VALENCIA. Génova avisó: sin estridencias en Alicante. La dirección nacional del PP acaricia el triunfo de Mariano Rajoy en las elecciones generales y no está dispuesta a sofocar reyertas regionales. “Ya tenemos bastante con Cascos”, señala un diputado nacional del grupo popular.
Pero Alicante es Alicante. Tierra de cantones y revueltas. Bien lo sabe el presidente provincial José Joaquín Ripoll, afín a Eduardo Zaplana, al que le falta agua (y bomberos) para tantos fuegos. Sin duda, el más amenazante es el caso Brugal (trama corrupta relacionada con residuos y urbanismo), que ya prende en las dependencias judiciales.
Precisamente el empresario Ángel Fenoll, uno de los protagonistas imputados de la trama en la que también está implicado Ripoll, se negó a declarar ayer en el juzgado número 3 de Orihuela. “Yo ya cumplí con la Justicia”, espetó a los periodistas a la salida. En los próximos días, serán interrogados seis acusados más en el sumario general de un caso que amenaza con entrar en erupción en un plazo demasiado corto para las aspiraciones del líder provincial.
Las fuentes populares consultadas consideran que el caso Brugal “determinará el futuro de Ripoll”. ¿Igual que el de Francisco Camps lo determinará Gürtel? “No es lo mismo. Es distinto juzgarte por cuatro trajes que por cinco delitos, incluido cohecho, en asuntos donde se mueve mucho dinero”, defienden los afines al jefe del Consell.
Para disgusto de Ripoll, las candidaturas en las localidades de más de 20.000 habitantes no se han resuelto de forma tan tranquila como le convenía. El caso de Benidorm ha adquirido resonancia. La presidenta local del PP, Gema Amor, vinculada al líder provincial, impulsó su propia candidatura para la alcaldía, pese a que Ripoll trató de reconducirlo y desmarcarse. El comité regional tumbó la propuesta de Amor e impuso a Manuel Pérez Fenoll como alcaldable, noticia que adquirió notable repercusión. “A Ripoll no le interesaba tensar la cuerda y Gema Amor lo hizo, lo cual le ha perjudicado”, señalan fuentes populares alicantinas.
A todo ello hay que unir las divergencias en Orihuela, donde una veintena de exdirigentes de las pedanías han mostrado su oposición a la candidatura de Mónica Lorente, afín a Ripoll, por estar relacionada con el caso Brugal. Además, el líder provincial ha perdido la posibilidad de impulsar a aspirantes de su cuerda en las alcaldías de Calpe, San Juan o Alfás del Pi, como sí ocurriera en la pasada legislatura.
Otro foco candente en las últimas semanas ha sido el de las diferentes escisiones por parte de exconcejales del PP en varios municipios que han terminado con nuevas formaciones políticas como las aparecidas en Elche, Torrevieja, Villena, La Vila Joiosa o Calpe, lo que ha incrementado el clima de intranquilidad en la provincia. Alicante está que arde.
Fuentes populares aseguran que estos sobresaltos y revueltas no agradan a los ojos de Génova, donde empiezan a plantearse el relevo de Ripoll. Semanas atrás, el expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, acudió al estadio Rico Pérez con el exsecretario general Juan Manuel Cabot, donde también coincidió, según cuentan, con la diputada nacional Macarena Montesinos. Desde el sector campista aseguran que Montesinos se ha ofrecido en Madrid como opción de consenso para relevar a Ripoll, si bien desde el entorno del presidente provincial rechazan esta posibilidad.
Por otro lado, dirigentes populares afines a Camps quitan hierro al asunto y consideran que, de momento, la hoja de ruta es la prevista: “No ha habido apenas conflictos ya que la dirección regional tenía la última palabra en estas localidades. En cambio, los municipios menores a 20 mil habitantes son decisión de la dirección provincial y ahí sí querrán imponer a los suyos a toda costa. Retrasarán o adelantarán los nombramientos según les vaya interesando”, explican.
ASPIRANTES AL TRONO DE RIPOLL
No obstante, todos coinciden sobre ello, la incógnita que debe despejarse en la ecuación alicantina es la del caso Brugal. Un empeoramiento de la situación de Ripoll en esta causa podría dejarle sin argumentos de cara a la dirección nacional del PP. Algunos ya sitúan a Luisa Pastor, alcaldesa de San Vicent del Raspeig, César Augusto Asencio, alcalde de Crevillente, Adela Pedrosa, alcaldesa de Elda o José Císcar, ex primer edil de Teulada, como posibles relevos.
Ripoll declaró ayer que “por supuesto” apoyaba al candidato elegido por el comité regional en Benidorm, Manuel Pérez Fenoll, y recalcó que el PP “es uno”. Unas declaraciones muy suaves en comparación con las que prodigaba cuando se sentía desairado… y poderoso. Sólo hay que recordar cuando el propio Fenoll le disputó la presidencia provincial del partido en diciembre de 2008.
Sin embargo, el líder provincial alicantino siempre ha sabido manejar los tiempos y es consciente de que no puede tener demasiados frentes abiertos si quiere repetir al frente de la Diputación. Si Brugal no dicta sentencia, tendrá opciones y, por ello, ahora se muerde la lengua y contiene la respiración.
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