PEDRO MUELAS / Fotos: EVA MAÑEZ. 04/04/2011 El alcalde de Gandía propone listas abiertas como forma directa de implicar al ciudadano y a los gestores públicos y denuncia que el verdadero despilfarro procede de la corrupción, la ingobernabilidad y "de los alcaldes que no miden sus recursos"

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EL GRANO
Tras un fugaz protagonismo autonómico en el PSPV como presidente del comité nacional del PSPV (2004-08), José Manuel Orengo (Gandía, 1966 ) ha saltado la frontera municipal por una serie de acusaciones, ahora desvanecidas, y por sus innovadoras iniciativas que culminan en la sustitución de la prestación social por un contrato de servicios con los beneficiarios. Reflexivo, resolutivo y nada parecido al estereotipo de un líder político, acaricia la idea de poder seguir al frente de la alcaldía que ocupa desde 2003. Se siente más satisfecho de la transformación cultural de la ciudad que de alguna obra o proyecto en concreto.

EL GRANERO

-"Vamos a sustituir la prestación social por un contrato de servicios"

-"La segunda transición democrática es la reforma de la Administración"-

-"Los empresarios tienen derecho a expresarse y a crear opinión"

-"Los ciudadanos están cada vez más cansados del político soberbio"

-"El regulador de las frecuencias radiofónicas del Consell tiene comportamientos típicos de mafia"

-"La reducción de cargos públicos no es la solución para el ahorro económico"

-"De Barberá he aprendido que el pez grande no siempre se come el pequeño"

-"Nunca culparía a Zapatero de los resultados municipales"

-Algunos proyectos de su mandato han sorprendido por ser realmente innovadoras.
-Yo creo en el valor de la innovación y en el valor del conocimiento. Pero estas palabras se han convertido en la mayoría de veces en palabras vacías. Para tener buenas ideas lo primero que tienes que ser es humilde y rodearte de gente que sea más inteligente y lista que tú. Porque las ideas no se te ocurren a ti por generación espontanea. Se te ocurren porque estas rodeado de equipos formados por personas que sin duda son a nivel individual mejores que tú. Y tú ejerces un papel de coordinación y, si quieres, de liderazgo en un ambiente de libertad y confianza para poder expresar cada uno lo que siente y cuando eso se produce salen ideas muy buenas, de ahí las contrastas y luego las lanzas al debate.

-¿Cuál es la última?
-La última es que vamos proponer un nuevo contrato social... por una parte el ciudadano y por otra parte la ciudad de Gandía. Al ciudadano que requiere subsidios para poder vivir no le vamos dar el derecho a tener una prescripción económica si no a podérsela ganar. Convertiremos esa ayuda social en una prestación que tendrá su contraprestación pública. El ciudadano puede estar necesitado pero no es inútil y esto le da una mayor dignidad. De esa manera también la sociedad se beneficia de una contrapartida por una ayuda que la propia sociedad está otorgando. Por eso a nivel local vamos aplicar y vamos a eliminar radicalmente todas las ayudas sociales y las vamos convertir en un contrato donde habrá siempre una contraprestación.

-¿Y ese tipo de gestiones no da más faena al ayuntamiento?
-Se trata de construir juegos de ganar y ganar y que todo el mundo gane y si es posible cuando se hace desde generosidad. Yo creo que gana el individuo porque de alguna manera se considera ya insertado socialmente. No es lo mismo estar pidiendo una ayuda que estar reclamando un ingreso a cambio de ofrecer tu esfuerzo o tu trabajo. Y eso posibilita que el ayuntamiento, con el dinero que estaba concediendo las ayudas, multiplicado por el factor correspondiente, sea capaz de tener mejores servicios y una sociedad más justa, de ciudadanos más iguales en cuanto a oportunidades.

-La verdad es que los alcaldes tienen que echarle mucha imaginación estando en plena crisis.
-Siempre. Cualquier responsable de cualquier organización tiene que tener imaginación y ser capaz de buscar el conocimiento. Algunas veces las ideas salen por combinación y asociación de distintos instrumentos, lo que produce una mejora importante con muy poco esfuerzo. Estas ideas que hemos desarrollado como la de recomprar pisos y darlos en alquiler... es otro juego de ganar y ganar está basadas siempre en el conocimiento: tienes que conocer los recursos administrativos, financieros y fiscales que hay cuando pasas un piso de propiedad a alquiler. Tienes que tener un acceso y una capacidad de solvencia para acudir al mercado financiero y a partir de ahí es relativamente fácil si tienes el saber hacer. Con eso nadie pierde nada. Es un "mal de cap"... pero estamos aquí para eso.

