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Enrique Rubio: "Una empresa bien cimentada en tiempo de crisis ofrece más oportunidades para crecer"

Plaza Privada / MARÍA COSTA. 29/01/2011

VALENCIA. En su caso se cumple el dicho: "en casa del herrero cuchillo de palo". Enrique Rubio (Valencia, 1959), el mayor de tres hermanos, se resistió hasta el último momento a utilizar los cuadernos  de números y caligrafía de la familia que hizo famosos su padre. Hoy, al frente de la empresa, ha incrementado el patrimonio heredado un 20% innovando y preparando la producción de "Rubio in English", la versión inglesa de unos cuadernillos con los que la mayoría de españoles aprendió a escribir.

Es un hombre inquieto, apasionado del deporte y el riesgo. Para Rubio, la bicicleta y el mar son dos de las pasiones que comparte con su mujer y sus dos hijos, estudiantes de empresariales y preparados para seguir la saga familiar. Afirma que sigue siendo un niño, la edad no es para él un límite.

-¿Una caligrafía perfecta abre puertas?
-Es una buena tarjeta de presentación aunque hoy en día no se le da tanta importancia. Una buena letra expresa orden, personalidad, dominio. Sin embargo, reconozco que en la facultad se estropea mucho la letra al tener que coger apuntes a la velocidad del rayo.

-¿Su padre practicaba aquello de que "la letra con sangre entra"?
-Mi padre no, pero los curas de La Salle sí dándome con la regla en los nudillos. No era mal estudiante, porque sacaba matriculas de honor, pero era rebelde y la disciplina era férrea.

-Su padre suministraría los cuadernillos a la escuela... ¿tenía enchufe?
-¡Qué va! Al revés. De hecho me lo hicieron pasar tan mal que ni me confirmé llegado el momento y empecé a suspender durante el bachillerato. Luego estudié Ciencias Económicas y Empresariales y aprobé todo a la primera.

-¿Su primer trabajo fue en Cuadernos Rubio?
-Sí, nunca he trabajado en otro sitio. Mi padre era muy trabajador, un genio que creó un producto y un método de aprendizaje que ha perdurado más de 50 años, pero era estricto y se resistía a los cambios.

-¿Qué imagen de su padre conserva en la retina?
-Era honrado, con mucho carácter y muy aventurero. Me llevaba a pescar al río Palancia por la noche o de caza. Para él lo más importante de una persona era la palabra, más que los papeles. Así que cuando doy mi palabra a alguien la cumplo, aunque pierda dinero.

-¿Cree que los sueños se hacen realidad?
-La mayoría. Si dejas de soñar y tener ilusiones la vida carece de sentido. He hecho de todo, incluso durante una corta etapa de mi vida fui pintor.

-¿En su caso se cumple el dicho de que "en casa del herrero cuchillo de palo"?
-Algo sí, de hecho nunca usé los cuadernillos porque estudié en el Liceo Francés. Mi padre me traía los números 9 y 12, pero no le hacía mucho caso. Las cosas se repiten. Mis hijos son zurdos y han estudiado en el Colegio Americano. Aunque ellos sí tienen claro que quieren proseguir el negocio familiar. Pero yo les digo que se lo tienen que ganar.

-¿Usted luchó por quedarse con el negocio?
-Bueno, en mi caso fui un tanto bohemio, rebelde, me gustaba y me encanta el mar, practicar windsurf, katesurf, pintar... hasta que mi padre tuvo un derrame cerebral y tuve que hacerme cargo de la empresa. Me encontré con una compañía que había perdido posiciones debido a una competencia brutal. Invertimos tiempo y dinero y conseguimos remontar hasta llegar a este dulce momento empresarial.

-¿Cómo se puede crecer en época de crisis?
-Haciendo las cosas bien, paso a paso. La empresa en los años 80 vendía 10 millones de cuadernos, éramos los únicos y no había competencia. Llegamos a perder muchísimo. Hoy hemos recuperado cifras y vendemos 4 millones de cuadernos, cifra que en estos tiempos con editoriales que hacen cuadernos similares es un éxito total. Si creas una empresa con una buena cimentación en momentos de crisis tienes más oportunidades para crecer porque tienes mejores precios en todo.

-¿En su sector el plagio es habitual?
-Sí. Simplemente con cambiar frases y números cualquiera puede sacar cuadernillos. ¿Cómo nos defendemos? A través de la marca, el producto, la Fundación Rubio, el concepto familiar de empresa... Gastarte dinero en juicios es perderlo.

-Crean cuadernillos para prevenir el Alzheimer. ¿Es una manera de diversificar producto?
-Hoy en día está demostrado que entrenando la mente y trabajando la estimulación cognitiva se puede retrasar el envejecimiento y prevenir enfermedades como el Alzheimer. Patiendo de distintos estudios creamos estos cuadernillos para personas mayores que ayudan a estimular la creación de nuevas sinapsis (relaciones funcionales de contacto entre las terminaciones de las células nerviosas), evitan que el cerebro se seque y pierda neuronas a gran velocidad. La gente que se deprime y cuyo único entretenimiento es ver la tele es más propensa a desarrollar la enfermedad.

