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LISBOA (EFECOM). Pedro Passos Coelho, líder de la principal fuerza opositora lusa, el Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) y aspirante a primer ministro en los comicios del 5 de junio, insistió hoy en su rechazo a la conexión de alta velocidad (AVE) entre Lisboa y Madrid.

"No necesitamos el AVE. Podemos tener tecnología pendular que marcha entre 230 y 250 kilómetros hora, pero que cuesta de tres a cinco veces menos que el AVE y no tiene el mismo déficit de explotación todos los años", manifestó Passos Coelho en una feria a las afueras de Lisboa.

El dirigente conservador, considerado favorito a vencer las elecciones anticipadas del 5 de junio por un estrecho margen, tildó de "obstinado" al gobernante Partido Socialista (PS) de José Sócrates por querer avanzar con esta infraestructura y apostó por renegociar el proyecto con España y la Unión Europea (UE).

Con el dinero que se ahorrará en el AVE, explicó Passos Coelho, se podrán "mejorar" las conexiones ferroviarias y logísticas alrededor de los puertos "sin consumir más inversión pública".

"Me parece mucho mejor que esta cerrazón de llevar a Madrid una velocidad a un precio que nosotros no estamos dispuestos a soportar en el futuro", concluyó.

El PSD y los democristianos lusos, segunda y tercera fuerza política, respectivamente, se oponen al AVE por considerarlo un gasto excesivo para las arcas del país, que recientemente firmó un préstamo de 78.000 millones de euros con Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para salvarse de la bancarrota.

El PS de Sócrates, que ha gobernado los últimos seis años hasta que dimitió el pasado marzo por el rechazo parlamentario a su último plan de ajuste, es favorable al tren rápido por considerar que tiene positivas repercusiones en la economía y ventajosas condiciones de financiación.

El AVE Lisboa-Madrid, en la parte lusa, tiene adjudicado su tramo más largo de 170 kilómetros -entre Poceirao, a las afueras de Lisboa, y Caia, junto a la frontera española en Badajoz- al consorcio luso ELOS por un valor cercano a los 1.400 millones de euros, aunque las obras aún no han comenzado.

En cambio, el concurso del tramo más corto -50 kilómetros que transcurren desde Lisboa a Poceirao y que incluyen un puente sobre la desembocadura del Tajo- se mantiene suspendido desde el pasado año y todavía no se ha vuelto a convocar.