ATENAS (EFE). Buena prueba del descontento general contra estas medidas son las manifestaciones y huelgas de diverso alcance que afectaron hoy a algunos distritos de Atenas, el anuncio de más paros para mañana y la convocatoria de una huelga general para el miércoles.
Por el centro de la capital helena desfilaron este lunes los camiones de la recogida de la basura para protestar por las draconianas medidas gubernamentales, pero mañana las movilizaciones obligarán a cancelar un centenar de vuelos nacionales e internacionales y los hospitales públicos sólo atenderán casos urgentes.
También salieron hoy a la calle miembros de la Policía y de los cuerpos de Tierra, Mar y Aire del Ejército, en un caso sin precedentes en la historia moderna de Grecia.
El denominador común de estas protestas son los recortes salariales, la subida de los impuestos y el retraso de la edad de jubilación que el primer ministro, Yorgos Papandréu, ha aceptado para acceder al paquete de rescate de 80.000 millones de euros de la Eurozona y de 30.000 millones del FMI hasta 2012.
Las protestas, que hoy fueron aún de escaso alcance, contrastaron con una buena acogida por los mercados internacionales del plan de socorro a este país, miembro de la zona euro desde 2001.
El diferencial de la deuda helena a dos años en relación al referente alemán bajó 243 puntos básicos para colocar el rendimiento en el 11,14%, mientras que el diferencial a 10 años se situó en los 574 puntos básicos, frente a los 662 puntos del viernes.
La Bolsa de Valores de Atenas, que la semana pasada sufrió un fuerte descalabro ante la incertidumbre por una posible declaración de bancarrota de Grecia, cerró hoy con un bajada del 0,88% hasta los 1.853.55 enteros.
El presidente de la Bolsa de Atenas, Spiros Capralos, declaró que "la Bolsa y los mercados se levantarán cuando se convenzan y vean que Grecia aplica las medidas necesarias para sanear la economía y también a medida que el BCE siga apoyando los bonos griegos".
Grecia también recibió hoy asistencia del BCE, que comunicó que aceptará como garantía para préstamos los bonos nacionales griegos, pese a que la agencia estadounidense Standard & Poor rebajó la semana pasada la solvencia del país al nivel de los llamados "bonos basura".
El ministro de Finanzas, Yorgos Papaconstantínu, aplaudió esta medida del BCE, pero también criticó la tardanza de la Unión Europea en conceder la asistencia financiera a Grecia, atribuida en gran parte a la canciller alemana, Angela Merkel, por imperativos de la política interna germana.
Papaconstantínu declaró que Grecia también está en condiciones ahora de "aprovechar un capital nunca visto a nivel mundial" para cumplir con sus compromisos.
En la búsqueda de culpables por la actual crisis financiera de Grecia, con una deuda acumulada de 273.000 millones de euros, el presidente Carolos Papulias exigió hoy durante una reunión con Papandréu que sean castigados los principales responsables, como los evasores de impuestos.
Esas personas se enriquecieron en las últimas décadas al no pagar los impuestos como deberían, según dijo el jefe del Estado en su encuentro con el jefe de Gobierno.
Papulias expresó su confianza en que "el pueblo apoyará los esfuerzos pero con la condición de que las medidas sean efectivas y justas, y también se termine con la impunidad", además de "terminar con la evasión de impuestos".
Papandréu, por su parte, dijo que esos principios tienen "un buen apoyo por parte del mecanismo europeo" y reiteró que la primera labor de Grecia "es castigar a los culpables debido a que el sentimiento de impunidad destruye y causa dolor al pueblo".
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.