VALENCIA (VP). Una treintena de instituciones sectoriales de toda España se reúnen en la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad para debatir, informar y mejorar la Ley 15/2010 de Medidas de Lucha contra la Morosidad en las Operaciones Comerciales. Con el fin de dar a conocer a las empresas las herramientas y criterios básicos de la nueva normativa, esta agrupación presenta este martes en Valencia una sesión informativa sobre la aplicación de la legislación.
La Plataforma explica a sus asociados una serie de pasos a seguir para recuperar una factura impagada. Medidas que, sin embargo, son difícilmente aplicables a la morosidad en la empresa pública. Pedro Torres, presidente de la agrupación incide en la importancia de la deuda pública como iniciador de la "cadena de impago que se extiende por todos los suministros".
Torres diferencia del resto la deuda histórica de las administraciones "difícil de recuperar pese a la nueva Ley" y resalta la "necesidad de cambio de mentalidad en los acreedores para practicar una gestión eficiente y equilibrada". Así, culpa al Gobierno y especialmente al Ministerio de Hacienda por la eliminación del crédito ICO de 30.000 millones de euros para financiación urgente de administraciones locales.
"La Ley nació con un buen espíritu, pero se deterioró, y por ello precisa cambios", explica Torres, que recuerda que España es, detrás de Grecia, el país de la UE donde mayor perjuicio encuentran los acreedores para cobrar los impagos.
NEGOCIACIÓN AMISTOSA
La Plataforma ha remitido ya más de 250.000 circulares a empresas de distintos sectores para informar de las acciones que deben emprenderse cuando la empresa padece un caso de impago. Asimismo, la asociación ha creado una comisión jurídica que se encarga de dar un primer paso, "amistoso", con las empresas no cumplidoras de la nueva legislación, informándoles del perjuicio que ocasionan con la morosidad y haciéndoles conocedoras de las sanciones a las que se enfrentarían de continuar prorrogando el impago.
"La Ley expresa que el que no cumple el pago se encuentra en una posición dominante", así, el presidente de la Plataforma recuerda a las empresas adheridas y sus morosos que existen vías para hacer cumplir la ley de la morosidad en sus relaciones con las administraciones, reclamando, en primer lugar, por escrito a la Administración el cumplimiento de la obligación de pago. Si transcurrido un mes la Administración no hubiese respondido, se podrá presentar recurso contencioso-administrativo, y la Plataforma asesora a los acreedores en este trámite.
Cuando la empresa informada prosigue en el impago, "el Consejo Nacional de Competencia encuentra ya indicios razonables, por lo que se inicia para compañía una serie de sanciones que pueden tener un importe muy alto". Aunque Torres recalca que todas las denuncias son confidenciales y pueden tener si se desea, carácter anónimo, por lo que anima a los acreedores a denunciar las demoras. "El carácter confidencial permite que el acreedor no entre en un incómodo conflicto directo con el deudor".
Entre los conferenciantes con los que cuenta la Plataforma para estas jornadas con las que recorren España, se encuentra el morosólogo Pere Brachfield, que acuña una definición que bien podría definir el papel de mediación de la Plataforma: "el cobro de los impagados es el arte de sugerir al deudor moroso las razones por las cuales ha de pagar su deuda".
ANTE EL MOROSO, PSICOLOGÍA Y FIRMEZA
Así, Brachfield aconseja al acreedor la aplicación de "psicología aplicada, conocimientos de derecho y nociones de finanzas" cuando negocia el cobro de una factura. Además, recomienda al empresario un análisis sobre las expectativas de cobro y viabilidad de la negociación con el moroso.
Desde la agrupación, se recomienda el contacto con los otros proveedores del sector y asegurarse que el deudor está bien informado de las características e implicaciones de su deuda, para lo que conviene tener siempre disponibles copias de las facturas. Desde el principio se aconseja el acercamiento amistoso con el moroso, cambiando términos negativos como "impago, morosidad o deuda" por eufemismos como "incidencia de cobro".
Brachfield recalca también la importancia de los primeros segundos de la llamada al deudor, pues la imagen que se cree será crucial. Por ello se recomienda no parecer agresivo, ni por el contrario pasivo o incompetente. Lo correcto: un lenguaje duro pero correcto y una base argumental para reconducir la conversación y hacer entender al interlocutor el problema de la deuda.
Puede que todo lo anterior no funcione y se necesite advertir al deudor de los riesgos de pasar a un registro de morosidad; y más allá de esto, quizá se tenga que recurrir a empresas de cobro de deuda, más conocedoras de los métodos legales y legítimos contra el impago.
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