Las protestas contra Muamar Gadafi, que lleva cuatro décadas en el poder, van en aumento. Los manifestantes han llegado a Trípoli, donde habría ya decenas de muertos, y se presume que controlan varias ciudades del país a pesar de los bombardeos
TRIPOLI (Reuters/EP). La presión sobre el dirigente libio, Muamar Gadafi, que lleva cuatro décadas en el poder, parece ir en aumento después de que las protestas en su contra hayan llegado a la capital, donde habría ya decenas de muertos, y de que los manifestantes se hayan hecho presuntamente con el control de varias localidades del este del país, incluida Benghazi, la segunda ciudad más importante de Libia.
Los manifestantes se han echado a las calles de Trípoli, donde ha habido duros enfrentamientos tanto con las fuerzas de seguridad como con partidarios de Gadafi, mientras que líderes tribales y religiosos se han pronunciado en contra del dirigente y algunas unidades del Ejército se han sumado a la revuelta.
Por el momento, las autoridades siguen sin ofrecer un balance oficial de víctimas, pero Human Rights Watch habla de al menos 233 fallecidos mientras que la Liga Internacional por los Derechos Humanos ha ido más lejos y ha apuntado hoy que habría ya 400 muertos.
Fuentes médicas citadas por la cadena de televisión Al Yazira han informado de que al menos 61 personas han muerto este lunes únicamente en los enfrentamientos entre manifestantes antigubernamentales y fuerzas de seguridad en Trípoli. Asimismo, la cadena ha señalado esta tarde que aviones militares estarían disparando contra los manifestantes en la capital, si bien ha reconocido que se trata de una información difícil de contrastar.
Asimismo, las fuerzas de seguridad estarían saqueando bancos y otras instituciones gubernamentales en la capital, y los manifestantes habrían irrumpido en varias comisarías y las habrían destrozado. También ha habido partidarios de Gadafi que se han congregado en la céntrica plaza Verde para expresarle su apoyo.
Según un reportero de Reuters en Trípoli, los residentes están haciéndose con bienes de primera necesidad, aparentemente en anticipación de nuevos enfrentamientos una vez caiga la noche. Esto ha provocado largas colas delante de tiendas y de coches en las gasolineras.
El edificio donde se reúne el Congreso General del Pueblo (Parlamento) en Trípoli estaba ardiendo esta mañana, al igual que una comisaría en uno de los barrios del este de la capital.
BOMBARDEOS
Saif al Islam, hijo del dirigente libio, Muamar Gadafi, ha negado este lunes en la televisión estatal que aviones militares hayan bombardeado áreas pobladas en Trípoli y ha asegurado que el objetivo de las aeronaves han sido depósitos de munición en zonas remotas.
"No hay verdad en la información sobre un ataque de las fuerzas armadas contra Trípoli y Benghazi", ha asegurado el hijo del líder libio, según la agencia oficial de noticias Jana. Además, ha afirmado que el objetivo de los ataques aéreos eran "depósitos de munición" situados en áreas alejadas de zonas habitadas.
Horas antes de la declaración del hijo de Saif al Islam, la cadena de televisión qatarí Al Yazira ha informado de bombardeos aéreos en la capital libia y en las ciudades de Misratah y Az Zawaziya, basándose en el testimonios de varios testigos de los ataques.
"De lo que estamos siendo testigos hoy es inimaginable. Aviones de combate y helicópteros están bombardeando indiscriminadamente una zona después de otra, hay muchos, muchos muertos", ha explicado Adel Mohamed Salé, en referencia a los ataques aéreos en la capital libia.
Salé, que se ha presentado a sí mismo como un activista político, ha señalado que los bombardeos habían tenido como objetivo inicialmente un cortejo fúnebre en Trípoli. "Nuestra gente está muriendo, esta es la política de tierra quemada", ha denunciado, asegurando que "cada 20 minutos bombardean".
