VALENCIA (JORDI FERRER). Por el momento sólo se han hecho con un 2,5% del suculento negocio del juego, pero online amenazan seriamente el negocio de las máquinas recreativas y del azar. La falta de regulación del sector en España permite que estas compañías operen en un limbo legal y fiscal sin que el Estado ni las autonomías recauden un solo céntimo
La denuncia surgió recientemente por parte de los operadores de máquinas recreativas y de azar, una de los sectores relacionados con el juego que más beneficios obtiene anualmente. La Federación Nacional de Operadores de Máquinas Recreativas y de Azar (Femara) podría incluso emprender acciones legales contra las empresas de apuestas y juegos online y las administraciones públicas competentes.
"El principal motivo por el que los empresarios del juego privado, y concretamente los de Femara, se están planteando la posibilidad de emprender acciones legales contra los juegos y apuestas online es que son ilegales. A pesar de la tibieza de algunas manifestaciones que consideran estas actividades como alegales, lo cierto es que las mismas vulneran la vigente normativa española y en concreto la Ley Orgánica de Represión del Contrabando", señala a VALENCIA PLAZA el presidente de Femara, José Ramón Sainz.
"La actitud de las administraciones competentes es de total y absoluta pasividad. Femara lleva desde 2006 denunciando esta situación que perjudica principalmente a las arcas públicas, ya que están dejando de recaudar una cantidad importante de dinero y además se está produciendo una reducción de los tributos que satisfacen las empresas de juego tradicional por la competencia que están padeciendo", añade.
En España existen unas 252.000 máquinas de tipo B instaladas en establecimientos de hostelería y salones de juego que soportan una tasa fiscal sobre el juego de 3.600 euros, de media, cada una, lo que supone que por este concepto las empresas operadoras de máquinas recreativas satisfacen más de 900 millones de euros anuales, a los que habría que añadir el resto de carga tributaria.
En la Comunitat Valenciana el número de este tipo de máquinas es de unas 30.000 aproximadamente, por las que se tributan 3.832,86 euros por cada una, lo que supone unos ingresos para la Hacienda autonómica de 115 millones de euros.
Estos ingresos tributarios, según Femara, están en peligro ya que la recaudación de las máquinas recreativas ha disminuido en el año 2000 un 22% aproximadamente, entre otros motivos por la competencia desleal a la que se encuentra sometidas por los juegos ilegales.
"Entendemos que jurídicamente es complicado decidir dónde deben pagar impuestos estas empresas, donde tengan la sede social, donde ubiquen su servidor o donde se produzca la apuesta, pero se tiene que solucionar", indican las mismas fuentes, quienes lamentan que la ley no les permita hacer publicidad de su actividad, al contrario de lo que sucede con las empresas de apuestas deportivas online.
Conscientes de ello, los responsables de las empresas operadoras de juegos online reconocen su situación de alegalidad e insisten en que llevan años reclamando la regulación del sector, aunque no aceptarían ni mucho menos la equiparación fiscal con las operadoras tradicionales de juego.
IMPUESTOS SÍ, PERO POCOS
"Sería una locura equiparar la carga fiscal de ambos tipos de juego. La futura ley ha de dar ventaja a España respecto al resto de países europeos, ya que de lo contrario las empresas optarán por no instalarse aquí. Es lógico si por ello han de pagar más impuestos, y ello implicaría que pagasen menos premios al usuario", explica Sacha Michaud, responsable de la Asociación Española de Apuestas por Internet y director general de Betfair en España.
"Unos dicen que nuestra situación es ilegal, otros que alegal, pero lo evidente es que se trata de un sector que no para de crecer, que empieza a ser importante y que deja una huella positiva en la economía española en concepto de patrocinios deportivos y sobre todo publicidad en webs y radios", añáde Michaud.
Según las estimaciones de esta asociación, en 2008 más de 280.000 españoles apostaron a través de Internet, unos 80.000 más que el año anterior (crecimiento del 40%), lo cual supuso unos beneficios superiores a los 200 millones de pesetas a las empresas operadoras.
El año pasado estas cifras pudieron (no son oficiales) alcanzar los 260 millones de euros, lo cual supuso un incremento anual del 20%, según las mismas fuentes.
El perfil del jugador español es el de un hombre de entre 20 y 29 años, jugador ocasional que apuesta unos 10 euros cada vez que juega. Lo hace unas cinco veces al mes a través de los portales de las principales casas de apuestas.
IMPUESTOS QUE SE ESCAPAN A OTROS PAÍSES
Y de todas estas cantidades, ni el Gobierno ni las autonomías pueden sacar tajada precisamente por la ausencia de una legislación que sí funciona en Inglaterra, Francia o Austria y que reporta anualmente al Estado aproximadamente un 15% de los beneficios.
