25/03/2011 Podrá crear un "banco malo" donde volcaría determinados activos, por ejemplo algunos inmobiliarios, separado de la entidad más interesante a los ojos del inversor y con más valor, que sería la que saldría a bolsa

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VALENCIA (P/EFE). Bankia, el grupo de Caja Madrid, Bancaja y las cajas Insular de Canarias, Laietana, Ávila, Segovia y Rioja, ratificó ayer la transferencia a su favor del negocio de las siete cajas que lo forman.

En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el banco presidido por Rodrigo Rato explicó que Bankia acepta recibir el negocio de sus cajas, después de que las asambleas generales de cada una de ellas hayan aprobado el traspaso.

A partir de ahora, Bankia pasa a integrar todos los activos y pasivos de las siete cajas, a excepción de las marcas, las obras sociales, los montes de piedad y algunos edificios históricos.

El traspaso de activos y pasivos de Bankia se enmarca en el modelo de integración desarrollado por el grupo y que le permite reforzar su solvencia.

Además, en un comunicado, el banco, que aspira a debutar en bolsa este año admitió que integrando el negocio de las siete cajas, su proyecto puede ser "mejor entendido y valorado por los mercados".

Por otro lado, la junta general de Bankia también ratificó las tres adendas al contrato de integración que fueron aprobadas en su momento por el consejo de administración de la entidad.

La primera adenda hace referencia a la cesión a Bankia de los derechos políticos en entidades controladas por las cajas, mientras que la segunda aborda la cesión al banco por parte de las cajas de los activos y pasivos.

Por último, la tercera adenda abre la posibilidad de que puedan excluirse de la sociedad que salga a bolsa determinados activos, con el fin de optimizar su atractivo para los inversores y su valoración, tal y como aprobó el consejo de administración de Bankia a mediados de febrero.

Esto posibilita a Bankia crear lo que se conoce como un "banco malo", en el que volcaría determinados activos, por ejemplo algunos inmobiliarios, separado de la entidad más interesante a los ojos del inversor y con más valor, que sería la que saldría a bolsa.