MADRID (VP/EP). El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura, expresó su preocupación por el riesgo de que la "normalización" de los mercados financieros y la recuperación del crecimiento en las economías avanzadas haga que se pierda el "impulso reformador" encaminado a evitar la repetición de crisis "como las que estamos viviendo", ante las voces que señalan que la situación se produjo por la excesiva regulación, con argumentos que "carecen de fundamento".
Segura señaló que a los supuestos beneficios de las innovaciones financieras "hay que descontarles" los 1.000 dólares (737 euros) por renta per capita que han perdido de media los "cientos de millones de ciudadanos de países con problemas", más los costes sociales del aumento del desempleo.
Así lo aseguró durante su intervención en la reunión de presidentes de Comisiones de Economía y Finanzas de los parlamentos europeos en el Congreso de los Diputados, donde incidió en que la crisis ha puesto de manifiesto que los agentes de los mercados han tomado "riesgos excesivos" sin valorarlos suficientemente ni garantías para asumirlos, respaldados por el "error" de ciertas "creencias interesadas de la industria financiera".
"La crisis ha demostrado que la simple suma de mercado más autorregulación no proporciona resultados ni eficientes ni deseables desde el punto de vista del bienestar social", advirtió Segura.
Segura señaló que la intensidad del efecto contagio puesto de manifiesto por la crisis financiera apunta la necesidad de mejorar la supervisión prudencial de las entidades financieras y prestar mayor atención a la estabilidad financiera, para prevenir el riesgo sistémico.
En este sentido, valoró como positivas las medidas tendentes a aumentar el consumo de recursos asociados a la inversión en productos financieros complejos y a reducir la "prociclicidad" de la regulación del capital, estableciendo un sistema de provisiones basado en las pérdidas esperadas y no sólo en las incurridas. A este respecto, pidió que se evite el problema de "azar moral" que supone que las exigencias de capital regulatorio sean crecientes según el tamaño de la entidad.
"Parece un vía más satisfactoria tratar de estimar los requerimientos de capital en función de los activos ponderados por riesgo complementados con límites cuantitativos precisos al recurso al endeudamiento", explicó.
EVALUAR RIESGOS EN TIEMPO REAL
Asimismo, señaló que las entidades deben evaluar sus riesgos de liquidez "en tiempo real", así como una mejora de la gestión de estos riesgos, a través de la mejora de su estimación y los "incentivos adecuados" a los directivos que no primen las elecciones estratégicas "a corto plazo" en detrimento del valor a largo plazo de la empresas.
No obstante, afirmó que la crisis ha puesto de manifiesto la existencia de un importante "componente endógeno" a las entidades del riesgo sistémico, que tiene que ver con el funcionamiento de los mercados y al que los supervisores prudenciales "no han dedicado la atención debida".
Asimismo, señaló que la crisis ha demostrado que es preciso mejorar la transparencia del sistema financiero, que cabe mejorar, a su juicio, en cuatro áreas. La primera es al de los productos destinados a minoristas y la información a los inversores, así como "tratar de simplificar el abanico de productos", frente a la tendencia a la segmentación de la clientela. Además, deberían negociarse en mercados organizados con "garantías suficientes".
MEJORAR COORDINACIÓN INTERNACIONAL
Igualmente, señaló que hay que mejorar la información financiera de las empresas para que se reflejen los efectos reales de la crisis sobre sus resultados y patrimonios, y abogó por mejorar la transparencia de los acreditadores como agencias de 'rating' y tasadoras de inmuebles.
Además, se refirió a la mejora de la transparencia en los mercados y la reducción de los riesgo de contrapartida. "La transparencia pre y post-contratación de renta fija es manifiestamente mejorable", aseguró.
Segura se refirió también a la necesidad de mejorar la coordinación internacional, que a su juicio se ha mostrado "muy insuficiente", como quedó claro con las restricciones impuestas por algunas jurisdicciones nacionales a las 'ventas en corto', que se incidió en Estados Unidos y lleva un año y medio sin resolverse en la Unión Europea.
Sin embargo, señaló que la UE ha dado pasos muy positivos para la mejora de la arquitectura supervisora con la creación de las Autoridades Europeas de Supervisión (EAS por sus siglas en inglés), dotadas de unos medios y una profesionalización mayores que los actuales.
Sin embargo, abogó porque estos organismos tengan capacidad de dictar "normas técnicas vinculantes" para los supervisores nacionales y que puedan actuar como "árbitros efectivos" en las diferencias entre supervisores nacionales.
Asimismo, destacó que, para su independencia, habida cuenta de la imposibilidad de su independencia presupuestaria total, las cuentas de los países se repartieran en función del peso de su sistema financiero, "en cuyo caso la financiación sería posible".Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
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