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VALENCIA. El 'candidato' Francisco Camps inauguró ayer el 'rally' de reuniones programadas por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) con los candidatos a la presidencia de la Generalitat, una ronda que se completa hoy con un desayuno con Enric Morera, cabeza de lista de la coalición Compromís, y un almuerzo con el secretario general de los socialistas valencianos, Jorge Alarte. Fuera de la ronda queda la candidata de Esquerra Unida, Marga Sanz, ya que AVE ha optado por convocar a los partidos con grupo parlamentario propio, y los actuales diputados de EU están en el de ‘no adscritos'.

En la recta final de la campaña electoral, el selecto lobby empresarial presidido por Vicente Boluda quiere escuchar las propuestas de los candidatos en aquellos asuntos que más les afectan. Un examen al que, oficialmente, no ponen nota, pero al que los cabezas de cartel tratan de llegar preparados.

Camps llegó a la cita con un séquito de alto nivel: le acompañaban los vicepresidentes Gerardo Camps, conseller de Economía, Vicente Rambla, responsable de Industria, y el conseller de Solidaridad, Rafael Blasco. En la cartera, dos propuestas nuevas. La primera, que todos los altos cargos que formen parte del nuevo Consell, dijo Camps, "firmarán un contrato programa" que marcará los objetivos a cumplir. El segundo, que en cuanto tome posesión, fijará un "tope de gasto" de la Generalitat, vinculado a las expectativas de ingresos.

Dos promesas que no provocaron "ni frío ni calor" entre los asistentes, según las fuentes consultadas por ValenciaPlaza.com. Tampoco despertó un gran entusiasmo la falta de concreción en algunos aspectos concretos por los que fue preguntado durante en el almuerzo, que se celebró a puerta cerrada. El presidente de Mercadona, por ejemplo, le instó a posicionarse sobre el copago de la Seguridad Social, pero Camps en su respuesta no se comprometió en ningún sentido. Más cómodo se mostró cuando se le preguntó sobre el trasvase del Ebro, reiterando su voluntad de que sea realidad en el futuro. Pero cuando se le instó a pronunciarse sobre el sistema financiero valenciano y la situación de las cajas de ahorros, volvió a evitar una respuesta concreta.

Algo similar ocurrió en la rueda de prensa previa al encuentro. Camps, tras avanzar las propuestas que después contó a los empresarios y cargar contra el Gobierno central, permitió cuatro preguntas, aunque rechazó contestar a tres, vinculadas con el caso Gürtel. Sobre si prevé recortar la plantilla de funcionarios, el presidente no dijo ni si ni no. Repreguntado en dos ocasiones sobre si habrá un ERE en el sector público, a lo más que llegó el presidente es a decir que "dependerá de lo que digan los contratos programa".

La falta de respuestas concretas sobre asuntos como la elevada deuda de la Generalitat, que limita su capacidad de inversión, el retraso en los pagos a los proveedores o el impulso al sector productivo, no sorprendieron al selecto grupo de empresarios con los que compartió mesa y mantel, según las fuentes consultadas. Enric Morera y Jorge Alarte tratarán hoy de despertar el interés de la élite económica valenciana.