El Gobierno del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se ha propuesto acabar con la piratería de raíz. El Ejecutivo estadounidense está dispuesto a perseguir la distribución de contenidos sin derechos de autor con todos sus medios. Para esta batalla, han confeccionado una nueva propuesta para su Congreso enfocada a aumentar las sanciones y las persecuciones. El documento se ha dado a conocer como 'El libro blanco de la propiedad intelectual'.
Desde el inicio del documento el Ejecutivo deja clara su postura: considera que la piratería "causa daños económicos y amenaza la salud y la seguridad de los consumidores estadounidenses". En el documento se tratan los temas de la piratería, la distribución por Internet de medicamentos y cuestiones de espionajes que puedan afectar a la seguridad del país.
En el caso de la piratería, la propuesta que pretende llevar al congreso el gobierno americano se muestra muy severa. Según el documento, las penas actuales contra los piratas no son suficientes. 'El libro blanco' defiende una subida de las penas y un tratamiento diferente para todos aquellos usuarios que sean reincidentes.
Las autoridades norteamericanas señalan directamente a países extranjeros como una de sus preocupaciones en cuestión de piratería. "Sitios web con sede y control extranjero son una fuente de preocupación especial", comentan en el informe.
El análisis que han realizado los expertos de la Casa Blanca también introducen un nuevo agente a perseguir. "Uno de los cambios tecnológicos recientes es el streaming de contenido ilegal" explican en el 'Libro blanco'. Las autoridades consideran que su código penal debe incluir no solo la distribución sino también reproducción de estos contenidos como un delito.
La propuesta del Gobierno es que esta práctica sea condenada, persiguiendo a los usuarios que estén consumiendo este tipo de contenidos. En el 'Libro blanco' se precisa que "las infracciones por streaming o por otras nuevas tecnologías deben ser consideradas infracciones graves". De esta manera se propone la posibilidad de que las autoridades tengan acceso a la información que les pueda ayudar a perseguir a las personas que no respeten los derechos de autor en la distribución o el consumo de contenidos en streaming.
Otra de las novedades que el equipo de Obama pretende llevar al congreso de Estados Unidos es aumentar las intervenciones por parte de los equipos de seguridad informática del país en caso de detectar actividades que pongan en riesgo la seguridad nacional. Los supuestos en que se podría incurrir en actividades de espionaje se podrían ver aumentadas, haciendo que las autoridades pudiesen intervenir comunicaciones o contenidos.
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