-¿Entra en sus planes ampliar esta línea de negocio?
-La verdad es que nos ha sorprendido conocer que todas las enfermedades degenerativas o cardiovasculares se recuperan a través de la psicomotricidad, por lo que los cuadernillos son útiles. Lo hemos visto en síndromes de Down y en el Parkinson.

-Con el gran incremento de ventas, un 20%, ¿esperan un boom curricular?
-Nos llegan bastantes. Esta es una empresa con una gran fachada, posicionada tecnológicamente, pero sólo somos 10 trabajadores. Además, es difícil facturar mucho vendiendo cuadernillos.

-¿Se han planteado Cuadernos Rubio en inglés y valenciano?
-En inglés sale próximamente y en valenciano dependerá del éxito que tengamos en Cataluña.

-Y ya puestos, ¿en francés, alemán o chino?
-Las dos lenguas más importantes son el castellano y el inglés. Y en todo caso veo más interesante traducirlo al portugués dado que Brasil es una potencia emergente y porque nuestros cuadernillos van dirigidos a fases iniciales en la educación. En Latinoamérica los regalamos, pero a nivel comercial es complicado tanto por el valor del euro como por el distinto uso de las palabras. El único mercado interesante de momento es México. De todos modos nos gusta ir despacio y con buena letra.

-¿A qué se debe que en Pontevedra se hayan disparado las ventas hasta un 200%?
-Aún no lo hemos analizado, pero creemos que el trabajo realizado nos ha permitido convertirnos en el segundo proveedor de la zona y romper el monopolio existente.

-Y en Valencia, ¿qué pasa?
-Eso me gustaría saber. Tengo que echar la bronca a mi estratega, porque las acciones en Valencia no han funcionado y en Cataluña sí.

-¿Cómo se llama el niño tan formalito de su marca?
-No lo sabe nadie. Lo dibujó un empleado de mi padre hace muchos años. De hecho, ¿cómo se llama?...

-Creo que tiene que utilizar sus cuadernillos...
-Esto... nos dieron un premio a la mejor empresa tradicional e hicimos un pisapapeles con la imagen del niño.

-¿Cuánto de niño sigue quedando en usted?
-Mucho. Ser niño toda la vida es muy bonito. No creo que la edad sea un límite para realizar tus sueños. Me encanta el deporte y lo sigo practicando. En mi caso la edad no es un límite.

-¿De dónde viene su vocación por el mar?
-De mi niñez. Siempre he sido un amante del mar y en 2010 decidí sustituir toda la inversión publicitaria por un proyecto deportivo. Empezamos con buen pie. El barco de Cuadernos Rubio es un "First 45" con el que ganamos la Copa de la Reina y quedamos segundos en la Copa del Rey. Este año no sabemos qué haremos, quizá sólo participemos en las regatas donde tuvimos un retorno mediático.

-Con la de Cuadernos Rubio que han utilizado los niños, ¿por qué cree que se escribe tan mal?
-Bueno, más que cuadernos de letras en los últimos años se vendían los de números. Los padres no daban mucha importancia a la caligrafía, hasta que los maestros reaccionaron al no entender los exámenes de los niños.

-¿El método de aprendizaje sigue siendo "mi mamá me mima"?
-Sí, esa es una frase preciosa, pero obviamente otras han desaparecido. Se han excluido las frases sexistas, las de obediencia al ejército, indicaciones religiosas...

-¿Se han sustituido por...?
-"Soy feliz al dejar de fumar", "Es mejor utilizar energías renovables", "Javier come alimentos sanos", etc.

-¿Y eso lo aprende un niño de cinco años?
-No, algunas de estas frases aparecen en los números más avanzado.

-¿Qué le parece la educación de hoy en día?
-Hay una crisis de valores importante y se ve en los niños que faltan el respeto a sus maestros. En cuanto a la enseñanza se está volviendo a valorar que es más importante recuperar el método antiguo de repetir, memorizar lo básico y evaluar, que estudiar muchas áreas con contenidos diferentes porque crea confusión.

-¿La educación es felicidad?
-Debería serlo. Tendríamos que aprender disfrutando, tanto maestros, padres y niños. Cuando es así se olvida menos lo que se aprende, se adquiere conocimiento y se acierta más en la vida a la hora de tomar decisiones.

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1 comentario

Luis escribió
10/06/2011 19:47

Me alegré mucho al enterarme de que aún existen los Cuadernos Rubio, los de mi niñez. Los he comprado todos para que a mi hijo no le falte nunca una herramienta con la que mejorar (a pesar del sistema educativo actual). Gracias por tan buen producto.

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