AVISO DE COOKIES: Este sitio web hace uso de cookies con la finalidad de recopilar datos estadísticos anónimos de uso de la web, así como la mejora del funcionamiento y personalización de la experiencia de navegación del usuario. Aceptar
Más información
VALENCIA. Observar a una cabra comiendo hierba sería una fiesta en comparación con el debate que emitió Canal 9 anoche de los candidatos a la alcaldía de Castellón. Afortunadamente, la audiencia del día anterior en el cara a cara entre Sonia Castedo y Elena Martín fue del 1,2% (unos 21.000 espectadores), lo que permite prever que fueron muchos los que supieron librarse del evento.
Si el horario y el formato no ayuda, en esta ocasión el encuentro fue a peor, al no existir turno de réplica. Así, Alberto Fabra, alcalde y candidato del PP, Juan María Calles, del PSPV y Enric Nomdedéu, del Bloc, tuvieron que conformarse con analizar la gestión, presentar sus propuestas y formular unas conclusiones... conclusiones sobre nada, claro está.
El que mejor interpretó su papel fue Nomdedéu, que supo aprovecharse de la vigilancia de los candidatos de los dos partidos mayoritarios.
Así, Alberto Fabra abrió el debate mirando ya a Madrid y hablando del paro. El alcalde interpretó bien su papel, estuvo sobrio y sereno, aunque se le echó de menos algo de fluidez verbal. Cumplió el expediente con una enumeración de todo lo ejecutado que quedó resultona. Por su parte, Calles empezó fuerte aclarando que las competencias de empleo son de la Generalitat pero instando al ayuntamiento a que asumiera también sus responsabilidades. El candidato socialista subrayó que el consistorio sólo había creado "11 puestos de trabajo" en la legislatura. Buen dato.
Aquí emergió Nomdedéu, cómodo en su papel de ‘freelance' del debate. Ejerció un discurso independiente asumiendo responsabilidades pese a estar en la oposición y recordando qué propuestas había aportado el Bloc al ayuntamiento. Desde el primer momento, su fluidez verbal fue notable -incluso excesiva en ocasiones- y mostró una voluntad de distanciarse de un discurso cuadriculado.
El encuentro transitó hacia las propuestas. Calles se esforzó en alejar el debate nacional, pero no se escondió para hablar de los 20.000 parados de Castellón. Tocó el tema de la deuda del consistorio, que situó en 110 millones de euros, citó a los "amigos del alma", y no dejó pasar el asunto del "aeropuerto sin aviones". Apostó por el AVE, recitó los incumplimientos de Fabra y se curó en salud añadiendo: "Ahora Alberto Fabra les dirá que Zapatero es malo".
El candidato del Bloc resumió bien su línea propositiva: "No haremos grandes promesas, pero trataremos de pagar todo lo que han dejado a deber éstos", vino a decir. "¡Hombre, por fin algo que suena a real!", pensé. Ahondó en los recortes de cargos de confianza, reducción de los gastos en publicidad y cambió el proyecto de la Ciudad de las Lenguas por una Ciudad del Deporte. Tiempo bien aprovechado.
Alberto Fabra siguió centrándose en su rival directo, el socialista Calles. Aquí lanzó el clásico ataque de los cinco millones de parados, aunque en versión 2.0: "Calles es la cara del Ministerio de Trabajo en Castellón". "¡Vaya! ¡Esto también es nuevo!", me dije. Y encadenó otro dardo en referencia al paso del candidato socialista por la subdelegación del Gobierno: "Usted prometió el AVE en 2007 ¿dónde está?". Fabra añadió sus medidas y bonificaciones para ayudar a los emprendedores y rectificó a Calles diciendo que el ayuntamiento había creado 600 empleos, no 11.
Las conclusiones me revelaron a Nomdedéu como el hombre del debate. Suelto, serio, directo. Supo captar la atención aunque, ciertamente, su ritmo de discurso hacía que a veces se perdieran palabras o no vocalizara lo suficiente. En cualquier caso, se sinceró al reconocer que "ninguno de los tres tenía la fórmula mágica" para solucionar el problema del paro y se permitió dar un rapapolvo a sus compañeros de debate por su dependencia a los ejes de sus respectivos partidos.
El final de Calles fue más plastificado. Leyó con discreción durante todo el debate aunque construyó correctamente su discurso, lo que al final le hizo caer en la monotonía. Tal vez por ello las conclusiones le quedaron algo vacías aunque, eso sí, se encargó de recalcarle a Fabra que eran sólo 11 empleos los que había creado.
Fabra remarcó el valor añadido que ha creado el PPCV de que vencer en las autonómicas puede forzar unas elecciones anticipadas en el ámbito nacional o, al menos, contribuir a la salida de Zapatero, para terminar con un par de paladas de paja discursiva clásicas en el PPCV.
Final del partido: empate técnico y aburrido entre los ‘peces gordos' y entretenimiento a cargo del pez pequeño.
Nomdedéu es un político muy bueno. Sabe como apretar tanto a unos como a otros, y lo mejor es que siempre lo hace con propuestas. Tiene un don de palabra muy bueno.
No, Vicente, a mi també em va agradar la sinceritat i les bones propostes que emanaven del discurs de Nomdedéu. Espere que el BLOC millore els resultats i puga condicionar la prepotència del PP i del PSOE tant a l'Ajuntament com a les Corts Valencianes.
Fui el único que se quedó maravillado con Nomdedéu? un tio inteligente con unas propuestas sensatas. De hecho, en el turno de "propuestas de futuro" fue el único que habló de las cosas que harían si gobernaran, mientas Fabra hablaba de que "en la anterior legislatura habíamos puesto muchas farolas" y el del PSOE sólo decía lo malo que era el PP.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.
imprimir
meneame
whatsapp