VALENCIA. La calle Colón de Valencia vive pendiente de un edificio que, formalmente, no está ni en esa misma calle. De hecho, según el registro de la propiedad es el número 30 de Roger de Lauria, un inmueble en el que, protegido de las miradas de curiosos con unos opacos toldos negros, se están realizando contrarreloj las reformas interiores para que antes de que acabe el año pueda abrir sus puertas Apple Store.
La apertura de la tienda del gigante de la informática supondrá un cambio en la mayor arteria comercial de Valencia. De hecho, prácticamente en la única gran calle comercial de Valencia.
Este no es un detalle menor en el que coinciden los grandes comercializadores de locales que operan en la ciudad, ya sea Ferran, CBRE o BNP Paribas Real Estate, por citar algunos de los grandes que, por el hecho de serlo, tienen encargos de las grandes firmas comerciales para encontrarles un hueco en la capital valenciana.
Una muestra de lo importante que es para las enseñas de prestigio instalarse en Colón y no en alguna de las calles paralelas es por ejemplo H&M. El gigante de la moda tardó años en encontrar un espacio en una calle dominada por El Corte Inglés y el imperio Inditex. Sólo cuando Habitat cerró su tienda, la cadena sueca pudo llegar al centro de la ciudad.
Un paseo por la transitada calle un día festivo como el de este lunes proporciona una idea de lo solicitados que están en estos momentos los bajos comerciales de Colón, los más caros de la ciudad,, superando en muchos casos los 2.000 euros el metro cuadrado.
Si bien se han vivido recientemente unos meses más inciertos, con algunos cierres, en la actualidad en la calle está colgado el cartel de ‘no hay billetes'. Sólo un pequeño local que ha dejado la cadena Jack & Jones en el tramo final, junto a la plaza de los Pinazo, está vacío.
Sin embargo, no hay ni un cartel poniendo a disposición de los interesados el local. Algo que sí ocurrió durante un muy breve periodo de tiempo con el espacio que ocupó Emporio Armani en el histórico edificio de Valenciana de Cementos. La cadena italiana cerró y en pocas semanas el local ya tenía nuevo arrendatario, otra enseña de moda de alta gama Hoss muestra ya en sus escaparates sus propuestas para este verano.
Tampoco estuvo mucho tiempo vacío el local que dejó Porcelanosa tras cerrar su tienda de cocinas. La cadena Blanco, con varios puntos de venta en el centro pero en calles periféricas a Colón, se quedó con el espacio para poder competir también en primera línea con los gigantes de la moda.El otro local que también está vacío en este momento es el número 16 de la calle. Es el tramo inicial, quizá un poco más descolgado del núcleo más potente, pero que tiene a su lado a Springfield, Benetton un poco más hacia Xàtiva y medio Inditex, con la primera tienda de Zara en Valencia, justo en frente.
Hasta hace aproximadamente un año este local lo ocupó el grupo de moda Max Azria. Sin embargo, no logró despegar y acabó cerrando. Aún se puede ver su rótulo en la puerta, algo extraño en las grandes firmas que se apresuran a eliminar cualquier rastro de un cierre.
Pero CB Richard Ellis ya ha cambiado el cartel que hasta hace unos días informaba de que el local estaba en alquiler por otro. Ya está comercializado. Tal y como adelantó ValenciaPlaza.com la semana pasada, la cadena japonesa Muji abrirá sus puertas en otoño en ese local.
La llegada de Muji, muy conocida y apreciada por sus propuestas de diseño minimalista, introduce junto con Apple un elemento distinto en Colón. Si bien son tiendas también de gran consumo, tienen un valor añadido. Como la tienda propia de Nike abierta hace unos meses justo en la confluencia de Colón y Xàtiva.
El peso de Colón en el conjunto de la oferta de locales comerciales de la ciudad es tal que de su actividad se resienten otros posibles emplazamientos, especialmente los que se consideran zonas de expansión. En el último informe sobre Valencia de BNP Paribas Real Estate, referido a 2010, se apunta de hecho a que si bien estas zonas (como la avenida de Francia) tuvieron un arranque potente, su progresión se ha detenido por la crisis.
Las calles adyacentes a Colón también se consideran primera línea, si bien, quizá con la excepción de Juan de Austria o Jorge Juan, si impacto es mucho menor. En todo caso, la falta de locales y el arrastre que tienen las grandes marcas pueden llevar a animar la demanda de locales en zonas anejas.
Mientras, en la calle Colón espera su momento el solar del antiguo parking del grupo Aza, el único ‘agujero' de una arteria con sobredemanda.
En este espacio está previsto construir, además de un aparcamiento de nueve plantas, otras dotaciones, entre ellas una zona comercial. La empresa llevó a cabo la primera fase, con el derribo del edificio antiguo. Pero la obra no está prevista que esté lista hasta 2013. Eso si la crisis no lo impide.
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