VALENCIA (VP). Bkool Sociedad Limitada realiza una ampliación de capital por un millón de euros y registra un resultante suscrito de dos millones. La empresa participada por José Francisco García Checa, exdirector general de Bancaja, José Sancho García y el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) busca con este incremento iniciar el proceso de comercialización de su producto después de superar la fase de prueba. Además, para el IBV supone el desarrollo del primer proyecto empresarial en cuyo capital participa.
La empresa sacó el producto a finales 2010 con un capital inicial de un millón de euros. "Se sacó a prueba de 400 beta testers: ciclistas y triatletas de los principales equipos de España", comenta, García Checa. Bkool inició la venta al público en marzo y con la ampliación de capital del pasado viernes intentarán cubrir "la primera fase del lanzamiento, de 6 a 12 meses". Además, no descartan nuevas ampliaciones según madure la empresa el próximo año.
En plena expansión de las redes sociales, Bkool integra la práctica del deporte, en concreto del ciclismo y triatlón que tanto fascinan a García Checa, con Internet y las tecnologías de geolocalización. Su producto es un "rodillo" que se coloca en la bicicleta convencional o en la estática, y un transmisor de comunicaciones. Su precio es de 265 euros. La mayor novedad radica en el uso social de las informaciones de ruta.
"Bkool introduce toda la tecnología tanto en el deporte indoor como en el outdoor. El problema del ciclismo es que es un deporte de fin de semana, complicado de realizar entre semana por falta de tiempo, clima...", comenta García Checa. "Nuestro sistema plantea una ventaja: poder tener información acumulada de todo lo que se hace sobre la bici y poder simular recorridos, además de conectar a gente en grupo para poder hacer rutas juntos, a pesar de la distancia".
La web ofrece una parte gratuita, y algunas herramientas de pago. La primera (seis euros al mes) permite planes de entrenamiento diseñados por el ex seleccionador nacional de ciclismo Mikel Zabala y ajustados a las condiciones de cada deportista. El equipo de Bkool permite la realización de una prueba de esfuerzo personalizada que puede hacerse en casa. La segunda, de 10 euros al mes, incluye una versión multijugador, con un máximo de 64 personas para trayectos en grupo.
Aunque Bkool está integrada con Facebook y Twitter tiene grandes diferencias con este tipo de redes sociales, y no sólo por el perfil especializado de sus usuarios. "No buscamos tener millones de perfiles, donde el 90% son empresas o están inactivos, como en otras redes. Buscamos un usuario activo y mucho más implicado, por ello sabemos que el crecimiento de la comunidad será más lento".
Para la siguiente fase del proyecto, Checa confirma que realizarán una nueva ronda de financiación en la que se buscarán nuevos inversores, e incluso podría incluirse publicidad en el portal. "Se realizarán nuevas formas de marketing más tradicional, porque hasta ahora funcionamos sólo con el digital".
La firma planea ir aumentando el número de deportes y expandirse a otros países, empezando por Europa y Estados Unidos. El éxito de videojuegos de actividad física en los últimos años, como los desarrollados por la japonesa Nintendo muestran que la popularización de la práctica deportiva a pesar de la prolongación de la jornada laboral. Según Checa, "creemos que dentro de no mucho tiempo el deporte con aparatos será así. Las máquinas estarán conectadas con otras y al final, lo que estás conectando son personas".
PARTICIPACIÓN DEL INSTITUTO DE BIOMECÁNICA VALENCIANO
El otro implicado en el proyecto es José Sancho, vinculado a García Checa como antiguo proveedor de informática de Bancaja. Sancho no atesora un curtido currículum en el sector: fue director de informática de Repsol, BBVA y Banesto. Posteriormente montó Profit, su propia empresa informática, con 1.300 empleados y cien mil millones de euros de facturación, que posteriormente vendió a la empresa tecnológica Sopra.
El Instituto de Biomecánica de Valencia es el tercer socio fundado, y a quien se debe también una parte del éxito. El proyecto empezó a gestarse a finales de 2007, cuando el polifacético empresario acudió al IBV con la idea que había trabajado con Sancho García. "Vinieron unos señores a resolver un problema mecánico en un aparato para el pedal que cambiase la resistencia de la bicicleta y además, querían montar una red social", explica Miguel López, de iniciativas empresariales innovadoras del IBV. "La idea inicial que estaba enfocada en ciclismo amateur para ampliarlo hacia otros deportes como la carrera, fitness o remo y hacia otro tipo de usuarios, desde personas mayores hasta deportistas que buscan ocio, salud o mantenimiento". Reunidas las tres partes se trabajó "en el problema de tantas personas que quieren hacer deporte pero no tienen tiempo de salir. La red Bkool les proporciona a todos una motivación extra porque les permite compartir sus objetivos y monitorizar sus logros en internet."
Se trata de una apuesta fuerte por parte del Instituto de Biomecánica, ya que es la primera vez que entra en el capital de una nueva empresa o start up. "Hemos empezado con esta línea para permitir a las pymes con una idea innovadora que puedan realizar su proyecto, por ello sólo les damos 'un empujoncito' a medio plazo, para dar una posibilidad que por la dificultad de financiación, no podrían realizar".
Bkool cumple el perfil de empresa que interesa al IBV. "Entramos en el capital de start ups que desarrollen I+D+I para mejorar la calidad de vida, la salud y el bienestar de las personas y con proyección empresarial". De este modo, se diferencia de otros institutos tecnológicos, dado que no se centra únicamente en el modelo de spin off universitario.
El IBV no trabaja sólo con empresas tecnológicas innovadoras, también proyecta entrar en el capital de otras más tradicionales. Recogen las peticiones de firmas valencianas del mueble que "frente a la crisis de las manufacturas, perjudicadas por los bajos precios chinos, buscan un nicho de mercado nuevo y participar en la estrategia de nuevos modelos de negocio, y si es necesario, aportamos capital".
Según Miguel López, "las pymes tienen mucho trabajo con sobrevivir cada día, y si necesitan diversificarse, lo tienen muy complicado, no tienen energía suficiente, así que el IBV les apoya aportándoles una perspectiva más amplia del negocio".
Pues cobraría los que le tocara. Lo cierto es que este hombre convirtió a una entidad local en la segunda entidad española por conocimiento de marca. Yo que lo conozco profesionalmente, puedo decir que es una látima que ya no esté en Bancaja y que es uno de los mejores profesionales que he conocido.
Palleter, para aclarar un poco las cuestiones que planteas, Lo grave no es que cobre lo que dice una clausula de rescisión de su contrato, lo grave es el que la paga con dinero que no es suyo y lo hace porque no defiende sus intereses (del presidente, no los de Bancaja). El otro tema es la gran depencia a los promotores en C. Valenciana pero el escenario era este, ...costa....PP...consejo de Bancaja....ayuntamientos....diputaciones....promotores... asi no hay quien se salve de la mierda
¿Sabemos cuantos millones de euros cobró este señor por su marcha de Bancaja, después de dar préstamos a todos los constructores habidos y por haber, pues si no los daba Bancaja otros lo harían? Gracias a ellos a la Banca ni está ni se le espera para la financiación a los autónomos.
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