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VALENCIA (VP). Durante 2010, el sector audiovisual de la Comunitat Valenciana ha visto desaparecer el 20% de sus empresas. Sin cifras aún concretas del último año, se calcula que durante 2009 facturó cerca de 450 millones de euros, dando trabajo a 31.792 profesionales. Vicente Muñoz, de la productora Conta Conta, preside el Cluster Audiovisual Valenciano (CAV) desde hace justo un año. El presidente del Cluster Audiovisual Valenciano, Vicente Muñoz, reinvidica la capacidad de creación de empleo, de negocio y de desarrollo tecnológico del sector.

Para 2011, la agrupación ha iniciado encuentros entre empresas de diversos clusters regionales para fomentar los negocios B2B. También se ha abierto una línea de asesoramiento a empresas del CAV para que salgan a vender sus productos a mercados extranjeros con el apoyo y asesoramiento especializado. El objetivo prioritario de optimizar el desarrollo de sus productos o servicios determinando a qué cliente van dirigidos. Además, proyectan una master class sobre comercialización del producto audiovisual y su promoción.

-¿Cuál es la realidad actual del sector audiovisual valenciano?
-El sector audiovisual valenciano está capeando la situación actual de la misma manera que la afrontan otros sectores productivos. Esto es, buscando alternativas de negocio y buscando las bases de una mayora actividad internacional, localizando nuevos mercados y creando y analizando nuevas oportunidades, especialmente enfocadas en las nuevas tecnologías.

La financiación ha sido siempre un caballo de batalla del sector. Actualmente estamos inmersos en proyectos que intentan sensibilizar al sector inversor privado sobre las ventajas que tiene invertir en producciones audiovisuales. Y no sólo esto, también en desarrollos de últimas tecnologías en los que Valencia es líder a nivel mundial como puede ser la estereoscopía o maquinaria cinematográfica adecuada a este fin. Nuestro objetivo es hacer ver que la industria audiovisual no sólo tiene un componente creativo y cultural, sino también un alto porcentaje de industria que, como tal, crea y mantiene numerosos puestos de trabajo y de empresas en la Comunitat.

-¿Qué balance del sector, en números, podríamos hacer en los últimos dos años?
-El sector ha perdido en el último año un 20% de sus empresas debido, principalmente, a impagos que se han producido. Este hecho ha quebrado en cierta medida el florecimiento del sector que llevaba una trayectoria ascendente los últimos años. Hoy día interpretamos este hecho como una oportunidad, ya que nos está empujando a buscar, fuera de los límites geográficos de la Comunitat, nuevos negocios que trae como consecuencia un desplazamiento del negocio, adquiriendo, así, un carácter más transrregional e internacional de lo que hasta ahora teníamos.

-¿En que cifras se traduce todo esto?
-Todavía no tenemos cifras exactas de 2010, pero en 2009 habían 1.138 empresas del sector en la Comunitat Valenciana. De ellas dependen 7.600 profesionales y la tasa de facturación fue de 85 millones de euros. Además la tasa de empresas agregadas es muy alta, 7.467 compañías entre hoteles, caterings, agencias de publicidad, seguros, financieras, alquieleres... Y si contamos el empleo que estas agregadas generan, son 31.792 trabajadores. Contando todo esto, la facturación global del audiovisual en la Comunitat está entre 400 y 450 millones de euros.

-¿Cuál es la estrategia para llevar las producciones valencianas al lugar que merecen?
-El objetivo es crear un sello cualitativo del audiovisual valenciano. Hasta ahora el sector ha tenido un crecimiento desordenado y esto ha afectado a pequeñas empresas que se han convertido en proveedoras de productos o servicios muy concretos y con una dependencia en exclusiva de ciertos clientes. Esta circunstancia las ha llevado a descuidar aspectos más importantes como puede ser la comercialización de su producto o servicio con un campo de acción más amplio.

