J. CLEMENTE. 05/05/2011 La Comunitat ha generado un deuda desbocada pese a ser la tercera con menor número de funcionarios y la segunda que menos dinero destina a transferencia corrientes y de capital, según concluye el 'Índice de Libertad Económica en las Comunidades Autónomas 2011' que elabora la Universidad Complutense

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VALENCIA. Mucha deuda y poco margen para recortar el gasto público, uno de los más bajos de España, sin afectar a servicios esenciales. Este es el escenario de la economía valenciana, con indicadores "disímiles e incluso contrapuestos", que se extrae del ‘Índice de Libertad Económica en las Comunidades Autónomas 2011', un estudio elaborado por los profesores de la Universidad Complutense de Madrid Francisco Cabrillo, Rogelio Biazzi y Rocío Albert.

El informe hace un exhaustivo repaso de distintos indicadores sectoriales de todas las comunidades autónomas valencianas para establecer el grado de liberalización de la economía y, por tanto, de la intervención pública en sectores como la educación, la sanidad, la vivienda o el mercado laboral. También mide el tamaño de la administración pública así como el coste que supone para los ciudadanos.

El estudio sitúa a la Comunidad Valenciana en el puesto noveno del ránking de las autonomías españolas con menor intervención de los poderes públicos en la economía lo que, según las teorías económicas liberales, permite entrar al sector privado en la prestación de bienes y servicios. Respecto al anterior estudio, realizado en 2008, ha bajado cinco puestos, lo que desde esa óptica económica, ha empeorado.

LA DEUDA, EL GRAN PROBLEMA

La deuda es "el gran problema de la Generalitat Valenciana," tal y como apunta el informe. Como es sabido, la Comunidad Valenciana es la que tiene un mayor ratio de endeudamiento sobre el PIB de todas las autonomías de España, un 13,8%, frente a una media del 5,6%.

El informe destaca además el deterioro que se ha producido en este indicador en los últimos años en comparación con el resto de territorios. En 2008 la Comunidad Valenciana estaba un 324% por encima de la media. En 2011 se ha disparado al 558%.

El informe advierte que, "a día de hoy, un mayor endeudamiento puede significar un encarecimiento del crédito y, además, tiene como efecto una mayor dificultad para aumentar el gasto corriente o realizar inversiones en el futuro; o exigirá una elevación de la presión fiscal, ya que la deuda supone posponer en el tiempo el pago de las obligaciones contraídas".

Sin embargo el indicador de impuestos prácticamente no se ha movido en los últimos años y sigue registrando uno de los tipos más bajos de las comunidades autónomas. Aunque su posición relativa respecto a otros territorios ha empeorado, no se debe a un aumento de los impuestos en la Comunidad si no a una rebaja en el resto a la que autonomías como la valenciana o Madrid habían aplicado antes. Aún así, el estudio señala que, en un ejemplo tipo de familia que se utiliza en este tipo de informes, la Comunidad Valenciana es el territorio donde menos IRPF se paga.

"La deuda de la Comunidad Valenciana es un problema extremadamente grave. Ya lo era en 2008 pero ha empeorado", explicó a ValenciaPlaza.com el coordinador del estudio Francisco Cabrillo.

"Lo preocupante es que no se atisba una solución sencilla, ya que el gasto público es de los más bajos de España, por lo que los posibles recortes tendrían un efecto limitado", señaló Cabrillo, que reconoce que, con los datos del informe, resulta difícil hacerse una idea de cómo ha llegado la Generalitat a esta situación y en qué ha gastado el dinero.

Y es que este es otro de los elementos clave. El gasto público, es decir, el coste de mantener la Administración pública valenciana, es el tercero más bajo en términos relativos de todas las comunidades autónomas. En valores absolutos, los 12.225 millones de gasto suponen un 11,6% del PIB, y ha bajado en el periodo estudiado.

Tampoco el empleo público parece tener un gran margen de ahorro, pese a los rumores que circulan de un recorte de la plantilla de funcionarios. El informe sitúa a la Comunidad Valenciana como la tercera con menos empleados públicos en relación con el total de ocupados.

Tampoco tiene mucho más margen de recorte, al menos comparativamente con el resto de territorios, el volumen de transferencias, es decir el grado en el que los gobiernos autonómicos transfieren rentas y recursos a empresas y familias. Con él se determina la importancia cuantitativa de las transferencias y subsidios en términos de PIB. El de la Comunidad Valenciana es el segundo más bajo de toda España, equivalente a un 4,9% del PIB, frente a la media del 6,7%. Además, en los últimos tres años se ha alejado más de la media de transferencias.

Este escenario arroja además un esfuerzo fiscal -el coste del gasto respecto a los ingresos fiscales, matizado con la renta per cápita- de los más elevados de España. Entre los dos periodos analizados por el informe, la Comunidad Valenciana ha visto cómo se incrementaba el esfuerzo fiscal, superando a cinco autonomías que antes estaban por encima hasta alcanzar la posición decimotercera y aumentando hasta un 34% la diferencia con la media.