VALENCIA (VP). En un estudio realizado en colaboración con el Banco de España, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que los préstamos morosos y la recuperación de inmuebles por falta de pago seguirán al alza, lo que pesará en los balances del sector financiero.
Especialmente vulnerables son las cajas de ahorro, según el organismo, que instó a que se inicie una reestructuración amplia del sector antes de junio, cuando expira el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Dado que la caída de los precios de la vivienda y la recesión han sido más graves en España que en el resto de la zona euro, algunos analistas se han preguntado si el sector financiero cuenta con provisiones suficientes para resistir el golpe, pese a que entraron en la crisis con unas reservas más altas que en otros países.
El organismo quiso dar una respuesta en su "Informe de Estabilidad Financiera Mundial", divulgado hoy, en el que dedicó una sección a España.
OPTIMISMO
El FMI primero analizó la situación de las entidades españolas asumiendo que sus pronósticos económicos se cumplen y la crisis pierde fuerza.
En ese caso, un 6,3 por ciento de los préstamos de los bancos estarán en mora en el tercer trimestre de este año, así como un 6 por ciento de los de las cajas, pero a partir de ahí la situación mejorará y para finales de 2011 el porcentaje de morosidad habrá caído al 5,1 y 5 por ciento, respectivamente.
En estas circunstancias, la pérdida de valor de sus activos sería de 1.000 millones de euros en el caso de los bancos, mientras que el agujero en las cajas alcanzaría los 6.000 millones, dado que sus ingresos son menores y cuentan con una mayor cartera de inmuebles adquiridos tras ejecutar la hipoteca, según el FMI.
El organismo opinó que los ingresos y las provisiones del sector financiero le permitirían absorber totalmente esas pérdidas.
PESIMISMO
La institución también sometió al sistema financiero a una prueba más dura, un escenario más pesimista en el que el desempleo supere el 24 por ciento en el 2011, como ya ocurrió en 1994, al tiempo que los precios de la vivienda bajarían un 15 por ciento este año.
En ese caso, la morosidad saltaría al 7,8 por ciento para los bancos y el 7,1 por ciento para las cajas en el 2011. Tras contar las depreciaciones, los bancos perderían 5.000 millones de euros de capital y las cajas 17.000 millones.
Esas también son las cantidades que el sistema financiero necesitaría para dejar sus reservas en el nivel que tenían a finales del 2009, explica el informe.
Aún así, las pérdidas posibles "son pequeñas relativamente en relación al capital general del sistema bancario" y en particular en comparación con los 99.000 millones de euros de los que cuenta el FROB, a juicio del FMI.
Pero ese Fondo vence en junio, por lo que el organismo instó a poner en marcha el proceso de reestructuración de las entidades más débiles en los próximos dos meses.
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