MADRID (EP/VP). El alargamiento de la vida de las actuales centrales nucleares hasta los 60 años permitirá ahorrar 7.000 millones de euros en inversiones durante los próximos veinte años y reducirá los costes de la factura eléctrica en 2.000 millones de euros al año, según las conclusiones de un estudio de PriceWaterhouseCoopers (PWC) acerca de los distintos escenarios energéticos en España en 2030.
Este informe, incluido en la obra 'Asuntos relevantes de la energía en España', publicada por el Club Español de la Energía, pide que no se descarte la tecnología nuclear como alternativa de futuro y presenta cuatro escenarios posibles de 'mix' energético para 2030.
Entre unos escenarios y otros hay unas diferencias de inversión de 70.000 millones de euros, si bien el informe advierte de que en todos ellos se aprecia la necesidad de realizar un "gran esfuerzo industrial".
De hecho, PWC adelanta que el sector eléctrico española deberá elevar en entre 3.500 y 5.000 megavatios (MW) al año su capacidad instalada, para lo que tendrá que invertir entre 4.000 y 8.000 millones de euros en cada ejercicio.
El escenario más caro, indica, con un coste de inversión de unos 170.000 millones hasta 2030, es el de un parque renovable equivalente al 50% de la potencia instalada y el cierre progresivo de las centrales nucleares. Si las nucleares se conservan hasta los 60 años, como establece el segundo escenario, será posible alcanzar un 50% de renovables con un coste 7.000 millones inferior.
El escenario más barato, con un coste de 98.335 millones, consiste en alcanzar un 30% de renovables y en alargar la vida de las nucleares, mientras que el último escenario incluye la construcción de tres nuevos grupos nucleares de 1.500 MW y el mantenimiento de las renovables en el 30%.
Esta apuesta por la construcción de plantas nucleares, asociada a un 30% de renovables, costará en total 111.228 millones, esto es, casi 13.000 millones más que mantener el parque nuclear sin poner en marcha nuevas centrales.
Los dos primeros escenarios implican un aumento de la capacidad instalada entre 2010 y 2030 del 118%, mientras que en los dos últimos el incremento de la potencia se sitúa en el 79% y en el 78%, respectivamente.
Tanto los escenarios en los que se contempla el cierre de las nucleares como los que recogen el alargamiento de su vida parten de la base de que en 2013 el Gobierno cerrará la central nuclear de Santa María de Garoña.
MENOS NUCLEAR, MÁS DEPENDENCIA
En términos de autoabastecimiento eléctrico, esto es, sin incluir la energía que se consume en otros ámbitos como el transporte por carretera, el sistema español alcanzará el mejor porcentaje, del 58%, si aplica el segundo escenario, esto es, si alarga las nucleares y alcanza un 50% de renovables.
La opción que menos contribuiría a reducir la dependencia energética española sería la de un 50% de renovables y el cierre de las nucleares. En este escenario, el autoabastecimiento sería del 33%, frente al 48% actual, de modo que el cierre de las plantas tendría un efecto especialmente negativo.
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