Para el presidente de Aedapi, sería necesaria la regulación del sector para "beneficio de todos". "Los usuarios podrían tener seguridad y confianza de que las empresas con las que juegan son solventes, el Estado recaudaría más impuestos, se podría crear más trabajo y también los operadores tradicionales podrían abrir nuevas líneas de negocio".
"Somos optimistas, sabemos que el Gobierno lo está estudiando. Esperemos que la propuesta legislativa sea ambiciosa, que contemple la creación de riqueza y no trate de poner puertas al campo, Es necesario un marco fuere para el desarrollo del sector en España", concluye Michaud.
En los últimos años, empresas como 12bet.com, Betfair, Bwin, Interapuestas, Unibet o William Hill se han vinculado con clubes nacionales como Sevilla CF, FC Barcelona, Real Madrid CF, RCD Espanyol, Valencia CF y Málaga CF, respectivamente.
En estos patrocinios deportivos directos se han invertido cerca de 30 millones de euros esta temporada, según Aedapi.
El producto estrella dentro de las líneas de negocio de estas compañías son las apuestas deportivas (aproximadamente la mitad de los beneficios), si bien los juegos de casino, sobre todo el póker, han incrementado su volumen cerca del 50% en el último año gracias a la proliferación de programas temáticos en televisión y juegos gratuitos en las redes sociales.
LAS CIFRAS DEL JUEGO TRADICIONAL
Por lo que respecta al juego tradicional, el informe anual del juego en España 2008 (el más reciente), publicado por el Ministerio del Interior, indica que los españoles se jugaron 32.309,11 millones de euros, lo cual reportó unos beneficios brutos de 10.158,18 millones (el 31,44% de lo jugado) a las empresas, es decir, a los casinos, bingos, operadores de máquinas de azar, Loterías del Estado y la ONCE.
Eso significa que el juego reportó a las arcas del Estado 1.811,35 millones de euros, de los que 253,8 se quedaron en la Comunitat Valenciana, la cuarta en este tipo de ingresos tras Cataluña (302 millones), Madrid (287) y Andalucía (273).
De todo este suculento pastel, las compañías de juego privado se llevaron aproximadamente el 53% (los casinos un 4,9%, los bingos un 12,5% y los salones de juego un 35,6%), mientras que las Loterías y Apuestas del Estado reunieron el 36,8% del gasto real (cantidad jugada menos premios) y la ONCE el 10,75%.
Tradicionalmente el sector del juego no ha parado de crecer pese a los baches que la economía española ha sufrido en los últimos años. El incremento del negocio en 2008 fue del 4,26% respecto al año anterior, una cifra inferior a la de 2007 pero que mantiene la gráfica de crecimiento en positivo.
Respecto a 2007, sólo las máquinas de azar y los juegos del Estado incrementaron su volumen de negocio (un 14,82% y 0,63% respectivamente), mientras que los casinos redujeron sus ventas el 10,34% pese a haberse inaugurado uno nuevo (Gran Casino de Castellón) el volumen de juego en bingos descendió el 7,83% y la ONCE bajó el 2,99%.
LA COMUNITAT, LA CUARTA DONDE MÁS SE JUEGA
Por regiones, la Comunitat Valenciana fue la cuarta autonomía en la que más dinero se apostó, con un total de 4.027 millones de euros, por detrás de Madrid (5.271 millones), Cataluña (5.099) y Andalucía (4.565).
De media, cada español jugó en 2008 699,97 euros, de los que el sector privado se llevó alrededor de 440 (314,11 en máquinas, 73,11 en bingos y 49,55 en casinos). Este gasto se incrementó un 2,09% con respecto al año anterior (14,3 euros más).
En este ranking los valencianos superaron la media nacional con 800 euros apostados por cabeza, sólo por detrás de los 840 que jugaron los madrileños y los 815 que apostaron los murcianos.
Cabe recordar que el informe del Estado se refiere a tres tipos de juegos de azar: los desarrollados por empresas privadas (casinos, bingos, salones de juego o establecimientos de hostelería), los de gestión estatal (Loterías y Apuestas del Estado) y los gestionados mediante autorización especial (cupón de la ONCE); por lo que quedan fuera de control los juegos online.
El Estado admite en este informe que "existen muchos otros juegos que se desarrollan en ámbitos locales muy restringidos, donde se admiten apuestas en determinadas fechas del año y otros de carácter minoritario, como los practicados en frontones o canódromos, que no se incluyen en este trabajo por carecer de información suficiente, pero de los que se puede afirmar que su montante económico es muy limitado y prácticamente irrelevante comparado con los anteriores".
Las apuestas online están cada vez introduciéndose más en la sociedad actual, gracias a la publicidad y a los bonos que las diferentes casas de apuestas lanzan.
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