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VALENCIA (VP). Hace una década, las empresas afrontaron el cambio hacia el escaparate digital, el posicionamiento en Internet, mediante páginas web corporativas que presentasen sus productos. Un lustro más tarde, la llegada de la web 2.0 les obligó a incorporar la retroalimentación y atención al cliente en esos nuevos sites más elaborados. La conversión a la que hoy se enfrentan es al negocio móvil.

Pero "el futuro va a ser móvil", es ahora la consigna que repite Óscar Carrió, product manager de Kirubs Mobile Life Style, empresa alicantina con sede en Reus, que desarrolla software para móviles y redes sociales.

Gracias a democratización de los teléfonos inteligentes, todos con conexión a internet, el mercado de las aplicaciones móviles creció más de un 60% durante 2010. Según un informe de Cisco VNI, en 2015 habrá más de 5.600 millones de dispositivos personales conectándose a redes móviles, a los que se añaden otros 1.500 millones de conexiones entre máquinas. La suma de todos ellos equivale casi a una conexión móvil a la red por cada habitante del mundo.

Desde Kirubs lo tienen claro: "Frente al ordenador estás como mucho 8 horas de trabajo y dos más de tiempo libre, pero el móvil lo llevas encima todo del tiempo". Así que muchos jóvenes programadores, gran parte de ellos, en el paro, encuentran en este sector emergente un caldo de cultivo perfecto para iniciarse como emprendedores y desarrollar sus conocimientos.

DOMINIO PYME

Según explica Carrió, este ámbito lo están dominando las pymes. "Al ser un mercado nuevo, todavía no hay gente cualificada para hacer los desarrollos. Formar a un empleado siempre cuesta mucho y que cambie ya es un éxito, por ello las grandes firmas no han empezado a enterarse, dejando ese gran hueco a las pequeñas empresas". De hecho, Kirubs lleva sólo un par de meses en funcionamiento, su personal lo componen nueve personas, en breve aumentarán plantilla y sus perspectivas de negocio, como las de todo el sector son "muy prometedoras".

Según la consultora Research2Guidance, en España hay 13 millones de usuarios de aplicaciones en sus smartphones y tabletas y los ingresos del sector en España suman 256 millones de euros.

La restricción de crédito no es ajena a este tipo de emprendedores, que por fortuna para el negocio, inician el trabajo con una inversión mínima para oficina y equipo informático. "El único capital imprescindible es el talento. En Kirubs hemos conseguido  cierto respaldo de los bancos tras haber iniciado ya el negocio y presentarles muchas firmas, muchos contratos".

Y si por tamaño, las pymes controlan un sector en auge, por región, Cataluña "va un poco por delante, pero es cuestión de meses el tema del desarrollo en la Comunitat valenciana". Durante el pasado Mobile World Congress, de referencia internacional en la tecnología móvil, los programas para el móvil fueron uno de los ámbitos triunfadores, lo que hace sospechar que las grandes empresas pronto entrarán en el mercado.

Este tipo de empresas realizan aplicaciones propias, "lo que da renombre como empresa innovadora", pero empiezan a encontrar empresarios interesados en llevar su marca más allá de la pantalla del ordenador. Medios de comunicación y entidades bancarias han sido los primeros en sumarse a la presencia móvil, pero el sector del turismo y la restauración también se han percatado ya del negocio virgen. Entre los clientes de Kirubs, se encuentran municipios como Calpe, para quien desarrollaron una aplicación con todo tipo de información turística con infoguías.

El restaurante vasco Etxanobe, considerado uno de los mejores de España, presenta su carta a los comensales con todo lujo de detalles en un iPad, cuya aplicación corre a cargo de estos valencianos, que también han trabajado con hoteles, tiendas y redes organizadoras de eventos.

"Les explicamos que hay que diferenciarse de la competencia, ser los primeros en innovación y modernidad". Cuanto a lo estrictamente funcional, muchas compañías encuentran que aún es pronto para vender sus servicios por este canal "porque la mayoría de personas aún no dispone de smartphones y además, el mercado tiene que adaptarse a ello". Carrió cita un ejemplo claro. "A la hora de alquilar casas, el sistema de búsqueda mediante una aplicación en el móvil es muy cómodo, pero siendo realistas, nadie alquila una casa por este sistema. Al final termina yendo a verla".

En sectores como la restauración se empieza a sentar precedente, como la cadena norteamericana Starbucks Cofee, que regala un café al cliente que haga un check-in (geolocalizar en las redes sociales) al llegar. "Tiene todo el sentido que esté en el móvil, porque si estás ahí, con sólo darle a lo que quieres del menú, ya lo puedes comprar. En general es difícil convencer a los empresarios más tradicionales, pero poco a poco lo van viendo más claro el 'tener que estar'".

FUNCIONALIDAD Y VALOR AÑADIDO

Los desarrolladores de aplicaciones para móvil intentan aportar un valor añadido, más allá de la funcionalidad. "Hoy en día se obtiene más prestigio con una aplicación móvil que una web, y el hecho de poder compartir ese check-in con sus contactos en Twitter o Facebook le da un toque de modernidad a la empresa".

Y nuevamente, más allá de la utilidad que se pueda aportar al usuario, se trata de otra forma de publicidad. "Lo que es importante es tener tu aplicación porque si cada día pasan por el menú de aplicaciones y ven tu icono, tu marca, aunque no la usen cada día, consigue que te consideren algo familiar, recurrente, que te recuerden".