VALENCIA. Vicente Cotino no ha logrado evitar los problemas financieros que le llevaron a vender Sedesa a Ezentis. Asedes Capital, patrimonial de Cotino, y Ezentis Infraestructuras, la sociedad integrada en el grupo presidido por Mario Armero en la que se volcó el negocio de Sedesa (excepto el inmobiliario), han solicitado al juzgado acogerse al preconcurso de acreedores con el objetivo de renegociar sus deudas y permitir la continuidad del negocio, según informó este sábado la matriz, Grupo Ezentis, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Según esa comunicación, "ambas empresas se han visto afectadas por la falta de liquidez provocada por el descenso de la inversión tanto en obra pública como privada, los impagos de clientes y la restricción del crédito". El comunicado añade que "tras meses buscando fuentes de financiación y ante las dificultades encontradas, sus órganos de administración han decidido acogerse al artículo 5.3 de la Ley Concursal, que concede un plazo de hasta cuatro meses para negociar con los acreedores a fin de alcanzar una propuesta anticipada de convenio".
El grupo informa de que esta situación de preconcurso afecta únicamente al área de infraestructuras y que no compromete la rentabilidad y viabilidad del resto de los negocios, al gestionarse independientemente las sociedades.
Los problemas de Sedesa, y por tanto de Ezentis Infraestructuras, vienen de lejos. El grupo de la familia Cotino, se enfrentó a una grave crisis de financiación hace unos tres años. Entonces, la deuda acumulada le llevó a vender activos (incluido una participación en una empresa de parques eólicos o su parte en Astroc) y a refinanciar su deuda bancaria.
A la delicada situación financiera de Sedesa se unió un problema de imagen. Salpicada en la supuesta financiación irregular del Partido Popular de la Comunidad Valenciana en el caso Gürtel, según consta en el sumario que instruyó el juez de la Audiencia Nacional Antonio Pedreira, ahora asumido por el TSJCV, la marca Sedesa se convirtió en un problema para aumentar su negocio en su negocio principal: las licitaciones públicas.
Cotino optó entonces por buscar un comprador para la compañía. Tras varios meses de negociaciones, Sedesa y Ezentis hicieron público en junio del año pasado el acuerdo por el que la empresa que preside Mario Armero integrara en su grupo el 100% de Asedes Capital, la tenedora de acciones que controla más de cien sociedades propiedad de la familia Cotino, articuladas alrededor de Sedesa.
En el pacto incluyó todas las actividades nacionales e internacionales del grupo: la obra civil, la edificación, la conservación de infraestructuras e inmuebles, energías renovables y concesiones de distinta índole, incluidas residencias geriátricas. Sólo quedó fuera de la integración la división inmobiliaria. Esta rama de actividad conllevó un deterioro de más de 21 millones por depreciación de activos en las cuentas de Asedes, según la memoria de 2008, la última depositada.
Era una salida para Cotino, que percibió 30 millones de euros en acciones de Ezentis (el 11% del capital). Ahora aquella decisión se antoja como una huída hacia delante. La persistencia de los problemas del negocio de Sedesa se hizo patente en las cuentas del primer trimestre de este año de Ezentis. Multiplicó por más de dos sus pérdidas, un 135%, hasta cuatro millones de euros, "por el incremento de los gastos financieros tras la integración de Ezentis Infraestructuras realizada en junio de 2010".
"Sin incluir la adquisición de Ezentis Infraestructuras, los ingresos hubieran crecido un 11%, hasta los 47 millones de euros, mientras que el Ebitda también habría sido positivo, con 800.000 euros", destacó entonces Ezentis, que adelantaba que "uno de los principales objetivos para los próximos meses es fortalecer su balance y reducir su deuda mediante planes de financiación, nuevos recursos propios y la rotación de activos no estratégicos."
En este sentido, la compañía explicó que dentro de su plan financiero está negociando una nueva estructura de deuda que se está implementando a través de la conversión en acciones de obligaciones convertibles por un importe de 10,7 millones realizada en abril y el proceso de desinversión en activos no estratégicos puesto ya en marcha y alguna de las cuales está punto de culminar. Se da la circunstancia de que uno de esos "activos no estratégicos" era uno de los dos aviones privados que tenía Cotino a nombre de su patrimonial y que se hizo famoso por aparecer en el sumario de Gürtel.
El auditor de Ezentis mantiene una salvedad en su informe del año 2010 en la que pone en duda la viabilidad de la compañía por la imposibilidad de atender el coste financiero.
Lo que no entiendo es como Cotino invirtiíó en Astroc y vendió su empresa a Ezentis empresa que fue dirigida por ese gran financiero que es Tallada. Por cierto ¿se conocen los acreedores y entidades financieras a los que se debe dinero?
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