-¿Eso son propuestas socialdemócratas, cristianodemócratas...? ¿Su partido ha recogido alguna de estas ideas para el programa electoral?
-Algunas sí las ha recogido, como lo de las viviendas. Y lo recogió Bancaja, porque también es cierta solución financiera para ciertos inmuebles que se los tenía que quedar. Son cosas que pueden tener un inspiración social demócrata pero están hechas con pocos recursos y, si afinas en la ejecución, las conviertes en una cosa tan factible y tan positiva que en este ayuntamiento van casi todos los partidos unidos.

-¿Ha llegado a tiempo a poder inaugurar todo lo que tenía previsto o le ha quedado algo pendiente?
-(Sonríe) Ha quedado pendiente. En toda apertura de cualquier instalación una vez pones la fecha no sé qué pasa que siempre el día anterior están trabajando. Es una norma universal española.

-¿Cuál diría que es la más grande y de cuál está más orgulloso?
-De lo que me siento más orgulloso de estos cuatro años de mandato es de la transformación cultural y del salto cualitativo que ha dado la ciudad de Gandía. Le hemos plantado cara a una situación adversa y no nos hemos conformado. Eso forma parte de un proyecto colectivo. Como ve, no es un obra material  ni le he dicho la urbanización de la ribera del Serpis, ni la rehabilitación de las viviendas sociales, ni tan siquiera un proyecto que considero madre o padre de casi todos los proyectos que es el Espai Nou, que lo que pretende es poner en valor el conocimiento.

-¿Se produce despilfarro en los ayuntamientos?
-Las grandes pérdidas de valor no se producen cuando otorgas una subvención o cuando pagas una fideuà pública, las grandes pérdidas se producen por desconocimiento, porque no sabes responder a unas necesidades... o por corrupción, cuando tú no trabajas para lo que los ciudadanos te han votado, las pérdidas de valor económico que se producen son impresionantes.

Y también se producen por la ingobernabilidad, cuando el barco no puede ser pilotado y estás en medio de una marea las pérdidas económicas también son así. Esos son los tres grandes ejes de pérdidas de valor económico. Pero siempre nos centramos en lo más anecdótico, en lo que puede formar parte de la noticia, porque llama la atención "fíjate tu -dicen- han comprado un libro que cuesta 3.000 o 6.000 euros, qué despilfarro". El verdadero despilfarro está en la ignorancia, en la corrupción y en la ingobernabilidad que se produce a veces por azar porque los ciudadanos votamos una opción cada uno de nosotros, pero luego el resultado depende de las leyes electorales que en estos momentos habían de ser modificadas...

-¿En qué dirección?
-Garantizando la gobernabilidad y garantizando una elección que produzca un relación más directa entre el ciudadano y la persona que tiene que trabajar para el colectivo.

-¿Está hablando de listas abiertas?
-Listas abiertas con elección directa al alcalde. Abiertas con cambio de competencias en los órganos de gobierno porque listas abiertas sin cambio de competencias no tiene sentido.

-¿Eso su partido cómo lo contempla?
-Mi partido de momento (sonríe) está por decidirlo, está en el debate.

-¿Usted cree que eso redundaría en más efectividad del gobierno local?
-Lo veo como una propuesta de reforma básica para darle un impulso a la recuperación económica. Esto permite que el ciudadano, al tener una relación más directa con la persona que lo representa, va tener una respuesta más directa de cara a sus propios intereses. Acompañado, además, con un reforma competencial importante que garantice la gobernabilidad y la gestión eficaz de los recursos económico. No se entiende que en un término municipal tengas carreteras de la Diputación, de la Generalitat y del Estado.

-¿Qué hacemos con todo eso, con esa mezcla y solapamiento?
-La segunda transición democrática es la reforma administrativa enfocada hacia mejorar la gestión. Combina las dos cosas, que no son incompatibles, pero modifica una relación que ya va quedando caduca entre los que son los actores sociales y económicos y los poderes institucionales. Tenemos un instrumento administrativo que va quedando caduco, anticuado y que tiene una cultura que no forma parte de la nueva sociedad cambiante.

-¿Estos cambios incidirían en la productividad...?
-Lo que más directamente incidiría y lo que más rápido se vería. Al igual que en su día la conjunción del ayuntamiento y comunidades autónomas generó no solamente un avance social y económico y de bienestar para el ciudadano, un nueva restructuración de las normas que relaciona a los actores sociales productivos con las instituciones y aquellos que los representa, unas nuevas normas adecuadas a la razón y al sentido común conformarían la cultura necesaria y darían los instrumentos necesarios para que tuviéramos una recuperación económica importante.

