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VALENCIA. La hipotética pero previsible victoria del PPCV en las elecciones autonómicas tendrá como consecuencia la reducción de consellerias ya anunciada por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Pese a que el equipo de Presidencia asegura estar centrado "únicamente" en los comicios, en la sala de máquinas del Palau de la Generalitat también se hacen cábalas sobre la reestructuración del Gobierno valenciano. 

De trece a diez. Ese es el recorte de carteras planteado. Las consellerias en el punto de mira para su desaparición como entes independientes son las de Turismo y Solidaridad. Son las más ‘jóvenes' y de menor peso histórico. La primera, subsecretaría en el pasado, nació escindida de Industria y Comercio en 2004. Las titulares que han pasado por la cartera no han terminado de sacarle un rendimiento importante. La segunda ha obtenido buenos resultados de la mano de Rafael Blasco, aunque es probable que el conseller esté llamado a tareas mayores en la próxima legislatura. "Es difícil que esa cartera tenga protagonismo en manos de cualquier otro responsable", reconocen fuentes de Presidencia.

Las fuentes consultadas apuntan a que la opción sencilla sería fusionar de nuevo Cultura con Educación, unir Solidaridad y Ciudadanía a Bienestar Social e integrar Turismo en alguna de las consellerias de mayor tamaño. En el gobierno murciano, por ejemplo, la cartera de Cultura está unida a la de Turismo.

No obstante, hay fórmulas más complejas que harían recobrar importancia a las macroáreas. "Que sólo desaparezcan tres consellerias no significa que las demás vayan a quedarse como están ahora. Se estudiará cómo se pueden optimizar los resultados", señalan las fuentes consultadas.

La conselleria a priori intocable será la de Sanidad. "Es una cartera de mucha envergadura y en el pasado ya se desgajó Bienestar Social para liberarla", comentan fuentes de esta área. También es probable que las consellerias de Gobernación y de Agricultura, Pesca y Alimentación, se mantengan sin cambios.

CONSELLERIAS 'XXL'

Donde sobrevuelan más incógnitas son las consellerias relacionadas con el desarrollo económico y empresarial. Carteras como Infraestructuras y Transporte; Industria, Comercio e Innovación; Medio Ambiente, Agua y Urbanismo y Vivienda; o la propia Economía, Hacienda y Empleo, son objeto de estudio para aumentar su rendimiento.

La idea de construir una ‘megaconselleria' al estilo de la cartera de Obras Públicas, Urbanismo y Transporte que existió durante la era Zaplana se escudriña como opción posible. Ahí quedaría integrada Infraestructuras y los segmentos correspondientes de la actual cartera de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda. Otras fuentes, sin embargo, verían "lógico" fusionar Industria, Comercio, Infraestructuras y Transporte en una macroárea.

La Conselleria de Economía también es objeto de teorías. Hay quien la vincula a Industria en el próximo Gobierno, pero las fuentes consultadas por este diario señalan que se mantendrá en esencia tal y como hasta ahora. En todo caso, puntualizan, verían "apropiado" separar las competencias de Administraciones Públicas y adjuntarlas a Economía. "Realmente es donde deberían estar y no en Justicia", comentan fuentes del Gobierno valenciano.

Un auténtico ‘sudoku' administrativo al que deberá hacer frente el presidente Camps si logra revalidar la victoria electoral. Pese a la dificultad de resolver el puzzle, la reducción no viene a significar más que una vuelta a la normalidad en la constitución del Consell ya que, hasta la presente legislatura, no se habían superado las diez carteras ni las dos vicepresidencias. Resulta lógico, por tanto, la disminución de un número de consellerias que se había disparado justo en los años en los que más ha arreciado la crisis económica.