A pesar de los lógicos desmentidos de ambas entidades, la idea de una fusión entre ambas avanzaba ayer en Valencia y en el entorno de la Generalitat. Otras fuentes no descartaban que la fusión fuera con Caja Madrid si Murcia decía 'no'

-En la capital murciana también se barajan otras opciones de fusión con entidades de otros territorios

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VALENCIA PLAZA. El anuncio de una inesperada reunión del consejo de administración de la CAM para hoy martes por la tarde no pasó inadvertido en los círculos financieros de Valencia. De nada sirvieron los esforzados comunicados de la entidad alicantina señalando que la reunión es únicamente para informar a los consejeros del estado del sector de cajas de ahorro.

En realidad, lo que se estaba dirimiento ayer era la fusión de la entidad alicantina con Caja Murcia, una opción que se daba por segura hasta última hora de la tarde, pero que podría haberse frustrado por la s fuertes exigencias de la de Murcia, siempre reacia a ser absorbida por la alicantina y deseosa de imponer suw condiciones "de igual a igual", incluida la sede de la entidad resultante en Murcia.

La opción que en los mencionados círculos se barajaba hasta última hora era doble. Pero predominaba la de la alianza con Caja Murcia. Ambas entidades ya mantuvieron conversaciones para su fusión hace aproximadamente un año, unas negociaciones que no llegaron a buen término en tanto que la CAM siempre ha optado por mantener una posición de predominio y Caja Murcia por no perder su independencia. Un año después, la situación financiera ha cambiado y las fusiones se han convertido practicmente en una cuestión de Estado.

Con la misma o mayor fuerza se difundió la información sobre la fusión con Caja Madrid, respaldados por varios medios de la capital, unas informaciones que fueron cayendo como un jarro de agua fría en los círculos económicos, empresariales y financieros de la Comunidad Valenciana. "La CAM se diluiría como un azucarillo en el seno de Caja Madrid y se convertiría en una 'territorial' de la madrileña", señalaba un asesor financiero a este diario con evidentes aires de desánimo.

En todo caso, la fusión con Caja Murcia siempre sería más aceptable políticamente para los dirigentes financieros y empresariales alicantinos, así como para las fuerzas políticas de uno y otro signo e incluso para la Generalitat, muy debilitada políticamente a causa del ‘affaire Gurtel'. La CAM no perdería de esa forma su imagen de entidad fuerte y sólida como lo haría si quedara integrada en Caja Madrid.

"Pero si la fusión con Murcia fallase -afirman desde Alicante- sería sólo la primera opción. Siempre estará Caja Madrid esperándonos con los brazos abiertos". Sin embargo, y siempre que la fusión con Caja Murcia saliera adelante, algunos sectores financieros tanto de Alicante como de Valencia verían abrirse una leve puerta a la esperanza de una posterior fusión con Bancaja, creando la gran entidad financiera del Mediterráneo levantino que muchos sueñan, integrada por las cajas respectivas de Murcia, Alicante y Valencia.

La fusión de CAM con Caja Murcia no desbancaría a Bancaja del tercer puesto del ranking nacional de cajas por volumen de activos, en tanto que los del grupo valenciano ascienden a 110.000 millones y la suma de las otras dos apenas rozaría los 100.000.

La caja alicantina cerró el pasado año con un beneficio neto consolidado de 203,4 millones de euros; un volumen de activos de 75.532 millones; una tasa de morosidad del 4,53%; un 'core capital' del 9,1%; un ratio de eficiencia del 36,7%; mientras que el número de oficinas era de 1.007 y el número de empleados ascendía a 7.701.

Por su parte, Caja Murcia ganó 134,5 millones de euros; con un volumen de activos de 22.140 millones; una tasa de morosidad del 2,68%; un 'core capital' del 9,4%; un ratio de eficiencia del 39,3%; mientras que el número de oficinas alcanzaba las 413 y el de empleados 2.136.