XIMO AGUAR. 24/02/2011 Las facturas impagadas alcanzan a multinacionales, grandes empresas o laboratorios farmacéuticos, pero también a empresas de menor tamaño de seguridad, limpieza o reformas. Al propio IVO se le llegó a adeudar 1,5 millones de euros entre 2006 y 2007

-Sanidad asegura que ha reducido un 80% los intereses de demora

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VALENCIA. Los retrasos en los pagos de la Conselleria de Sanidad se han convertido en un problema de difícil solución que repercute en el bolsillo de los valencianos. Entre 2006 y julio de 2009 se contabilizaron 565 sentencias en contra de la Generalitat en este área por valor de 413,9 millones de euros. En el apartado de intereses de demora, los costes en el mismo periodo de tiempo alcanzaron los 51,1 millones.

La decisión por parte de los diferentes proveedores de acudir a la Justicia está más que justificada. Los casos a los que ha tenido acceso Valenciaplaza.com, que abarcan desde 2006 hasta mediados de 2009, muestran en ocasiones reclamaciones interpuestas 46 meses (casi cuatro años) después de la factura generada. Tras ello, los damnificados han tenido que esperar entre dos y cuatro años más hasta la sentencia y el posterior pago. En total, hablamos de situaciones en las que los proveedores cobran un servicio o un producto ocho años después de haberlo ofrecido.

El problema se agrava en los proveedores más modestos, que se ven asfixiados por los impagos de cientos de miles de euros por parte de la administración. No obstante, las grandes empresas, laboratorios farmacéuticos o multinacionales, también sufren severos retrasos y han llegado a reclamar facturas 30 meses después de ser emitidas con montantes de más de 18 millones de euros. La sentencia favorable a una compañía  a la que se adeudaba un pago pendiente de ese calibre acarreó un gasto adicional por intereses de casi 2,5 millones de euros.

Aunque en general la mayoría de facturas impagadas afectan al tipo de compañías citado en último lugar, las tareas de las empresas perjudicadas por los retrasos son variopintas: desde las dedicadas a servicios de limpieza o vigilancia hasta las que se ocupan de reformas de los centros de salud y hospitales o incluso los propios proveedores de combustible.

Pocos se salvan de las demoras en los pagos. El Instituto Valenciano de Oncología fue a los tribunales en 2006 y 2007 con facturas que habían sido emitidas entre dos y tres años antes por valor de 1.516.148 euros.

Desglosado por ejercicios, en 2006 el montante total de sentencias contrarias a la conselleria ascendió a 139,7 millones de euros, a los que hubo que añadir 17,6 en intereses de demora. En 2007, las sentencias se dispararon hasta alcanzar un coste para las arcas de 209,6 millones de euros, con intereses por valor de 26,1.

A partir de 2008 se detectó un descenso importante de las reclamaciones de los impagados: el coste de las condenas a la conselleria se quedó en 37,2 millones, con lo que los intereses bajaron hasta 4,3. En 2009, sin embargo, con datos hasta el mes de julio, los registros ya se acercaban a los del ejercicio anterior, con costes de las sentencias de 27,3 millones de euros e intereses de demora situados en tres.

Intereses de demora por valor de 20 centros de salud

El diputado socialista y portavoz en materia de Sanidad de su grupo parlamentario en Les Corts, Ignacio Subías, subrayó a Valenciaplaza.com que estos datos reflejan la “mala gestión” de la conselleria.

“Según nuestros cálculos, Sanidad tarda en pagar más de 500 días de media a los proveedores. Casi un año y medio. ¿Cuántas empresas y cuántos trabajadores pone en peligro la Generalitat con esta gestión?”, se pregunta el parlamentario.

Desde el grupo socialista calculan que entre julio de 2009 y 2010, los intereses de demora rondarían los 10 millones de euros, por lo que entre 2006 y el último ejercicio, el total de estos recargos por las facturas reclamadas sobrepasarán los 60 millones de euros. “Todavía no están disponibles estos datos, pero nuestras estimaciones se mueven en esas cifras”, recalca Subías.

“Este dinero equivale a la construcción de más de 20 centros de salud o dos hospitales comarcales. Si se hiciera una mejor gestión, podría haberse destinado los fondos gastados en intereses a ese tipo de proyectos, a contratar más personal donde fuera necesario o a potenciar mejoras en determinadas instalaciones”, concluye Subías.