LONDRES. España ha recuperado posiciones dentro de la OCDE con un aumento extraordinario de los ingresos líquidos por hogar durante los últimos 20 años. Pero sigue teniendo un nivel de niños viviendo en pobreza superior a Francia, Alemania o Italia
Ángel Gurría despachó esta semana el debate sobre la mejoría de la delicada economía global con cajas destempladas: "¿De qué clase de recuperación estamos hablando? Yo ya lo sé: De una que no será lo suficientemente sólida como para devolver su puesto de trabajo a millones de personas que se encuentran en el paro en estos momentos", ha dicho.
Y Gurría, presidente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), sabe a qué se refiere. Según los datos de la entidad, que se fundó en 1961 y hoy agrupa a 34 países, la hecatombe financiera de 2007 ha provocado cerca de 14,5 millones de desempleados.
Hay algunas buenas noticias: desde los años ochenta, el volumen de ingresos disponibles por hogar se ha disparado una media del 3,7% en España, dos puntos porcentuales superior a la del conjunto de las primeras 29 naciones miembros de la OCDE. La cifra brilla en comparación a lo obtenido por algunos vecinos como Italia, con un 0,8%, o el Reino Unido, con el 1,9%.
Una ojeada al detalle de los números, además, arroja motivos para el optimismo: los ingresos en los hogares más pobres han escalado un 6%, esto es, el doble que en los hogares con las finanzas más pudientes. Así, mientras que la renta media en el 10% de los hogares españoles más ricos equivale a nueve veces la del 10% menos agraciado, en los Estados Unidos la relación es de 14 veces, y de 27 en sistemas económicos en desarrollo como en Chile y México.
El informe de la OCDE alerta, sin embargo, de que incluso "en Dinamarca, Alemania y Suecia, donde el índice de desigualdad ha permanecido tradicionalmente bajo, el auge de los desequilibrios se ha acelerado durante los últimos veinte años". Tan sólo España, junto a Francia y Japón, han escapado de la aparente equivalencia entre el incremento de los ingresos en los hogares más acaudalados frente al declive de los asalariados básicos.
Pero esto es apenas la mitad de la historia.
LAS MALAS NOTICIAS
Un equipo de economistas de la universidad alemana de Bamberg, bajo la dirección de la profesora Nora Mueller, ha recopilado las diferencias entre los ingresos netos medios y medianos en Europa. Las conclusiones son espeluznantes: en España, el 10% de los hogares más adinerados detentan el 42% de la riqueza económica doméstica del país, tres veces la de la mitad combinada de los hogares más humildes.
¿Deberíamos de estar tan pendientes de lo que gana el prójimo, en cualquier caso? Mueller explica que, en la redistribución del nivel de ingresos, "el modelo de estado del bienestar representa una gran diferencia entre el marco social-demócrata y el conservador", y la misma OCDE señala que, en la expansión de las distancias entre ricos y pobres, "las políticas de apoyo económico y fiscal se han convertido en mecanismos cada vez menos efectivos durante los últimos diez años: las reformas en el criterio de elegibilidad para subvenciones ha disminuido su impacto positivo".
En la actualidad, de hecho, España cuenta con el 16% de niños viviendo en hogares pobres. Alemania y Francia se hallan bajo el umbral del 10%, e incluso Italia e Irlanda no sobrepasan el 14%. En el otro extremo por edad, la desigualdad en ingresos entre la población de jubilados también ha saltado seis décimas hasta el 0.31 en el cómputo de la OCDE.
Para que sirva de guía, de acuerdo con las encuestas de UKJobs, el sueldo medio británico habría perdido unos 2.880 euros en el último año, desde los salarios del sector financiero -con un resbalón de hasta 13.300 euros-, hasta los de secretarios y asistentes personales -con 9.300 euros menos. El índice de desigualdad que la OCDE ha concedido al Reino Unido es del 32.40; el de España es del 37.13, peor que el 35.20 italiano o el 33.51 alemán. El análisis realizado por la universidad de Bamberg indica que un exclusivo 5% de hogares españoles recibe el 31% de los ingresos totales de la economía doméstica del país.
RICOS Y SUPER-RICOS
El progreso de países emergentes como Brasil, Rusia, India y China, los llamados BRIC, no parece abonar la esperanza de que un nuevo tipo de desarrollo económico venga a demostrar que el combate contra la desigualdad es una batalla fácil de ganar. Wealth X, una consultoría dedicada a los 150.000 individuos con las mayores fortunas del planeta, valora en 2,78 billones de euros la riqueza acumulada por un círculo de menos de 500 personas en la zona BRIC. Mientras, en Estados Unidos, la clase de ultra-ricos -unos 450-, habrían amasado 4,32 billones de euros.
En el Reino Unido, donde The Sunday Times confecciona la popular lista de billonarios y millonarios, los redactores ya han avisado que el millar de británicos más prósperos han añadido a sus haciendas hasta un tercio de lo que poseían con anterioridad a la crisis financiera, es decir, unos 85.600 millones de euros en tres años.
Los cálculos se desconocen en muchos otros países, pero la tendencia es obvia. La brecha económica entre diferentes sectores de la sociedad se está transformando en un abismo.
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