes. Elimina la necesidad de enchufar el dispositivo para sincronizar. Además, el nuevo AirPlay Mirroring permite visualizar de forma inalámbrica cualquier actividad que el usuario haga en su iPad 2 directamente en la pantalla de un TV HD, a través del Apple TV. En resumen, el ecosistema perfecto.
Por lo demás, después de la demanda casi unánime por parte de todos los 'iphoneros', el sistema integra notificaciones. De forma similar a Android, los avisos se integran en un centro de notificaciones (Notification Center) que se puede mostrar arrastrando la barra superior hacia abajo.
Otra gran novedad del nuevo iOS es la integración con Twitter en todo el sistema. Jobs ha confiado en el abismal poder de Twitter como aliado de su plataforma. La aplicación de la cámara, los artículos desde el navegador predeterminado Safari, los videos de YouTube, los contactos o la geoposición desde los mapas son algunas de las nuevas posibilidades de unión con la red social de los 140 caracteres. No en vano, la telefonía móvil ha sido la gran difusora de la comunicación por la popular red.
Mejoras en el sistema de correo electrónico, nueva funcionalidad de recordatorios para los más atareados y la mejora de la aplicación de la cámara son otras implementaciones entre un compendio de 200 características nuevas para no perder comba frente a la competencia.
Yo ya creo en Apple por via del asombro y la sorpresa. A los 88 años tengo la ventaja de que puedo comparar mejor el antes con el ahora.
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