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MADRID (EFECOM). La asociación de fabricantes de hormigón preparado (Anefhop) dijo ayer que demandará a las constructoras a las que proveen sus empresas afiliadas que no cumplan con los plazos de pago estipulados en la Ley de Morosidad.

Así lo manifestaron el presidente de la asociación, José Uriol, y el director general, Francisco Javier Martínez de Eulate, en un encuentro en el que explicaron que hasta que entró en vigor la Ley de Morosidad, en julio de 2010, la deuda acumulada en el sector por el retraso en los pagos ascendía a 700 millones de euros.

Añadieron que los contratos firmados por sus empresas asociadas desde la entrada en vigor de la ley cumplen con la normativa, si bien solo afecta a los nuevos contratos, por lo que la deuda acumulada "se irá reduciendo paulatinamente".

No obstante ambos subrayaron que, en caso de obtener pruebas de incumplimiento de la ley de morosidad llevarán a cabo "todas las acciones necesarias".

En este sentido, recordó la demanda planteada por la asociación de fabricantes de áridos (Anefa) contra el grupo Ferrovial por un supuesto incumplimiento de los plazos legales de pago.

Por otro lado, llamó la atención ante "el peligro" que suponen los contratos de colaboración público-privada, como los utilizados en las licitaciones de las obras del Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI), ya que desconfían de que las empresas cumplan los plazos de pago porque no cobrarán hasta que terminen las obras.

Durante el encuentro, ambos directivos explicaron que la producción de las empresas fabricantes de hormigón alcanzó los 39 millones de metros cúbicos en 2010, una cifra no vista desde 1998 y que supone un descenso del 20,32 % con respecto al año pasado, pese a lo que España "sigue siendo el mayor productor de la UE".

La facturación de las empresas de Anefhop se vio reducida en igual porcentaje y se situó en los 2.350 millones de euros al cierre del año pasado, cuando el sector vio desaparecer 63 empresas y 132 plantas.

Para paliar esta situación, desde la patronal han iniciado una campaña de información acerca de las bondades del hormigón preparado como sustituto del asfalto para la construcción de carreteras, ya que "a los precios actuales es más barato", porque no está supeditado a los precios del crudo, "y duradero", hasta tres veces más tiempo.

Además, el hormigón también mejora la seguridad, dado que se trata de material blanco que proporciona un mayor reflejo de la luz en el pavimento, y el medioambiente puesto que la construcción de una carretera con este material supone una menor emisión de CO2 que una realizada con asfalto.

En este sentido, alertó de la indebida utilización de asfalto en la construcción de vías que transcurren bajo túneles, algo que está prohibido ya que, en caso de accidente, se trata de un producto inflamable.

La utilización de hormigón frente al asfalto es "un asunto cultural", explicaron ambos, ya que el hormigón en las carreteras "redunda en beneficios para la sociedad desde el punto de vista social, de desarrollo sostenible y técnico", y es un elemento muy utilizado en países como Alemania, Reino Unido, Austria y otros, como los sudamericanos.