VALENCIA. Atrás quedan los tiempos en los que se reclamaba desde Blanquerías, sede de los socialistas valencianos, la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para apoyar a los dirigentes locales. Incluso se antoja lejano ya el protagonismo que adquirió el proceso de sucesión en el PSPV y sus consecuencias cuando Leire Pajín era secretaria de Organización del PSOE.
Ahora, los ojos de Ferraz –sede federal del PSOE- miran hacia otro lado. Las luchas cainitas en territorio valenciano por la confección de las listas son un problema de segundo o tercer orden. “Ahora mismo en Madrid nadie habla de eso, lo que realmente preocupa es la posibilidad de perder autonomías donde se gobierna”, declaran fuentes socialistas en la capital de España.
La presencia en Valencia el pasado mes de diciembre de Alfonso Pérez Rubalcaba fue un trámite cumplido para Ferraz que no ha evitado el desborde de agua en la maltrecha presa del PSPV. Ahora, las luchas abiertas y las llamadas de socorro por parte de Leire Pajín, Joan Lerma o el propio Jorge Alarte no merecerán, probablemente, más tiempo y atención que la que uno emplea en tomarse un café y, según las fuentes consultadas, el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, no parece animado a pillarse los dedos demasiado con el proceso.
Crisis nacional a las puertas de las elecciones autonómicas
Los motivos de la dejadez hacia el PSPV son obvios. Los socialistas corren peligro de perder varias de las comunidades autónomas que gobiernan desde hace lustros. Así, los sondeos señalan que Aragón y Navarra pasarían a ser dominadas por el PP, que formaría coaliciones para desalojar a los socialistas de los respectivos gobiernos.
Además, las encuestas arrojan un empate técnico en diversas autonomías gobernadas por el PSOE como son Baleares, Castilla La Mancha, Cantabria o Extremadura. En el peor de los casos para los socialistas, perderían el dominio en siete comunidades en las que gobiernan. Tras una debacle de este calibre, el PP hallaría argumentos para exigir un adelanto de las elecciones generales.
Sumado a todos estos factores, emerge el caso especial de Andalucía, posesión histórica del PSOE donde ahora debe emplearse a fondo para defenderse del caso de los falsos EREs. El último sondeo publicado el pasado lunes y realizado por la Confederación de Entidades para la Economía Social de Andalucía (Cepes), refleja que el PP ganaría las elecciones autonómicas en Andalucía al obtener el 46,2% de los votos frente al 39,7% del PSOE.
Así, los socialistas perderían 8,5 puntos respecto a los resultados electorales de 2008, mientras que el PP aumentaría en 7,6 puntos su intención de voto. Esta situación inquieta a Ferraz de forma prioritaria pese a que en Andalucía no se celebrarán elecciones, en teoría, hasta 2012.
El caso valenciano
Los problemas y quebraderos de cabeza para José Luis Rodríguez Zapatero son demasiados. Las urgencias se le acumulan, empezando por decidir si continúa o no. Una buena pista puede ser su valoración –por los suelos- en el último barómetro del CIS (3,3). Rubalcaba fue el único aprobado (5,4).
No obstante, fuentes del PSPV defienden la importancia de la federación valenciana: “Somos los cuartos que más votos aportan en las elecciones generales”, subraya un diputado socialista. Y es cierto. En los comicios de 2008, Zapatero sumó 1.124.414 votos en la Comunitat Valenciana. Por delante sólo quedaron Madrid con 1.401.785 sufragios, Cataluña que alcanzó 1.689.911 papeletas y Andalucía, donde se alcanzaron 2.342.277 votos.
Sin embargo, la victoria en las autonomías donde peligra el gobierno socialista tienen prioridad de las que se saben “perdidas de antemano”, señalan fuentes del PSOE. “Salvo sorpresa que deseamos, en la Comunitat Valenciana no hay opciones de remontar. No obstante, en las últimas dos legislaturas se ha producido el hecho de que el número de votos en las autonómicas se ha mantenido en torno a 800.000 sufragios y, en cambio, en las elecciones generales, se superó el 1.100.000 votos para el PSOE”, explican.
“Esto quiere decir que en las elecciones generales hay margen para aumentar mucho los registros aunque en las autonómicas los resultados no hayan sido notables”, subrayan las citadas fuentes.
Desde Madrid, los dirigentes del PSOE consultados no creen que Alarte pierda su puesto “inmediatamente” aunque se produzca una debacle electoral en la Comunitat. “Tras las autonómicas el debate pasa de inmediato a las generales, lo que suele dispersar y absorber el postpartido autonómico. Lo lógico sería que se esperara a 2012, y se celebrara primero el congreso federal y luego el nacional”, concluyen.
La visión fría y analítica desde Madrid contrasta con la semana caliente y pasional que se vive en Valencia, donde Jorge Alarte, secretario general del PSPV, sigue negociando con los líderes de Castellón y Alicante sobre las listas autonómicas. De momento, el protagonismo se lo lleva el norte, donde la posible entrada de Ximo Puig y Oscar Tena en la lista por Castellón debería ir acompañada de la incorporación de Joan Ignasi Pla por Valencia. Demasiados cambios para el secretario general provincial, Francesc Colomer, quien anunció el lunes que abandonaría la lista si la retocaban.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.