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VALENCIA (VP). A lo largo de los próximos días, los trabajadores mayores de 55 años de Bancaja recibirán en sus domicilios una notificación para saber si aceptan o no el plan de prejubilaciones de la entidad. Unas salidas que arrancarán a finales del próximo mes de marzo, según han informado a este digital desde dentro de la caja que preside José Luis Olivas.

"Serán salidas paulatinas en función de las necesidades del servicio y de cómo se vaya integrando todo en el Banco Financiero y de Ahorros (BFA)", advierte uno de los trabajadores que está en la agenda de las prejubilaciones, cuyo plazo de acogimiento expira a mediados del próximo mes de marzo, según el acuerdo laboral suscrito el pasado mes de diciembre.

Podrán acogerse a las prejubilaciones, según dicho acuerdo, todos aquellos empleados que a 31 de diciembre de 2010 tuvieran 55 años y los que alcancen dicha edad antes de finalizar 2011, siempre que cuenten al menos con una antigüedad de diez años en la fecha de acceso a la prejubilación. A cambio, y hasta cumplir los 64 años, recibirán el 95% de la retribución fija neta percibida en los doce meses anteriores a la extinción del contrato por prejubilación.

Sin embargo, a más de uno de los trabajadores que están en disposición de acogerse a los planes de prejubilación le está provocando muchos interrogantes antes de dar el paso. De ahí que Bancaja haya creado una especie de tutores, es decir, gente prejubilada que se prestan a resolver a los empleados todas sus dudas acerca de cómo van a quedar, cuánto les va a quedar, cómo cotizarán hasta la jubilación...

"Son unos 40 los tutores que hay en la casa y la verdad que están haciendo un buen papel porque no son pocos los que todavía no tienen claro el paso a dar", señala un empleado de la caja valenciana. Asimismo, este trabajador tiene claro que los que tomen la decisión de prejubilarse "se van a ir relativamente bien en el aspecto económico", pero no así los que se queden porque "percibo que a muchos nos van a obligar a irnos queramos o no y con unas condiciones inferiores a los que comenzarán a salir por la puerte a finales de marzo".

"METIENDO LA TIJERA HASTA EL FONDO"

Por otro lado, el tema de los pluses funcionales está en vías de solucionarse, pero no así las condiciones que deban pasar a la sociedad central del SIP, es decir, el BFA, en muchos casos pendientes del cumplimientos de unos objetivos "que ni siquiera han sido marcados".

Mientras tanto, este trabajador advierte de la continua visita de gente de Caja Madrid a Bancaja, "sin darnos más información que la de remitirnos al convenio", por lo que muchos no tienen claro si les van a ofrecer puestos de trabajo en Madrid -en el banco del SIP- y todavía menos en qué condiciones. "Quieren meter aquí la tijera hasta el fondo, mientras muchos nos preguntámos si están haciendo lo mismo en Madrid".

Lo que es un hecho es que el Sistema Institucional de Protección (SIP) que lideran Caja Madrid y Bancaja junto a otras cinco entidades tiene previsto 'eliminar' unos 4.000 trabajadores, la mayoría a través de prejubilaciones, para cumplir con las exigencias del plan de viabilidad vinculado a las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).  

"La gente está a la espera de que se cierre el organigrama completo del banco para tener más información, pero lo que percibimos es que el recorte de gastos va a ir a más y el cierre de oficinas no va a tardar mucho en tomar velocidad".