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VALENCIA (VP). El sector biotecnológico valenciano capea la crisis sin destruir empleo, representa ya el 20% del total español y exporta su negocio puntero a Alemania, Reino Unido y Francia. Aunque actualmente Europa iguala a EEUU en número de empresas biotecnológicas, el sector estadounidense factura casi cinco veces más, genera el triple de empleo e invierte seis veces más en I+D.

Las políticas gubernamentales, tanto a nivel nacional como regional, son un aspecto clave para comprender estas grandes diferencias en los patrones de crecimiento de diferentes regiones y países, a lo largo de los últimos años. La biotecnología en España, en general, y en la Comunitat Valenciana, en particular, es todavía incipiente en comparación con los países europeos.

Sin embargo, el tejido empresarial biotecnológico de la Comunidad Valenciana, durante los últimos ocho años, ha experimentado un incremento cercano al 300% en el número de empresas y organizaciones biotecnológicas, pasando de 24 en 2003 a 66 en 2011, por lo que se sitúa, a nivel nacional, entre las tres regiones con mayor importancia del ramo nivel nacional.

Pero estas empresas no se conforman con el mercado interior y ya establecen contactos para colaboraciones con otras firmas norteamericanas. La Asociación de Empresas Biotecnológicas de la Comunitat Valenciana, Bioval, prepara ahora su próxima gira comercial para septiembre en Boston, cuna internacional de la biotecnología a través de vlcbiotech.com. "Es un gran escaparate para empresas pequeñitas que no pueden permitirse grandes acciones de marketing, de hecho, el 30% de visitas a esta página provienen de EEUU, el mayor productor y consumidor de bio y nanotecnología", según Mª Eugenia Hernández de Pablo, directora de la asociación.

Además, Bioval ha puesto en marcha un curso on-line sobre biotecnología para ciudadanos no introducidos en la materia. El temario se divide en tres materias (alimentación y agricultura, salud humana y medioambiente) y pretende derrocar mitos y formar a la población sobre una ciencia de creciente interés en la configuración económica de la Comunitat.

"Se intenta informar al ciudadano de a pie y hacerle comprender que la biotecnología está más cerca de lo que pensamos", explica Hernández. "En muchos temas que vemos a diario en los medios de comunicación, como los alimentos transgénicos, aparecen informaciones que no son ciertas, por eso el curso es también para periodistas, e incidimos en la necesidad de la ciudadanía de tener un mínimo de conocimientos básicos para procesar todo ello".

Se trata de un sector, que lejos de verse afectado por la crisis, "continúa creando empleo de alta cualificación". En los últimos años, Bioval no ha tenido ninguna baja de sus firmas, "y se trata de compañías muy jóvenes, la mayoría se encuentra en sus primeros años, durante el llamado 'valle de la muerte'".

Muchas de sus empresas son pymes con diez o menos trabajadores, pero ya han conseguido colocarse a la vanguardia europea. Tanto es así que, afirma Hernández, aspiran a convertirse en "uno de los pilares de desarrollo de la economía valenciana porque nos hemos ganado el respeto de la administración".

La asociación engloba a 65 asociados: más de 50 empresas biotecnológicas y diferentes centros de investigación y tecnológicos, hospitales y universidades cuya actividad de investigación está vinculada a la biotecnología. Reúne al 97% del sector biotecnológico valenciano, que representa el 20% del total nacional.

Muchas de las compañías tienen su germen en proyecto de investigación de universidades y centros de investigación (spin-off). En espera de que se publiquen las cifras de 2009 y 2010, en 2008, se facturaron 127 millones de euros, un 27% más que en 2007, se crearon 200 nuevos empleos (alcanzando un total de 900 puestos) y estas cifras se presumen mejoradas en los últimos dos años.

PILAR DE LA ECONOMÍA VALENCIANA

En julio de 2010, Bioval firmó un protocolo de colaboración con la Generalitat con el fin de desarrollar el sector en la Comunitat. El protocolo se enmarca dentro de las líneas estratégicas de política científica e industrial del Consell y del Plan Estratégico Industrial 2009-2013. Sin embargo, el sector no deja de padecer algunas de las repercusiones generalizadas en la crisis. "Pese a que desde Europa se está danto mucha importancia al I+D, en general venimos padeciendo un recorte en las subvenciones públicas para investigación", explica Hernández.

El elevado riesgo de los proyectos biotecnológicos es otro problema a la hora de recibir financiación. Por ello, Bioval ha marcado en sus empresa un plan de acción "muy claro y estructurado", según su gerente, para sacar nuevas líneas de negocio, crear riqueza y obtener un retorno de la inversión.

Muestra de ello son los convenios firmados con empresas valencianas tradicionales para implementar su tecnología en sectores como el agroalimentario. "Son sectores maduros, ahora carentes de innovación en los que hay una oportunidad de negocio y nosotros aprovechamos para darles soporte porque pertenecemos a un negocio muy transversal" comenta Hernández. En sus trabajos en alimentación funcional extraen ingredientes que previenen al consumidor del riesgo de contraer o desarrollar una determinada enfermedad u optimiza su estado de salud general.

Cuanto a su aplicación al sector textil ofrecen la sustitución de procesos químicos por bioprocesos más económicos y sostenibles. Ejemplo de ello es el efecto de lavado a la piedra de los vaqueros, realizado con enzimas. Además, los tejidos funcionales que pueden conseguir incorporan a la tela diferentes principios activos, con propiedades beneficiosa para la salud, que se van liberando progresivamente. El tratamiento de depuración de aguas residuales y la medicina genómica son otros usos que las empresas valencianas ya están aplicando a sus productos.