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VALENCIA (VP). El Ayuntamiento de Valencia ha mostrado su intención de redactar, mediante consenso político, una Carta Municipal que otorgue a la ciudad el reconocimiento de 'cap i casal' y la autonomía local como capital.

Esta regulación diferenciaría Valencia no sólo del resto de los municipios del Estado, si no de la propia Comunitat, en materias tan variadas como organización municipal, distritos, potestad normativa, participación ciudadana, derechos de los vecinos, organización municipal ejecutiva, y competencias tales como urbanismo, infraestructuras, vivienda, transportes, movilidad, telecomunicaciones, medio ambiente, salud pública, servicios sociales, juventud, cultura, deportes, educación, seguridad ciudadana o protección civil.

Pese al reciente anuncio, por parte de la alcaldesa, del inicio de elaboración del documento por la necesidad que plantea la Ley de Régimen Local de la Comunitat Valenciana de dotar a Valencia de un estatuto de capitalidad, el gérmen de la carta se remonta a la anterior legislatura.

En junio de 2005, durante la redacción del Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana, el Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Valencia, convocó un pleno extraordinario en el que defendió la introducción de dos enmiendas en el Estatuto de Autonomía, entonces en proceso de reforma, para que contemplara que la capital de la Comunitat Valenciana es la ciudad de Valencia y que introdujera una disposición en la que se establecía que "la ciudad de Valencia dispondrá de un régimen especial". 

Según fuentes del PSPV, el PP "no quiso aceptar la inclusión de tal ley de capitalidad". Pero ahora, con la reciente aprobación de la Ley de Régimen Local, el Ayuntamiento resucita la iniciativa socialista para determinar el funcionamiento de un municipio moderno. Se otorgará a la ciudad un estatuto propio con cuestiones como la organización de un régimen jurídico y funcionamiento de administraciones con competencias propias. Este hecho contrastaría con las afirmaciones de Barberá: "Es un instrumento que vamos persiguiendo hace mucho tiempo, yo creo que desde antes de la democracia".

ATRAER FINANCIACIÓN

El repentino interés de Barberá por adoptar una Carta Municipal podría provenir  también de las ventajas que dicho texto representaría para la ciudad. La ley de capitalidad, al diferenciar las competencias del Ayuntamiento frente a las de la Generalitat y las del Estado central, permitiría obtener financiación de las aministraciones superiores que delegasen determinadas competencias en el municipio.

Y si la ley siguiese el modelo de Barcelona, esa financiación provendría a través de otras administraciones con las cuales el Ayuntamiento tendría que colaborar a través de la creación de consorcios. Pero precisamente, este tipo de colaboraciones y división de competencias no se encuentran contempladas en el borrador del texto.

Desde el PSPV entienden este hecho porque "Barberá ha gobernado siempre sin ninguna legislación ni poder político que la encorsetara", y la creación de estos consorcios pedirían de su parte para responder con las ayudas financieras que el Ayuntamiento desea.

Por otra parte, estas ayudas podrían suponer una redirección de los presupuestos de la Generalitat hacia Valencia, en detrimento de otros municipios y provincias, razón que podría explicar, según fuentes del Partido Socialista, que se haya tardado tanto en tratar, "aunque la redacción de una ley de capitalidad en Valencia no eximiría a otros municipios de poder redactar la suya".

Para la elaboración de la carta se ha creado una comisión mixta formada por tres miembros de la Generalitat, cuyos nombres no han trascendido, y por otros tres, del ayuntamiento: Carmen Alborch, portavoz del Grupo Municipal Socialista; el primer teniente de alcalde, concejal delegado de Grandes Proyectos y portavoz del Grupo Municipal Popular, Alfonso Grau; el concejal delegado de Coordinación Jurídica, Félix Crespo.

POCA PROFUNDIDAD DE LA CARTA

Las criticas del Partido Socialista vienen por "la falta de profundidad del texto". El borrador que el Ayuntamiento ha enviado al grupo de la oposición constaba de 49 artículos (frente a los 140 de la carta de Barcelona), "con unas 15 líneas describiendo símbolos, himno y bandera" pero con escasa o "ninguna" profundización en materias como organización del área metropolitana, iniciativas económicas, relaciones con el estado, financiación, diversificación de las competencias ni planificación estratégica.

De especial relevancia para el PSPV es la falta de vinculación con la Universidad, "Valencia es una ciudad, no de espaldas al mar, sino de espaldas a la Universidad, con una grave carencia de feedback a la institución que constantemente presenta informes y estudios que bien podrían ayudar al gobierno del municipio". Ante estas carencias, "el PSPV presentó 250 propuestas sobre empleo, estrategia económica y juventud" inspiradas en las leyes de capitalidad de municipios como Barcelona o Santiago de Compostela. Críticas a las que el Ayuntamiento no ha dado respuesta cuando Valenciaplaza.com ha intentado contactar con la administración.

No se trataría del primer caso de reconocimiento de capitalidad en España. Si bien Madrid tiene su ley con un reconocimiento especial de la ciudad como principal municipio del país, Barcelona tiene una Carta Municipal que ha servido como modelo para la redacción de los textos en otras ciudades. Así es el caso de Palma de Mallorca. Santiago de Compostela, Zaragoza y Santa Cruz de Tenerife junto a Las Palmas de Gran Canaria son otros municipios que ya cuentan, si no con un estatuto propio como capital, sí con un reconocimiento dentro de sus estatutos autonómicos.

-Ley de Capitalidad de Madrid

- Carta Municipal de Barcelona