Auge y caída de la energía solar en la CV

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VALENCIA. Tras un primer semestre de parón en 2009 como consecuencia de la entrada en vigor del decreto que regula el sector y la posterior caída del  del mercado (hasta de un 80%), la industria fotovoltaica española -y valenciana-, comienza a recuperarse gracias a las ventas al exterior, principalmente a Francia, Alemania e Italia.

"Lo que no se han podido recuperar son los puestos de trabajo de instaladores en España", lamenta Ander Muelas, director técnico de Grupotec Solar, compañía valenciana especializada en instalaciones sobre cubierta. De hecho, el número de empleos totales del sector cayó un 67% entre 2008 y 2009, pasando de 41.700 a 13.900.

El RD aprobado en septiembre de 2008 reducía el mercado a un 20% de lo instalado en 2008. Como consecuencia, muchas compañías han acusado la paralización del sector: primero se dejó de instalar y, posteriormente, los fabricantes pararon la producción. BP Solar tuvo que irse fuera de España, Isofotón está al borde de la quiebra y otra de las grandes, como la valenciana Siliken (Pablo Serratosa) también se resintió. Se sucedieron los ERE y se fue produciendo una atomización del sector.

Hasta que ya en el segundo semestre del año los fabricantes comenzaron a sacar su producción a países como Alemania, Francia o Italia. Es el caso, entre las valencianas, de Siliken, Iatso o Eurener, que decidieron impulsar sus planes de internalización. Incluso las grandes compañías instaladoras buscaron trabajo en países del Este y se están posicionando con la realización de grandes instalaciones.

Aunque son los puestos temporales los que más se han resentido, con una caída del 90%, al pasar de 26.300 empleos a 2.600, también se han destruido un 27% de los puestos fijos, que se han quedado en 11.300 frente a los 15.400 que sumaban en 2008, según recoge el informe anual de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF). En la Comunitat Valenciana, en pleno auge del sector se contaban unos 4.500 empleos, que han seguido la tónica nacional cayendo en las mismas proporciones.

Problemas de financiación

 La limitación de la capacidad financiera también ha afectado al sector fotovoltaico. Xavier Pastor, director general de Iatso, asegura que "la falta de crédito, no sólo a largo plazo, sino también de circulante, la estamos padeciendo igual que cualquier otra empresa". Por este motivo se han paralizado muchos proyectos y también la contratación de personal, lamenta Pastor.

La burbuja de la energía solar fotovoltaica se desinfló más rápidamente todavía de lo que había crecido. El incremento desmedido del sector hizo necesaria una regulación que pusiera freno a la especulación e impusiera garantías a los inversores, sobre todo en el ámbito de los llamados huertos solares. Pero la nueva normativa del Gobierno lejos de lograr su objetivo, no se ha mostrado muy eficaz, o al menos así lo cuestionan desde diferentes ámbitos del sector.

El sistema de cupos establecido para la potencia total instalada (a 500 MW/año) limita el sector por igual, tanto a las instalaciones de suelo como a las de cubierta industrial o residencial, mientras que la nueva tarifa, aunque un 30% más baja que la anterior, sigue ofreciendo una alta rentabilidad para el inversor. Esto último, unido a la reducción de los costes de fabricación de los módulos fotovoltaicos, debido a los avances tecnológicos, hace que invertir en fotovoltaica siga siendo rentable.

Caída de la inversión
Por ello, lo que el legislador ha propiciado es recortar el crecimiento en España de una industria en pleno auge. Y como muestra, un botón: el volumen de inversión en el sector fotovoltaico pasó de 588 millones de euros durante 2006, a 2.977 en 2007, y 16.380 millones en 2008. Mientras que en el pasado ejercicio se quedó en 1.600 millones.

Otro ejemplo lo podemos observar en el total de potencia solar fotovoltaica instalada en la Comunitat, que pasó de 158.076,27 kw en 2008 a 6.933,65 kw en 2009, según datos facilitados por la Agencia Valenciana de la Energía (AVEN). La Conselleria de Infraestructuras coincide con las diferentes voces del sector que denuncian al sistema de cupos porque "perjudica sin duda al importante tejido industrial creado en torno a la energía solar fotovoltaica y supone un serio escollo para fabricantes e instaladores,  dimensionados para instalar un volumen de 1.000 MW/año".

La solución, para muchos, estaría en rebajar aún más la tarifa, para que las rentabilidades obtenidas no superen el 10%, con el objetivo de no dejar ningún resquicio a la especulación en instalaciones de suelo, pero aumentando los cupos para instalaciones sobre cubierta. También reduciría la burocracia y la farragosa tramitación actual, sobre todo para las pequeñas instalaciones y las de carácter residencial. Con ello se dinamizaría  el mercado y potenciaría el de particulares, tal y como ocurre en Francia, Alemania o Portugal.

Fabricar en España y vender en el exterior
La tendencia del sector en España es "atomizarse y hacer muchas pequeñas y medianas instalaciones sobre cubierta", apunta Ander Muelas. De hecho, Grupotec es una de las compañías que desde el principio tuvo clara la necesidad de impulsar la "cultura industrial de la fotovoltaica" y en los últimos meses ha creado puestos de trabajo, ha aumentado la potencia instalada y  reforzado el área de ingeniería.

Pero ante la "inseguridad jurídica" existente en España, por el momento, "el negocio está fuera", asegura Xavier Pastor, de Iatso. Y se mantendrá allí los próximos dos o tres años, "salvo cambio legislativo importante". Para el responsable de la compañía afincada en Ibi, "sigue siendo viable fabricar en España y vender fuera", ya que los fabricantes españoles son muy competitivos y los instaladores europeos confían en ellos por la calidad y el valor añadido que ofrecen, a pesar del bajo coste de los productos asiáticos.

Es el mismo caso de la también valenciana Eurener, con fábrica en Bigastro, que redobló esfuerzos en internacionalización, abriendo filiales en Italia y Portugal y consolidando su presencia en Francia y Alemania. Su servicio abarca fabricación, distribución, ingeniería y desarrollo de proyectos, muchos de ellos a través de un sistema de franquicias. El principal volumen de facturación de la empresa corresponde a las ventas internacionales, a pesar de las 70 delegaciones abiertas en España.

Alcanzar la paridad
Según indican los expertos, dado el descenso en los costes de producción por la importante inversión en I+D del sector y la reducción de la tarifa, en 2015 podría llegarse a la ‘paridad con la red': ya no se necesitarían subsidios y el mercado sería mucho más amplio, porque cualquier persona lograría un ahorro importante en su propia vivienda al ser factible el autoconsumo de energía generada con placas solares fotovoltaicas.

Sin embargo, parece que la regulación en materia energética no camina al mismo nivel que los avances del sector. Para lograr la paridad que están próximos a alcanzar países como Francia o Alemania, se necesita una legislación que dinamice la pequeña instalación y simplifique la tramitación, que actualmente es la misma que afecta a las grandes instalaciones, con la necesidad de presentar avales y la inclusión en un registro especial. Porque en el mercado residencial, como en el de la cubierta industrial, no cabe la especulación -contra la que luchaba el legislador-, ya que el promotor es el propietario de la instalación.