Esta es la estrategia que queremos implantar desde el Cluster Audiovisual Valenciano desde ya mismo: tener la capacidad de comercializar un producto audiovisual que sepa traspasar fronteras, presentado de manera óptima a sus potenciales clientes y conociendo los tiempos y modos de adaptación de estos productos a distintos mercados.

-¿Qué línea de colaboraciones o actuaciones salió de su última reunión con la industria audiovisual de Baleares?
-Fue un encuentro muy positivo ya que comprobamos como se trabaja fuera de la Comunitat y pudimos contrastar con nuestros compañeros de Baleares los planes que tenemos para el futuro, partiendo de la base que cada uno de nosotros tiene maneras distintas de trabajar. Actualmente hemos comenzado con diversas acciones conjuntas enfocadas a la realización de master class sobre comercialización para nuestros socios. En proyecto tenemos una acción sobre financiación y nuevas propuestas de negocio que se están actualmente madurando y que probablemente verán la luz después de verano.

-Algunos directores de cine para las televisiones se quejan de que las televisiones no arriesgan cuando les piden una producción.
-Mezclar el interés empresarial (se traduce en beneficio económico) y el trabajo cultural de una producción audiovisual con diferentes patas autonómicas es muy complicado. Evidentemente, los canales intentan ganar audiencia y, con ella, ingresos en publicidad. Así encargan aquellos productos que, según sus estudios, puedan tener más repercusión en los espectadores. Creo que hay que distinguir entre trabajo 'bajo demanda' y otro tipo de trabajo que consiste en que la productora muestra una idea completamente libre a la emisora y ésta decide comprarla o no. En este caso estamos en un mercado libre y cada cual puede, o bien encargar un producto expresamente bajo sus directrices, o comprar otro producto diseñado por un tercero.

-Dicen que el problema del cine español es precisamente la falta de creatividad ¿Cree que es más problema del producto que se ofrece o del cambio de modelo de negocio?
-No creo que sea ni una cosa ni otra. Es más bien que han sido producciones que han tenido un tremendo déficit de promoción. Es el talón de Aquiles del cine español, desde mi punto de vista. Nadie va a ver una película únicamente porque está en la cartelera de un cine, sino porque ha oído algo sobre ella o ha visto un anuncio o ha leído una entrevista a su director o actores principales. Eso es lo que falla en el cine español, puede ser por cuestiones empresariales y también económicas. En Estados Unidos dedican casi el 50% del presupuesto de una película a acciones de promoción. En España hay ocasiones en los que no se llega ni aun 4% del presupuesto total. Como puede ver la diferencia porcentual es abismal. Eso es lo que tenemos que cambiar.

-En relación a este último, ¿está estudiando el audiovisual valenciano el negocio en Internet para adaptarse a las nuevas formas de consumo?
-Es un tema que es imparable a día de hoy. La facilidad de acceso que te da un ordenador desde casa hace cada vez más fácil llegar a los contenidos, películas, series, música etc... Esto obliga a que nos sepamos adaptar a estos nuevos modelos de negocio. También hay que sensibilizar de forma efectiva a los consumidores de estos productos, de que no son gratuitos y que detrás de cada uno de ellos existe un trabajo por parte de un grupo de personas que ha de ser abonado. Creo que el primer paso ha de ser la sensibilización sobre este hecho a la población en general e ir ordenando a la par el comercio de la industria cultural en internet de manera progresiva.

-Por último, una parte de jóvenes recién licenciados optan por abrir su propia productora frente a los problemas de desempleo en este sector. ¿Cómo valora el 'emprendedurismo' audiovisual en la Comunitat?
-Siempre habrá futuro para buenas ideas en el audiovisual valenciano y en cualquier sector. Quizás esas 'buenas ideas' sean más decisivas en este ámbito debido a lo que comentábamos sobre que somos industria y cultura a la vez. Es una manera de desarrollo personal y profesional que debe hacerse asumiendo riesgos y aportando soluciones. Creo que es una opción más hoy en día y puede ser el momento de comenzar a crear empresa con una visión más amplia y con modelos de negocio nuevos.