10/02/2011 El presidente francés ha ordenado a su gobierno pasar las vacaciones en Francia tras la polémica que levantaron los viajes privados del primer ministro y de la responsable de Exteriores. El Elíseo ha pedido que eviten "los conflictos de intereses"

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PARIS (VP/EP). El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dio ayer órdenes a sus ministros de que pasen sus vacaciones preferiblemente en Francia después de la polémica que han suscitado los viajes privados realizados a Egipto y Túnez por el primer ministro, François Fillon, y la ministra de Exteriores, Michèle Alliot-Marie, respectivamente.

Fillon reconoció ayer que durante sus vacaciones de Navidad en Egipto había usado un avión del presidente del país, Hosni Mubarak, mientras que Alliot-Marie se ha visto inmersa en el ojo del huracán tras saberse que estuvo en Túnez durante las protestas que finalmente acabaron con la salida del país del presidente Zine al Abidine Ben Alí y que durante su estancia usó el avión de un importante empresario tunecino.

Sarkozy aprovechó el consejo de ministros para abordar esta cuestión y pedir a los ministros que se eviten los "conflictos de intereses", según informó el Elíseo en un comunicado. "Debemos favorecer de forma imperativa la difusión de una verdadera cultura de la deontología en la vida pública francesa", subrayó.

El presidente defendió que los cargos públicos deben mantener una actitud "irreprochable" con el fin de mantener la "confianza de los ciudadanos en las instituciones del Estado" puesto que "esta confianza es indispensable".

Hoy en día, dijo Sarkozy, "las expectativas ciudadanas son más vivas que en el pasado y son legítimas" por lo que "es nuestro deber no decepcionarles". "El ciudadano tiene derecho a exigir a cualquier persona que gobierna o ejerce responsabilidades públicas una verdadera transparencia", recordó a sus ministros.

Por ello, señaló Sarkozy, a su llegada a la presidencia pidió al Tribunal de Cuentas "verificar todos los años las cuentas y las prácticas del Elíseo por primera vez en la historia de la V República".

Así pues, "de ahora en adelante, para sus vacaciones los miembros del Gobierno deberán privilegiar Francia", ha ordenado el mandatario galo, aclarando que en caso de que haya "invitaciones al extranjero" éstas debéran ser "autorizadas por el primer ministro, en acuerdo con una célula diplomática de la Presidencia de la República, para examinar su compatibilidad con la política exterior de Francia".

Además, ha precisado, el modo en que se llevarán a cabo dichos viajes al extranjero "será examinado por la Secretaría General del Gobierno, que los autorizará o los prohibirá".