Posteriormente, varios testigos han asegurado a Al Yazira que se estaban produciendo bombardeos aéreos en las ciudades de Misratah y Az Zawaziya.
BENGHAZI
En Benghazi, los manifestantes parecen haberse hecho con el control tras obligar al Ejército y a la Policía a retirarse a un recinto. Además, los edificios gubernamentales han sido saqueados e incendiados. "Jóvenes armados están a cargo de la ciudad. No hay fuerzas de seguridad en ninguna parte", ha explicado el profesor universitario Hanaa Elgallal a Al Yazira.
Según Salahuddin Abdulá, que se presenta como organizador de las protestas, "en Benghazi hay celebraciones y euforia". "La ciudad ya no está bajo control militar, está completamente bajo el control de los manifestantes", ha señalado.
Por otra parte, hay informaciones que apuntan a que los soldados que se han negado a disparar contra los civiles han sido ejecutados por sus comandantes en Benghazi.
"Hoy hemos enterrado once cuerpos de soldados que se negaron a disparar a civiles y fueron ejecutados por oficiales de Gadafi. Los cuerpos fueron cortados, las cabezas estaban por un lado y las piernas por otro (...). Es un crimen lo que está ocurriendo aquí", ha indicado Elsanous Ali Eldorsi, un juez retirado de la ciudad.
OTRAS CIUDADES
En Al Bayda, una localidad a unos 200 kilómetros de Benghazi, escenario de violentos enfrentamientos la semana pasada entre manifestantes y fuerzas de seguridad, un residente ha indicado a Reuters que los manifestantes también tienen el control.
Al menos nueve localidades del este, incluidas Benghazi, Zuara y Zlitan, están dominadas por manifestantes leales a grupos tribales, según ha indicado el presidente de la Federación Internacional para los Derechos Humanos en Francia a Reuters.
También se han producido protestas antigubernamentales en la localidad de Ras Lanuf (norte), donde los habitantes y los trabajadores del complejo petroquímico de esta ciudad (uno de los más importantes del país) se han unido a las manifestaciones antigubernamentales, según informó este lunes la edición digital del diario privado libio 'Quryna'.
El diario, que cita a empleados de la refinería, informó de que se han establecido comités especiales de trabajadores y vecinos para defenderse de las fuerzas de seguridad.
DIMISIONES
Por otra parte, el ministro de Justicia libio, Abdul Jalil Mustafá, ha dimitido de su cargo en protesta por "el uso excesivo de la violencia contra los manifestantes", según declaró él mismo este lunes a la edición digital del diario local 'Quryna'.
En conversación telefónica con el único diario privado de Libia, Abdul Jalil Mustafá aseguró que había presentado su dimisión como secretario de Justicia del Comité General del Pueblo en protesta "por el uso excesivo de la violencia contra ciudadanos desarmados por parte de las fuerzas de seguridad".
Asimismo, en las últimas horas han aterrizado en Malta dos aviones de combate libios cuyos pilotos podrían querer desertar, aunque por ahora no se ha confirmado este extremo, así como dos helicópteros civiles con siete personas a bordo que aseguran ser franceses, ha informado la prensa maltesa.
A esto hay que unir que los dirigentes religiosos musulmanes libios han proclamado este lunes que la rebelión "por todos los medios posibles" contra el régimen de Gadafi es un "deber divino de cada persona".
En una declaración conjunta, una coalición de líderes religiosos denominada Red del Ulema Libre de Libia ha condenado la "absoluta, arrogante y constante impunidad" con que el régimen ha perpetrado sus "sangrientos crímenes contra la Humanidad".
"Han mostrado una total infidelidad hacia las enseñanzas de Dios y de Su Profeta", añadió. Por ello, los fieles libios "no les deben ninguna obediencia ni apoyo" y se convierte "en un deber divino cualquier rebelión contra ellos por todos los medios posibles".
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