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VALENCIA.El fuerte endeudamiento de la Genralitat (la mayor de España respecto al PIB) es criticada por los tres partidos de la posición, mientras que el PP defiende que está dentro de los límites que le marca el Gobierno y que en los últimos tiempos ha crecido menos que en el resto de autonomía. En todo caso, Camps ha anunciado que los altos cargos tendrán un contrato programa y la Generalitat, un tope de gasto.

Sí apunta medidas para su control Compromís, apuesta renegociar los intereses que se pagan ahora por la deuda, por la austeridad y reducción de cargos públicos, la recuperación de servicios externalizados y la venta o alquiler de infraestructuras como L'Ágora, la Ciudad de la Luz o el Palau de les Arts para hacer caja. Esquerra Unida rechaza los grandes eventos y pide un sistema fiscal basado en la suficiencia financiera, progresividad, autonomía, solidaridad, equidad y eficiencia, recuperando fiscalmente los impuestos cedidos, fundamentalmente el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, eliminando las bonificaciones que impiden que tenga una capacidad de recaudación significativa, e incrementando los tipos marginales para las rentas más altas en el IRPF.

El PSPV-PSOE ha englobado su lucha contra la deuda en un Plan de Saneamiento que se aplicará tras una auditoría de las cuentas públicas. Al margen de la coincidencia en reducir el gasto superfluo, los socialistas han planteado un control parlamentario de la capacidad de endeudarse de la Generalitat. Sólo una mayoría cualificada de Les Corts podrán autorizar emisiones de deuda.