Las empresas de la industria audiosvisual responsabilizan a Canal 9 de la grave situación económica por la que atraviesan

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VALENCIA / LIDIA MASERES. "La realidad es caótica. Ni nos pagan, ni nos dan trabajo, ni se prevé que se solucione el problema". Tocado y hundido. Así se encuentra el sector audiovisual valenciano, según las productoras y empresas de doblaje. Con un telón de fondo que no augura grandes mejoras, los empresarios de la industria de la cultura divisan un horizonte poco esperanzador. Tal y como afirman, si en un par de meses la situación no cambia, un importante número de empresas valencianas echará el cierre.

La burbuja económica explotó y salpicó a todos, incluida la cultura. Según la asociación Productors Audiovisuals Valencians (PAV), la partida de los presupuestos generales de la Generalitat destinada a ayudas para el sector audiovisual ha descendido un 60% en un año. Este factor, unido al escaso trabajo que tienen y a la morosidad por parte de Radio Televisió Valenciana (RTVV), les ha abocado a la quiebra.

No quieren dar nombres, pero fuentes del sector en Valencia aseguran que poco falta para que alrededor de diez grandes empresas dedicadas a la producción abandonen la industria por problemas financieros. El resto aguanta como puede.

Una de las principales causas de esta grave situación son, según Ximo Pérez, presidente de PAV, las pocas ayudas que reciben desde las administraciones públicas. "El compromiso de la Conselleria de Cultura para 2010 es de 10 millones de euros. Sin embargo, en los Presupuestos generales  de la Generalitat sólo constan tres", explica al teléfono. "La consellera [de Cultura] Trini Miró se comprometió a pedir una póliza para contrarrestar la primera cantidad y confiamos en ello, ya que de lo contrario moriremos", añade.

PROBLEMAS CON CANAL 9

Tras explicar que las subvenciones públicas sólo suponen el 15% del coste total de la producción audiovisual, Pérez apunta a la televisión pública valenciana, Canal 9, como principal parte del problema. Según el presidente de PAV, la falta de liquidez del canal autonómico ha repercutido directamente en su volumen de negocio. Por una parte, afirma que la televisión valenciana paga con una media de 400 días de retraso a las empresas, y por otra, critica el drástico recorte de contratos del ente público con las productoras valencianas.

"Canal 9 es un problema para tomárselo en serio", asegura. Según explica, de los 1.800 trabajadores que tiene la cadena, sobran más de la mitad, ya que entre otras cosas, los sueldos de los funcionarios suponen el 50% del presupuesto, según Pérez, alrededor de 100 millones de euros.

Como Pérez, Enrique Belloch, director de TAV Produccions y del estudio de doblaje Doble Banda, apunta a la televisión valenciana como responsable de la mala situación por la que atraviesan. "La tardanza con la que Canal 9 está pagando hace que los gastos de financiación se coman los beneficios y las arcas de las empresas quedan mermadas".

Además, también considera que el número de trabajadores de la cadena es excesivo y opina que aunque en el canal autonómico se sabe que es así, a nadie se le ocurriría una reducción de plantilla a un año de las elecciones. "TV3 tiene 800 empleados, funciona mejor y es más competitiva", añade.

MENOS TRABAJO, MENOS INGRESOS

Además de la morosidad, los empresarios del sector se quejan de la falta de trabajo que tienen, una vez más, por parte de RTVV. "El problema es que muchos hemos tenido a Canal 9 como único cliente", admite Belloch.

Según PAV, de las 80 productoras que hay en la Comunidad Valenciana, una treintena está especializada en contenidos relacionados directamente con la televisión, pero "sólo tres o cuatro" están trabajando. "Es una situación inviable", aseguran.

Aunque la asociación declara no tener cifras exactas sobre la caída del volumen de negocio, calculan que más o menos la facturación ha descendido un 80%.

Dentro del sector, la industria del doblaje parece que tampoco goza de una buena estabilidad. En la misma línea que las productoras, un portavoz de Tabalet Estudios, pionera en este tipo de compañías y responsable del doblaje de Els Borgia, Les Tortugues Ninja o Shin Chan entre otros, ratifica las anteriores declaraciones: "son momentos muy malos".

Para la responsable de producción de Tabalet, África Pons, el problema no es tanto la caída de trabajo, que también, sino el retraso en los pagos. Asimismo, manifiesta que los encargos de doblaje de Canal 9 han descendido en un 75%.

Valenciaplaza.com intentó, sin éxito, conocer las opiniones de RTVV y de la Conselleria de Cultura.

"Hace cinco años tuvimos que hacer inversiones millonarias para homologar los estudios. Y ahora, ni cobramos, ni trabajamos", sentencia Belloch. Según sus estimaciones, las empresas de doblaje más pequeñas que antes podían llegar a facturar 60.000 euros al año, ahora estarán entre 15.000 y 30.000 euros.

La producción de largometrajes tampoco se queda atrás. José Enrique March, director valenciano con varias producciones a sus espaldas cuenta cómo, para llevar a cabo su última película, El Artificio, ha tenido que invertir el modelo de producción: arriesgar sin contar con las ayudas públicas. Esto significa optimizar recursos, buscar financiación privada y generar trabajo. A su parecer, la crisis no es tanta en la industria del cine porque siempre están mal y no se progresa. La escasa financiación por parte de los bancos es otro de los handicaps, el mismo que tiene todo el tejido empresarial nacional.

A LA BÚSQUEDA DE ALTERNATIVAS

La diversificación es la alternativa que tiene este sector para abandonar el laberinto sin salida en el que está perdido. La revolución de contenidos digitales y la retahíla de nuevas cadenas surgidas con el apagón analógico son varias posibilidades para estas empresas que temen por su continuidad. Sin embargo, y aunque hay más contenidos que producir la inversión es mínima.

"En los canales TDT la publicidad está por los suelos y se produce lo justo para salir a antena, pero algo es algo", dice Pérez.

REVOLUCIÓN DIGITAL

Si la industria audiovisual atraviesa por problemas, las salas de cine no son menos. Relacionado con crecimiento del mundo digital, la empresa valenciana Proyecson presentó la semana pasada, junto a la Sociedad de Empresarios de Cines de España (SECIES), un portal de contenidos digitales alternativos avalado por el Ministerio de Industria a través del Plan Avanza2.

Desde la aparición de las películas 3D muchas salas de cine han tenido que adaptarse a los nuevos tiempos y comprar pantallas digitales valoradas en más de 100.000 euros. El problema lo tienen las pymes, ya que muchas no pueden permitírselo porque no le obtienen rentabilidad.

Enfocado para estas pequeñas salas que están en peligro si no modernizan sus instalaciones en un breve periodo de tiempo, el portal les ofrece contenidos alternativos, como conciertos, series o partidos de fútbol para atraer al público. "Las pymes pagarán en función de la taquilla que hagan, y el acceso al portal es gratis", explica Francisco Lafuente, responsable de Proyecson.