VALENCIA (VP). "Era de esperar a la vista del incremento de los diferenciales entre la deuda española y la alemana y más después de las bajadas de calificación a Grecia y Portugal, aunque ciertamente pensaba que S&P no nos iba a bajar el rating tan pronto", advierte Lorenzo García, director de Ibercaja Patrimonios Zona Levante.
En la misma línea se pronuncia Víctor Santiago, director de Gestión de Bancaja Fondos, que aporta la necesaria tranquilidad en una situación como esta, al señalar que "un escalón arriba o abajo no debe afectar tanto la situación a España".
Sin embargo, el principal indicador del mercado español de acciones -el barómetro de la economía para muchos-, el Ibex 35, sufrió ayer una fuerte caída de un 3%. Un descenso al que hay que añadir un 4,2% que fue el que experimentó el día anterior.
Fue tal el miedo que metió en el cuerpo el informe de Standard & Poor’s a los inversores que operan en España, que el Ibex 35 estuvo muy cerca de perder la psicológica barrera de los 10.000 puntos -acabó cerrando en los 10.167-, cuando durante la mañana de ayer llegó a recuperar los niveles perdidos en la víspera, es decir, los 14.480,90 puntos.
Esperado o no, el informe de S&P deja clara una cosa: o el Gobierno comienza a tomar medidas de verdad o no tardará mucho en haber nuevos recortes del rating, al que más pronto que tarde se irán sumando las otras dos grandes calificadoras como son Moody’s y Fitch.
Precisamente ésta última enviaba ayer tarde un balón de oxígeno a los mercados españoles al ratificar la 'triple A' que le tiene asignada a España, además con una perspectiva –lo que se conoce como 'outlook' en términos financieros- 'estable', pero eso sí advirtiendo que sigue viendo riesgos.
EN CITIBANK NO SE ENTIENDE LA BAJADA
Unos riesgos que también percibe José Luis Martínez, estratega de Citi en España, que por otro lado es el analista consultado por este digital más 'beligerante' con la decisión de S&P. "La verdad es que entiendo esta rebaja teniendo en cuenta que a mediados de diciembre pasado bajó la perspectiva a 'negativa' y la situación en España es la misma. No sé lo que habrán visto en los últimos tres meses, como tampoco entiendo los diferentes ratings que aplican las agencias calificadoras a un mismo país", apunta Martínez.
Asimismo, el estratega de la banca americana en España envía un mensaje de tranquilidad, al advertir que "un país puede sobrevivir perfectamente con una calificación de 'doble A".
Pero donde coinciden los tres expertos consultados por VP es que hay que recortar el gasto, muy especialmente el público, a la vez que hay que aumentar los ingresos. "Sin crecimiento el déficit no bajará y tampoco se pueden esperar los crecimientos de antaño", apunta Santiago, "por lo que es necesaria una optimización de la política presupuestaria".
Pero, al margen de factores endógenos, los mercados siguen mirando hacia Alemania para ver si una vez por todas se decide a ayudar a Grecia, una situación que aliviaría en cierto modo los temores de los países más afectados por la crisis actual. Sin embargo, el problema radica en que el próximo 9 de mayo hay elecciones regionales en el país germano, lo cual ha paralizado cualquier toma de decisiones.
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