LONDRES (EUROPA PRESS/EVA MARTÍNEZ MILLÁN). No obstante, en una declaración institucional sin preguntas en el exterior del número 10 de Downing Street, Brown manifestó que, de no llegar a nada estas conversaciones, él está dispuesto a entrevistarse con Clegg, como responsable de la tercera fuerza, para evaluar virtuales áreas de acuerdo que permitiesen una virtual coalición de Gobierno.
El propio candidato liberaldemócrata, que calificó sus resultados como "decepcionantes", a pesar de ser clave para decidir quién pasará el verano en la residencia oficial, había declarado a primera hora de la mañana que Cameron, como receptor del mayor número de votos y asientos en Westminster, debería tener el derecho de intentar formar un Ejecutivo.
Una decisión que Brown dijo "respetar" y ante la que recordó que su Gabinete ya ha habilitado "todos los mecanismos institucionales necesarios" para apoyar las conversaciones. Además, el mandatario insistió en que les otorga "tanto tiempo como sea necesario" e, incluso, que tiene "voluntad de verse con cualquiera de los dos". Sin embargo, admitió que su prioridad sería Clegg, por cuanto Cameron representa su rival directo para mantenerse en el cargo que en verano de 2007 recibió de Tony Blair.
ÁREAS DE ACUERDO
Ante este hipotético contacto, el dirigente laborista citó dos áreas de referencia en las que detectó puntos en común: los planes para consolidar la recuperación económica y la reforma electoral. En el primer caso, ambos partidos comparten la necesidad de mantener el gasto público hasta que el crecimiento esté asegurado, frente a la visión de los conservadores, que apuestan por comenzar a aplicar la tijera para hacer frente a un agujero presupuestario sin precedentes.
Por lo que respecta a la revisión del modelo político, una de las grandes reivindicaciones de la agenda liberaldemócrata, frente a la reticencia de los de Cameron, Brown subrayó que su "visión es clara" y aprovechó para recordar que estaba en el programa con el que concurrió a las generales: "Debe haber una inmediata legislación para restaurar la confianza del público", subrayó, a partir de un "sistema de voto de voto más justo" que los británicos puedan "decidir" en referéndum.
Está por ver, no obstante, la fórmula de preferencia, puesto que Clegg apuesta por la representación proporcional directa, es decir, la traducción genuina del porcentaje de votos en número de escaños, frente a la habilitación de un mecanismo alternativo de voto que, hasta hace poco, defendían los laboristas.
En cualquier caso, Brown asumió que cualquier movimiento requerirá renuncias, puesto que los tres partidos se han encontrado "en una posición desconocida" tras este 6 de mayo. No en vano, Reino Unido no había registrado un escenario como éste desde 1974 y, de hecho, este precedente constituyó la excepción de un ciclo de alternancias de mayorías absolutas entre laboristas y conservadores desde la II Guerra Mundial.
DEBER CONSTITUCIONAL
Por ello, defendió que era su "deber constitucional resolver la situación" como primer ministro, "no como líder del Partido Laborista", lo que sugiere que no prevé una dimisión inmediata como consecuencia de la pérdida del control de los Comunes sufrido por los suyos tras 13 años consecutivos de dominio en la Cámara baja.
Así, insistió en que el resultado de ayer no es "ordinario" y que la falta de mayorías que apuntaban las encuestas se ha convertido en una "realidad apremiante". "Entiendo, como los demás líderes, que a la gente no le gustan las incertidumbres", asumió, para apuntar a continuación, no obstante, que Reino Unido es una democracia parlamentaria en la que sus miembros tienen la "responsabilidad de hacerla funcionar por el bien nacional".
En este contexto, los partidos deben buscar una mayoría estable a partir de la interpretación de "qué ha dicho el electorado", si bien apuntó que hay cuestiones que deben seguir adelante en la gobernabilidad, independientemente de las negociaciones que, en paralelo, se produzcan para decantar el futuro Gobierno.
Concretamente, Brown se refirió a la delicada situación económica, no sólo doméstica, y a citas determinantes como la reunión con el Eurogrupo tras los temores por el efecto contagio de Grecia. Una cumbre a la que, confirmó, asistirá el todavía ministro del Tesoro, Alistair Darling.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.