-¿Está proponiendo una remodelación política y una remodelación administrativa?
-En la medida en que la política se refleja en la Administración para tener un impacto económico y una respuesta económica.

-¿Cree que por ahí va lo que están pidiendo los empresarios?
-Los empresarios cada vez se dan más cuenta de que empiezan a tener un papel no solamente de actores económicos sino también un papel reivindicativo en el campo político contra la sinrazón, a veces, de la confrontación partidista.

-Es que hasta le han dicho a Zapatero que no anuncie si repite o no repite. ¿Eso lo ve bien usted?
-Todo el mundo tiene derecho a expresarse, tiene derecho crear opinión y después los que tienen que tomar las decisiones ya lo verán en función de las circunstancias cuál es la decisión más correcta. Yo sí lo veo bien. Creo que en el terreno público debe pronunciarse todo el mundo y además con toda libertad. Muchas veces sobran pronunciamientos de guión y faltan pronunciamientos sinceros. Esto normalmente se produce antes o después de la rueda de prensa...

-¿Usted es de los candidatos socialistas que están quitando las siglas de PSOE y a Zapatero de sus carteles?
-Yo no voy a quitar las siglas del PSOE pero voy a dar toda la facilidad del mundo a aquellos ciudadanos que se sienten orgullos de su ciudad que se sienten gandienses, que han sido copartícipes de la acción de gobierno que hemos construido entre todos... les voy a dar todas las facilidades del mundo y todas las excusas posibles para que me puedan votar.

-Es que dice Rus que usted ha puesto de todo en sus carteles menos que es socialista.
-Soy socialista, muy orgulloso de serlo y además eso no me impide reconocer los errores de mi propio partido. Procuro hacerlo siempre en los ámbitos correspondientes y desde el máximo respeto, agradecimiento y consideración. Aquí nos equivocamos todos pero no es normal que en política la gente lo reconozca y creo que los ciudadanos están cada vez más cansados del político soberbio. Lo que quieren ver es un ciudadano como ellos asumiendo una responsabilidad -desde una confesión ideológica que no tiene el porqué renunciar- sin tener una actitud fanática. No están todos los buenos en un partido y los malos en otros y no existe una superioridad ética de un pensamiento que comparta todo el mundo, porque no existiría la democracia.

-¿Hablando de errores, el PSOE se ha equivocado al consentir la candidatura de un tránsfuga a alcalde de Benidorm?
-Yo creo que PSOE y el PP se equivocan al no convertir en ley lo que es un compromiso ético incumplido en un número infinito por ambas partes. Es fácil pero parece que es imposible... Pasa en Benidorm en Denia, en tantísimas ciudades, donde al final se acaba justificando al invocar la voluntad popular. Esto se solucionaría en vez de hacer tantas leyes anti transfuguismo, si se hicieran un leyes electorales donde la representación ciudadana con su representante fuera más clara.

-¿Alarte ha hecho bien con una candidatura que cambia un 80% de los diputados actuales?
-Alarte está cumpliendo su misión de intentar crear un escenario de oportunidad para poder ser presidente de la Generalitat y lo hace ofreciendo su responsabilidad y lo tiene que hacer con todos los instrumentos a su alcance y utilizando todos los órganos. Si el comité nacional le ha parecido bien, a mi me parece magnífico.

-¿Cree que el partido hace bien al centrar su mensaje casi únicamente en la corrupción?
-A mí me cuesta tener opinión de estos temas porque no tengo un gran conocimiento pero mi impresión es que lo está haciendo bien. Otra cosa será el grado de efectividad después en las urnas. He comprobado que su objetivo en estos momentos es crear ese escenario de ilusión y esperanza, y no lo tiene fácil porque no se tienen los mismos recursos que cuando se gobierna... no se tiene la misma capacidad de penetración. Porque cuando los ciudadanos entienden que la lucha contra la crisis económica corresponde mayormente al presidente del Gobierno y no al de la Generalitat, terminan castigando a sus gobernantes.

-¿Francisco Camps debería haber dimitido o debería no presentarse por el tema de los trajes y por la mala gestión o por las dos cosas?
-Yo creo que la dimisión te la dan los ciudadanos, lo que si entiendo es que el gobierno de la Generalitat no ha estado pendiente de los intereses de los ciudadanos si no de los problemas que ellos mismos habían creado o que cuatro sinverguenzas le han creado.

