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VALENCIA. La crisis alimentaria alemana amenaza con desbaratar la campaña hortofrutícola española de los próximos meses pese a que los estudios que se hicieron públicos este martes descartan que los pepinos españoles sean el foco de la bacteria que se ha cobrado ya 14 víctimas en el estado de Hamburgo.
"El miedo se está instalando entre los consumidores europeos", aseguró Joan Mir, director general de Anecoop, la mayor exportadora española de frutas y hortalizas. La compañía, formada por coopertativas agrícolas de España, fundamentalmente valencianas, ha empezado a recibir cancelaciones de pedidos por parte de cadenas de supermercados y teme que se produzca un efecto en cadena que afecte a la mitad de su actividad en el exterior.
"Acabamos de recibir una cancelación de un pedido de melocotones por parte de una cadena de distribución austriaca, y otra nos anula uno de sandías", apuntó Mir como muestra de que el temor entre los consumidores y la distribución se ha extendido más allá de un producto concreto.
"Toda la producción española está bajo sospecha. Es algo que no había pasado nunca. Vendemos en toda Europa, en Suiza, en Italia, en Francia y el problema solo se da en Hamburgo", lamentó Mir, que insistió en que las medidas de control que tienen el sector en España permite saber hasta de qué campo procedían los pepinos. La partida de este producto, en todo caso, no lo comercializó Anecoop, según explicó el director general de la firma exportadora.
Alemania es el principal cliente de Anecoop en todo el mundo. A ese mercado se exportaron el año pasado más de 130.000 toneladas de frutas y hortalizas de todo tipo. Ese negocio está ahora en riesgo. Pero no se trata solo de Alemania. Varios países europeos han lanzado en los últimos días mensajes que introducen dudas sobre la seguridad de los productos españoles.
"La confianza del consumidor se va a resentir. Se ha declarado culpable de la crisis alimentaria alemana, la más grave que he conocido en Europa, a todo el sector hortofrutícola español sin dejarnos si quiera posibilidad de defendernos", lamentó Mir.
En esta época del año, la exportación agraria española está centrada en las hortalizas y en la fruta de verano. Estos productos suponen la mitad de la facturación anual de Anecoop, que en el último ejercicio se situó en 485,15 millones de euros. La Unión Europea concentra el 95% del negocio, con Alemania y Francia como principales clientes, muy por encima de el mercado interior, Suecia, Gran Bretaña, Italia, la República Checa, Polonia, Bélgica o Holanda.
"El impacto económico de esta crisis es complicado de valorar en estos momentos, más allá de la evidencia de las cancelaciones de pedidos o del hecho de que varias de nuestras cooperativas socias de Andalucía han parado de trabajar en los últimos días", explicó Mir.
El director de Anecoop en la necesidad de ir más allá de las posibles indemnizaciones que se exijan al Gobierno alemán como compensación por las pérdidas por haber "sobreactuado" y desatado una alarma entre los consumidores de consecuencias todavía imprevisibles.
RECLAMACIÓN DE FRUNET
Por otra parte, responsables de la cooperativa malagueña Frunet, señalada en principio por autoridades sanitarias alemanas como fuente de la infección por la bacteria intestinal "E.coli enterohemorrágica", viajarán mañana a Alemania, donde ofrecerán una rueda de prensa el viernes para "salvar su imagen".
Tras conocerse que los pepinos españoles no son el origen del foco infeccioso, el gerente de Frunet, Antonio Labao, ha explicado a Efe que acudirá a Alemania para defenderse "en el origen de las acusaciones".
Según Labao, el resultado de los análisis efectuados en Hamburgo confirma lo que decía su empresa "desde el principio, que el origen del brote no estaba en España".
Ha afirmado que desde el pasado viernes, su empresa "ha presionado" a las autoridades sanitarias germanas, a través del bufete de abogados que contrató en ese país, para que le enseñasen los supuestos análisis que determinaban que sus pepinos estaban infectados por la cepa virulenta del "E. coli" que ha originado más de una decena de muertos.
"No sé si nuestra presión ha tenido algo que ver, pero lo cierto es que hoy ha surgido esta noticia, que contradice lo señalado inicialmente por Alemania", ha añadido.
El gerente ha insistido en que era "un absurdo y muy extraño" culpar a España, "puesto que aquí nadie está contagiado"
Asimismo, ha precisado que el pasado fin de semana, una empresa alemana realizó un chequeo integral de la mercancía y las instalaciones de Frunet en Algarrobo (Málaga) y en más de veinte análisis "no apareció rastro de la bacteria".
Por ello, Labao no tiene ninguna duda de que los análisis que se están efectuando en el laboratorio de referencia español para este tipo de incidencias, situado en Lugo, también serán negativos.
El gerente ha asegurado que la cooperativa está estudiando con sus abogados la posibilidad de solicitar daños y perjuicios al Gobierno alemán, aunque "no todo se paga con dinero, porque lo que importa también es el daño moral".
"La gente no se puede hacer una idea del daño que se nos ha hecho, no se trata de algo simplemente económico, ya que ves caerse toda tu vida en 24 horas e irse por el retrete quince años de trabajo", ha argumentado.
"Más importante será que se desarrolle una campaña entre los ciudadanos para restaurar la confianza en los productos españoles", apuntó Mir. La campaña citrícola que empieza en septiembre ya está comercializándose, y los efectos sobre esta área de negocio pueden estar generándose ahora mismo.
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