Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Economía incumple con Unión Gremial el criterio que aplicó para excluir a Anged del Observatorio
• El 'problema valenciano' se cuela en Madrid
• A quién le sube y a quién le baja los impuestos Joan Ribó

VALENCIA (VP/EP). La economía valenciana continúa su proceso de ajuste interno, asimilando los excesos que tanto por el lado de la demanda como por el lado de la oferta se produjeron durante la anterior etapa de expansión. Según los indicadores disponibles, durante el cuarto trimestre del año la economía mantuvo su actividad en niveles próximos a cero.

Según el estudio, la retirada de los estímulos fiscales y la contención del gasto público han puesto de manifiesto que la demanda interna resulta todavía insuficiente para consolidar el proceso de recuperación. Por el contrario, la demanda externa volvió a mostrar signos de mayor dinamismo y ha sido, al igual que en el resto de España, la que ha "tirado" de nuestra economía. Desde el lado de la oferta, los datos agregados siguen mostrando comportamientos sectoriales poco homogéneos. A su vez, el dinamismo de las empresas que han sabido reenfocar con éxito su estrategia, se ve estadísticamente neutralizado por los malos resultados de otras muchas empresas y por la ausencia de actividad de las empresas que han cerrado.

LAS EXPECTATIVAS: EL TURISMO Y EL MERCADO EXTERIOR

En términos generales, el informe de la CEV destaca el deterioro de las ramas relacionadas con "material de transporte", las empresas de "información y comunicación", "servicios a empresas" y "madera". Otras, como "azulejo, "textil" y "material y equipo eléctrico, electrónico" mostraron una evolución más dinámica. Las ramas de "transporte y almacenamiento" y en menor medida el "comercio", también han recuperado parte de la actividad. Por su parte, la "construcción" continuó estancada en niveles contractivos, y en el sector primario siguen sin resolverse los graves problemas estructurales. En el sector exterior se ha evolucionado favorablemente: las exportaciones aceleraron su tasa positiva hasta niveles del 13,5 % % y las importaciones hasta niveles del 19,9 %. Como resultado, la tasa de cobertura acumulada se situó en diciembre en el 96,3 %; 18,3 puntos por encima de la media nacional.

En el ámbito laboral, tras un cuarto trimestre relativamente suave, el paro ha vuelto a subir desde principios de año, aunque con menos intensidad que en los últimos años. La EPA correspondiente al cuarto trimestre rebajó el número de desempleados, situando la tasa de paro en el 22,91 %; 2,5 puntos por encima de la media nacional (20,33 %).

El incremento de precio de los productos energéticos, así como el de ciertas materias primas básicas ha espoleado de nuevo la inflación, situándose el IPC de diciembre en el 2,9 %; una décimas por debajo de la media nacional (3,0 %). El IPC ha continuado subiendo durante los meses de enero y febrero, abriendo de nuevo la brecha con respecto a la media de la zona euro. Un reciente informe de Funcas sobre el crecimiento regional en 2010 estima que la Comunitat Valenciana se contrajo durante 2010 un 0,35 % de media; cerca de un cuarto de punto más que la media nacional (-0,11 %). Con respecto al primer trimestre de 2011, la debilidad de la demanda interna, la contención del gasto y la inversión pública , así como los problemas de acceso a la financiación, retraen optimismo en la mayoría de los sectores. Las expectativas más positivas se concentran en las ramas relacionadas con la el sector exterior, así como en los servicios relacionados con el turismo.

La economía española en su conjunto recuperó durante el cuarto trimestre del año el incipiente proceso de mejoría interrumpido durante el trimestre anterior. En términos intertrimestrales el PIB avanzó un 0,2 % y en términos interanuales un 0,6 %. Con ello, el crecimiento medio de 2010 se situó en el (-0,1 %), lo que supone una diferencia de cerca de dos puntos con respecto al crecimiento medio de la zona euro (1,8 %). En el avance se consolidó la ralentización de la aportación negativa al PIB, así como la aceleración de la aportación positiva de la demanda externa. Los dos principales componentes de la demanda interna -consumo e inversión- mostraron una tendencia favorable.

EL MERCADO EXTERIOR TIRA DE ESPAÑA

Por su parte, las medidas de austeridad pública aceleraron el retroceso en el gasto público. La demanda exterior neta volvió a tirar de nuestra economía, ampliando su aportación positiva al crecimiento agregado. Tanto las exportaciones como las importaciones desaceleraron su trayectoria positiva, pero las primeras con mayor intensidad.

Por el lado de la oferta, todas las ramas de actividad, excepto la construcción, mostraron un comportamiento positivo durante el último trimestre del año. Con la excepción de las ramas primarias y la energética, en el resto de las actividades privadas el paro continuó creciendo durante el cuarto trimestre, situándose la tasa de desempleo en el 20,33 %; el doble que la media de la Unión Europea (10,0 %). En enero y febrero, el paro continuó subiendo, aunque a tasas menos intensas que el los años anteriores. La inflación se aceleró a partir de noviembre, debido fundamentalmente al incremento de los precios energéticos. En diciembre el IPC se situó en el 3,0 % y continúa desde entonces en una senda alcista. De cara al 2011, se prevé que continúe la mejoría de la demanda externa, capaz de compensar la todavía débil demanda interna. Para el conjunto del año, la economía española avanzará en torno al 0,8 %, con un perfil trimestral de tasas intertrimestrales positivas y paulatinamente crecientes. La tasa de paro registrado se situará en el entorno del 20 %. El mercado de trabajo podría comenzar a generar empleo neto en los últimos trimestres del año.

ENTORNO INTERNACIONAL

Durante el último tramo del año, la recuperación de la economía mundial se aceleró en las economías emergentes, pero se moderó en las economías más avanzadas. Según el último informe del FMI, el producto mundial creció en 2010 un 5,0 %, sustentado sobre el crecimiento de las economías emergentes, que en su conjunto avanzaron un 7,1 %. Las economías avanzadas crecieron de media un 3 %, lideradas por EE.UU. y Japón.

La Unión Europea mostró el crecimiento más débil de las áreas avanzadas. Ante esta situación, el Fondo ha revisado al alza las previsiones de crecimiento mundial para 2011, hasta el 4,4 %. Dicho crecimiento lo seguirán liderando las economías emergentes, destacando las asiáticas. Las economías avanzadas ralentizarán su crecimiento hasta el 2,5 %. Las previsiones para Europa se mantienen en el 1,5 %, debido a los esfuerzos que deben hacer los países para reducir sus déficit públicos y, en algunos casos, para superar los problemas soberanos y financieros. EE UU. continuará liderando en 2011 el crecimiento de este grupo.

Gracias a las medidas de estímulo que sigue aplicando, la economía norteamericana logrará acelerar su crecimiento hasta el 3,0 %. No obstante, el Fondo reconoce que las previsiones están sujetas a numerosas incertidumbres, como las tensiones en los mercados de divisas, la creciente debilidad del mercado inmobiliario en EE.UU, la falta de avance en la consolidación fiscal de las economías avanzadas, el recalentamiento de las economías emergentes y las cada vez mayores presiones inflacionistas. Las tensiones geo-estratégicas en el Magreb están provocando fuertes subidas en los precios energéticos con los consiguientes efectos sobre los niveles de inflación. En este sentido, el Banco Central Europeo se ha situado en una postura de "fuerte vigilancia", que podría conducir a una senda de subidas de tipos de interés y con ello a la ralentización de la recuperación económica de la zona euro.