-¿Ha pasado cerca de usted la corrupción?
-Aquí nos conocemos todos, cada uno sabe a qué novia buscar y a qué novia no buscar. Nadie nos ha buscado.

-¿Por aquello de ser de los pocos municipios socialistas importantes no se ha sentido asediado?
-Pues no he tenido esa sensación. Por no decir una mentira voy a decir que en general no. Porque un gobierno que no tiene liderazgo no lo tiene ni para bien ni para mal. Eso si cada conselleria va a la suya dependiendo del grado de honradez y de ética de lealtad institucional que tenga el comisario político que tenga en ese campo.

-¿A qué se refiere?
-Voy a poner un ejemplo concreto: cuando te enfrentas al regulador de la materia de frecuencias de la Generalitat Valenciana sabes que estás frente a unos comportamientos repetitivos absolutamente pretenciosos y más típicos de la mafia que de un gobierno autonómico. No pasa lo mismo con el de Sanidad, o cuando estás hablando con el conseller de Industria que tienen no solo otro carácter sino una acción totalmente distinta. Yo no puedo decir que me sienta asediado cuando se está realizando un hospital comarcal público en plena complicidad con el Ayuntamiento de Gandía.

-Yo lo decía por las denuncias, entre otras cosas, por el alto número de asesores que usted tiene. ¿Cuántos tiene ahora?
-Tengo nueve, los mismos que en la legislatura anterior. Hice una reducción de cargos al mismo número que la legislatura anterior. Con eso parece ser que se acabó la polémica. Es una decisión que tomé y de la que no me siento orgulloso porque la reducción de cargos públicos no es la solución para el ahorro económico. El personal de confianza garantiza el cumplimiento del programa y entra contigo y contigo sale. Yo defiendo cargo público, los mal llamado asesores, como un personal cualificado que hace posibles los compromisos. En todo esto hay un debate bastante cínico que se produce porque seguramente haya habido abusos de este tipo de figuras. Porque cuando contratas a una empresa de servicios para que te realice la función similar la crítica no existe y cuando lo haces directamente, con toda la transparencia del mundo, si.

-¿En qué quedó la denuncia de que había favorecido a una contrata porque su hermano trabaja allí?
-En nada porque nunca hubo nada. Fíjese que mi hermano es albañil en la empresa desde hace 15 años. Se dijo que se le adjudicó una guardería por el doble del coste de las demás guarderías. Yo creo que no cabía más manipulación porque el precio viene marcado por un precio constructivo.

-La oposición le acusa de opacidad.
-Sí, pero ahí lo tiene también un poco mal porque hemos sido de ciudad más transparente de la CV y estamos entre las 10 primeras de España. Lo que cabrea aquí a la oposición es que cuando nos piden información normalmente la publicamos en la web y al mismo tiempo se la damos a los miembros corporativos que la han solicitado. Eso no es un ejercicio de falta de transparencia sino de maxitransparencia y, ese es el problema, desinfla muchísimo las interpretaciones torticeras.

-Gandía ha pedido al Gobierno que no permita las prospecciones petrolíferas. ¿Por qué?
-Yo me opongo, no solo pública e institucionalmente, sino de manera privada porque creo que estamos en una contradicción clarísima de intereses. Si fuera presidente del gobierno español pues defendería el interés general de España porque somos un país dependiente de petróleo, pero soy el alcalde de Gandía y se lesionan sus intereses. Además, tal como se ha tramitado después de una petición de hace cuatro años, sin comunicación, ni consulta, ni conversación previa, eso genera un campo importante de desconfianza.

-¿Ha aprendido algo de Rita Barberá?
-He aprendido que el pez grande no siempre se come el pequeño...

-¿Usted construiría un aeropuerto en Gandía, como Fabra en Castelló?
-Este ayuntamiento no lo construiría, pero estaría bien un aeropuerto a más de diez kilómetros de Gandía y a menos de 30.

-¿Hasta cuándo seguirá siendo alcalde?
-Al menos hasta el día 22 si la salud me lo permite y si cuento con el apoyo de mis conciudadanos.

-¿Tiene una mínima intuición de obtener mayoría absoluta?
-No tengo ninguna. Si poder es una cuestión de probabilidad, es probable. Pero tan probable es que tenga 13 concejales como que me quede con ocho.

-¿Ahora que no va Zapatero lo cree más probable?
-No culparía a Zapatero. Nunca he hecho responsable a los demás cuando tengo los instrumentos necesarios para poder ganar. Si gano o pierdo será gracias a los ciudadanos de Gandía y al partido que tengo detrás.