Bruselas / (EFE). La Comisión Europea comenzó ayer a debatir su receta para evitar la repetición de una crisis de endeudamiento como la sufrida por Grecia y que pasa por incrementar la integración económica de la zona euro y la vigilancia presupuestaria de los socios de la moneda única.
El comisario Olli Rehn hizo tres propuestas: endurecimiento de las sanciones a los países con déficit público excesivo; creación de un mecanismo permanente de resolución de crisis similar al habilitado para Grecia e incremento de la vigilancia presupuestaria de los estados, para atajar divergencias de competitividad en la región.
"Los primeros diez años del euro han sido un éxito, como muestra el hecho de que la moneda haya superado la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Pero la crisis también ha incentivado los retos. Sabemos lo que hay que hacer y tenemos los medios para hacerlo", enfatizó el comisario finlandés de Asuntos Económicos y Monetarios.
Rehn compareció hoy ante la prensa para dar cuenta del primer debate mantenido en la Comisión Europea sobre el asunto y que servirá de base para una nueva discusión entre los ministros europeos de Finanzas en Madrid este fin de semana.
Uno de los puntos que el colegio de comisarios cree que hay que reforzar es el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que obliga a todos los países a mantener el déficit público por debajo del 3% del PIB.
"Necesitamos afianzar el brazo preventivo y el brazo correctivo del pacto. El procedimiento por déficit excesivo continuará, pero hay que agudizarlo", aseguró Rehn, quien abogó por endurecer las sanciones a los países que incumplan de manera reiterada el límite de déficit.
Esta propuesta está en línea con el discurso de Alemania, cuyo gobierno hizo varias declaraciones en este sentido antes de acceder a aprobar la habilitación de un préstamo europeo de 30.000 millones de euros para Grecia, que sólo será activado en caso de necesidad.
El comisario Rehn llegó a plantear la posibilidad de suspender los fondos de cohesión para los países que incumplan el pacto de manera recurrente, aunque este punto "clave" requiere aún "más reflexión antes de hacer una propuesta" concreta.
LOS PRESUPUESTOS NACIONALES, A EXAMEN
Otra posibilidad que enumeró el comisario para coordinar mejor las políticas económicas es la de establecer un 'semestre europeo', cuyo objetivo sería que los estados llevaran sus presupuestos nacionales a Bruselas antes de aprobarlos y no después, como se hace actualmente, para someterse a la evaluación de la Comisión Europea "a posteriori".
Otro de los objetivos de incrementar la vigilancia presupuestaria es el de hacer frente a las divergencias de competitividad y macroeconómicas entre los distintos países, que podrían acarrear "serias consecuencias sobre el crecimiento de la zona, si no se les hace frente".
Para el caso en el que todo lo anterior falle, el comisario propuso la creación de un mecanismo permanente de resolución de crisis que evite tener que improvisar uno, como ha ocurrido con Atenas.
"El instrumento para Grecia sirve para la necesidad inmediata, pero hace falta poner en marcha un mecanismo continuo", dijo Rehn, quien destacó que esta solución sólo sería utilizada en última instancia, incluiría una rigurosa condicionalidad y su uso sería fuertemente desincentivado para evitar que otros países "lleguen tan lejos" como Grecia.
El comisario evitó detallar los incentivos que serían empleados para evitar que los estados acudieran a este mecanismo cada vez que vieran encarecerse su financiación, pero descartó que vaya a haber peticiones masivas en este sentido.
"Cuanto más trabajo con mis amigos griegos y sigo la situación en Grecia, más convencido estoy de que ningún país querría estar en su papel", dijo.
Por último, Rehn explicó que la Comisión Europea al completo apuesta por incrementar la integración económica de la zona euro sin salirse de los límites del Tratado de Lisboa A su juicio, la legislación actual y, en concreto el artículo 136 del tratado, "dan suficiente margen para incrementar la gobernanza" económica.
Por este motivo, Rehn descartó dos sugerencias formuladas por Alemania: un Fondo Monetario Internacional a la europea para responder a crisis como la de Grecia y la posibilidad de introducir una cláusula que permita expulsar a un país de la Eurozona. "Personalmente, tengo reservas de si esta idea está en línea con los principios de los padres fundadores de la Unión Europea", remató Rehn.
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