MADRID (EP). Un total de tres de cada diez valencianos está empleado en la misma ciudad en la que ha nacido, por lo que las personas originarias de la Comunitat Valenciana son de las que menos se mueven de su región para trabajar, según indica el IV estudio de movilidad laboral realizado por Randstad.
Asimismo, los trabajadores menos móviles se localizan también en Canarias y Cataluña. Por el contrario, los profesionales más móviles son los nacidos en Castilla y León y Extremadura, donde cuatro de cada diez personas tienen que cambiar de ciudad para trabajar, seguidos de Castilla-La Mancha, donde se cambian de localidad tres de cada diez personas.
Por último, el informe revela que el 71 por ciento de los universitarios estaría dispuesto a cambiar de ciudad por trabajo, junto con el 70,5 por ciento de las personas que cursan Bachillerato, por lo que señala que el nivel de formación influye en estas decisiones, dado que sólo el 58 por ciento de los encuestados sin estudios se desplazaría por empleo.
El estudio indica que el 65 por ciento de los trabajadores españoles estaría dispuesto a cambiar de residencia para conseguir un empleo, un 3 por ciento más que el año pasado. La encuesta, realizada a 1.000 personas, destaca que si únicamente se tiene en cuenta a los desempleados, el porcentaje se eleva hasta el 68 por ciento de los encuestados, idéntica cifra a la registrada en 2010.
De entre los activos laboralmente, seis de cada diez estarían dispuestos a cambiar de ciudad por un motivo profesional, lo que demuestra el grado de preocupación que existe entre los ciudadanos que no se encuentran en paro, ya que el pasado año barajaba la opción sólo un 56 por ciento de los encuestados.
Por sexos, el informe refleja que los hombres, con un 69 por ciento, son más proactivos a cambiar de ciudad para conseguir empleo que las mujeres, con un 61 por ciento. No obstante, las féminas han cambiado sus perspectivas de un año para otro, ya que la cifra es cinco puntos superior a la registrada hace doce meses.
Asimismo, el estudio destaca que son los jóvenes, entre 25 y 34 años, el colectivo más dispuesto a mudarse por motivos laborales, con un 70 por ciento. Por el contrario, son los españoles con edades comprendidas entre los 45 y los 65 años los más reticentes a la hora de cambiar de ciudad, ya que solo un 39 por ciento de ellos accedería a cambio de trabajo.
CAE LA MOVILIDAD LABORAL DE LOS INMIGRANTES
En relación a la nacionalidad, la encuesta muestra aunque los inmigrantes suelen tener una disponibilidad mayor al cambio de ciudad frente a los españoles, 69 y 66 por ciento, respectivamente, esta cifra desciende doce puntos porcentuales respecto a la registrada en 2010.
Randstad achaca este cambio de tendencia al arraigo experimentado por muchos de los inmigrantes que ya se han establecido en diferentes zonas de España, de ahí que se asimile el nivel de movilidad entre nacionales y extranjeros.
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