-Banco de Valencia redujo su beneficio neto un 49,1% en 2010

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VALENCIA (VP). "Nuestro objetivo principal en el complicado ejercicio 2010 fue reforzar el balance del banco, con dotaciones que sanean algunas carteras". Así comenzó su alocución José Luis Olivas en la presentación de las cuentas del Banco de Valencia correspondientes al pasado año junto a un acatarrado Domingo Parra, consejero delegado de la entidad, que participó muy poco por un aparente estado febril.

A continuación, el presidente advirtió del estancamiento que sufre la economía española, que combinado con las presiones inflacionistas que acechan podrían derivar en la temida 'estanflación'. Eso sí, de su boca no salió tal término.

Lo que sí salió, y en repetidas ocasiones, fue que ganar solvencia va a ser uno de los retos más importantes de la entidad que preside para los próximos meses. Algo lógico, sin duda, teniendo en cuenta que el banco cerró 2010 con un 'core capital' de un 7,21%, superior en 36 puntos básicos respecto al ejercicio precedente, pero insuficiente no sólo para los requisitos del Gobierno (8%) sino del mercado (9%), según diversos analistas consultados por este digital.

De momento, el presidente de la caja de Pintor Sorolla tiene claro que alcanzarán el 8% antes de septiembre porque "ya lo contemplábamos tener para el cierre de 2011, por lo que es un tema manejable". Como también el de la necesidad de las dotaciones para este año, según el calendario del Banco de España, dado "que tenemos menos que en años anteriores".

Las perspectivas de una reducción de resultados para los próximos ejercicios, siempre y cuando las condiciones económicas no mejoren, obligará a la entidad -como al resto- a "echar mano de todos los instrumentos para fortalecernos", según manifestó Olivas. Y, entre ellos, además de la habitual ampliación de capital que lleva a cabo todos los años también la posibilidad de cerrar oficinas.

Respecto a ello, los dos primeros espadas del BVA explicaron que a lo largo del pasado año se cerró una sucursal y que otras cuatro se cerrarán este mes de enero. Asimismo, han indicado que, en la actualidad, hay entre diez y doce oficinas "en seguimiento", de modo que, "en función de cómo evolucionen", se decidirá mantenerlas abiertas o no. 

CAÍDAS A DOBLE DÍGITO DE LOS MÁRGENES

Preguntado por las previsiones para 2011, el presidente no quiso 'mojarse' y reiteró que el objetivo fundamental" de la entidad es "reforzar el balance del banco con dotaciones provisionales" y que esto "importa más" que los resultados. Además de las dotaciones prescritas por el Banco de España, la cotizada local destinó 58 millones de euros al saneamiento de las participadas del banco, ante "eventuales circunstancias desfavorables".

Mientras tanto, los márgenes de la entidad presentaron caídas a doble dígito (por encima del 20%), apliada por la "extraordinaria competencia surgida desde el primer trimestre de 2010 en la captación de depósitos". En este sentido, los depósitos de la clientela crecieron un 5,04%, hasta los 13.162 millones de euros y las operaciones fuera de balance -fondos de inversión, gestión de patrimonios y previsión- superan los 1.082 millones, con un incremento del 29,68%.

La buena evolución en los planes de pensiones y muy especialmente la integración de la gestora de patrimonios Nordkapp impulsaron las operaciones fuera de balance. Por cierto, el banco quiere convertir a Nordkapp como la protagonista de banca privada de la entidad.

En cuanto a la morosidad, uno de los factores de desestabilización de una entidad bancaria, la cotizada de Pintor Sorolla cerró el pasado año con un ratio del 5,87% -"en línea con el último dato conocido de la banca"-, mientras que la tasa de cobertura, que incluyen las garantías hipotecarias tal y como prescribe la última circular del supervisor- se situó en el 93,1%. Olivas advirtió que "sólo una cuarta parte de la cartera morosa del banco no tiene garantía hipotecaria".

Por su parte, el crédito a la clientela se mantuvo prácticamente estable, alcanzando la cifra de 18.450 millones de euros, con un incremento interanual del 0,05%; mientras que en cuanto a la evolución del negocio, el banco superó los 36.800 millones de euros de volumen de negocio, con un incremento interanual del 0,84%.

Por otro lado, el ratio de eficiencia se mantuvo en torno al 40%, un ratio similar al de la caída porcentual que presentó en bolsa durante el pasado año. De ahí que volviera a reiterar que "lo más razonable y lo que más conviene al accionista y al banco es fortalecer el balance de la entidad".

Un reto para devolver el brllo de antaño del centenario banco de Pintor Sorolla, cuyo beneficio neto se redujo el pasado año un 49,1% respecto al anterior, al ganar 67,1 millones de euros.