VALENCIA. Nos encontramos ya inmersos en la campaña electoral propiamente dicha. La de los quince días en que nuestras ciudades se llenan de miradas extrañas que nos piden su voto. Quince días en los que nuestros buzones quedan anegados de falsas cartas de amor. Quince días en los que los políticos son omnipresentes en los medios de comunicación y pretenden decirnos todo aquello que no dijeron en cuatro años.
La gente parece pasear ajena a las miradas que envuelven la ciudad. Los niños -y no tan niños- aprovechan los carteles pegados a pie de calle para sabotearlos con un gracioso bigote o unas gafas de pasta. Algunos candidatos han sido tapados por otros que llegaron después al lugar donde se encuentran, pero, ¿qué pretenden decirnos?
La imagen de Francisco Camps, el candidato popular a la Generalitat Valenciana y actual President, no apareció durante la precampaña alegando medidas de austeridad, y el jueves por la noche fue la primera vez que vimos su cara estampada en un cartel. Se ha sumado al lema común que el PP aprobó para todas sus candidaturas autonómicas y municipales: "Centrats en tu" ("Centrados en ti"). Un eslogan polivalente, apto tanto para candidatos en el poder como para aquellos que pretenden alcanzarlo.
El adjetivo centrados alude, por un lado, al eje ideológico -no somos ni izquierda ni derecha, sino ese magma difuso llamado centro-, pero también se definió pensando en la carrera sucesoria de Zapatero: nosotros nos centramos en ti, que eres lo verdaderamente importante, mientras que otros sólo piensan en ellos mismos.
La campaña popular es claramente una campaña en clave española. El jueves, Francisco Camps lo dejaba bien claro con un lenguaje tremendista y provocador: "El 22-M es mucho más que unas elecciones autonómicas. Es la antesala del gran triunfo nacional." Otros lemas que encontramos en sus materiales de campaña rezan "seguimos avanzando juntos" o "hui més que mai". Y si las encuestas están en lo cierto, será verdad que hoy más que nunca Francisco Camps ha conseguido convertir su modelo en el modelo valenciano. No conoce rival ni alternativa. Pese a su imputación en el caso Gürtel y las críticas recibidas, Camps espera el mejor resultado de su historia.
Jorge Alarte, el candidato socialista a la Generalitat, ha seguido su línea de crítica a la corrupción y ha optado por "La dignidad de un voto". En otra versión más extensa, el lema es: "Hay tres cosas que ni se pueden comprar, ni se venden, ni se pueden negociar. La dignidad de un voto. La honradez de un voto. La ilusión de un voto". Como coletilla, los carteles añaden la frase: "Con Alarte otro camino es posible", cuya versión valenciana contiene una falta gramatical muy comentada en precampaña, pero que han decidido mantener intacta.
El mensaje de cambio es, por tanto, secundario al de la corrupción; un tema que parece no arrancar ningún voto en nuestra comunidad, aunque el PSPV se empeñe en su intento. Y por si a alguien se le escapan los carteles, los socialistas han presentado una versión en castellano de "Dignity" de Deacon Blue en un inefable videoclip que deberían juzgar por ustedes mismos.
El eslogan del PSPV no habla de la dignidad, la honradez y la ilusión de un político -a quienes se les presuponen como mínimo los dos primeros valores-, sino de la de un voto. Y esto puede jugar en su contra, dado que los votantes que deciden ir a la urnas un domingo de mayo en vez de pasar el día en la playa, se consideran bien dignos y honrados, aunque a algunos les haría más ilusión estar dorándose al sol, por lo que, según cómo se mire, este lema podría levantar ciertas suspicacias.
Marga Sanz, la candidata de EUPV a la Generalitat, se presenta como "Tu alternativa" y ha escogido un cartel electoral en el que impera el color rojo y el logo de su partido -su índice de popularidad es muy bajo. Sanz también alude a la corrupción con los tres valores centrales de su campaña: "Trabajo, honradez, igualdad". En todo momento, Sanz ha remarcado que pide el voto a los que sufren la crisis, pero no la han provocado; a la gente de izquierda "de verdad".
Su lema es similar al del invisible Rafael Soriano, el candidato de UPyD a la presidencia de la Generalitat. Soriano habla de "La alternativa necesaria" y hace un llamamiento al voto útil.
Por su parte, Enric Morera, el candidato de la Coalició Compromís, se presenta bajo el lema: "Som com tu", un eslogan que pretende hacer un guiño al elector, pero que no se ha parado a pensar en la mala prensa que alcanzan los políticos en época de crisis, en las que llegan a convertirse en uno de los principales problemas de los españoles, a los que, por tanto, no les gusta que un político se identifique con ellos. No obstante, este lema ha pasado sin pena ni gloria en los medios, ya que toda la atención mediática se ha centrado en la campaña joven de la "Vitamina Compromís. Energia positiva. Sense conservadors ni descolorits". En una coalición cuyos simpatizantes son bastante activos en la red, esta idea podría haber dado sus frutos si hubiera seguido una estrategia concreta, en vez de limitarse a presentar un zumo.
En cuanto a los candidatos a la alcaldía de Valencia, Rita Barberá -quien no necesita presentación alguna- ha lanzado el mismo mensaje que Camps, centrats en tu, con algunos materiales donde podemos leer el eslogan: "Tu Valencia con Rita alcaldesa". ¿Con quién si no? Podría ser la pregunta retórica que pusiera la guinda al mensaje, puesto que el destino de esta mujer parece ser el de eterna alcaldesa de Valencia.
Joan Calabuig, el candidato socialista, nos saluda con la siguiente frase: "Amb el teu vot València mira endavant". Pero lo que no sabe la gente es quién le mira desde el cartel, ya que su índice de popularidad es bajísimo -algunas encuestas hablan del 5%- y el PSPV parece no decidirse por un candidato de continuidad.
Amadeu Sanchis, el alcaldable de EUPV, juega también con el lema autonómico de su partido: "Tu alternativa para una Valencia sostenible". Al igual que Joan Ribó, el candidato de Compromís, insiste en ser como tú, en línea con Enric Morera y el resto de candidatos de la coalición.
Es sorprendente no leer la palabra cambio -el eterno comodín de las elecciones- por ningún lado, aunque se hable de alternativas y otros caminos. No obstante, después de 16 años de gobierno popular de la Generalitat y tras 20 de Rita como alcaldesa, la palabra cambio ya ha hecho acto de presencia en otros tantos comicios y los políticos se ven obligados a innovar. En este caso, juegan con la honradez y la dignidad para intentar mellar una intención de voto que parece no tener freno.
Eso sí, por muy grande que un partido escribiera la palabra cambio en su cartel electoral, este sólo se producirá cuando se respire en el ambiente. Un eslogan no deja de ser la condensación de un mensaje, de un relato político que los candidatos deben transmitir día a día, actuando siempre en consecuencia. De manera que la campaña formal no debería ser más que un breve resumen de su diálogo permanente con el elector. Esto, claro está, es la teoría, que dista mucho de la práctica.
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(*) Sandra Bravo es asesora en marketing político y comunicación estratégica
Bon article!
Sólo se olvidó de la novedad del PSOE de no incluir su logotipo en muchas ocasiones o de hacerlo casi imperceptible, por tamaño o color
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