BRUSELAS (VP/EP). Los ministros de Economía de la Eurozona tratarán de alcanzar hoy un acuerdo para incrementar la dotación del fondo de rescate de 750.000 millones de euros creado en mayo para los países con problemas de deuda y para ampliar su campo de actuación, de manera que pueda comprar deuda y dar líneas de crédito preventivas a los países en dificultades.
El Eurogrupo intentará vencer las reticencias expresadas por Alemania y Francia, que no ven tan urgente adoptar una decisión y son partidarios de esperar hasta el Consejo Europeo de primavera, tal y como ha dicho el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble.
Sin embargo, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha dicho que es necesario un acuerdo como muy tarde en la cumbre de líderes europeos que se celebrará el 4 de febrero. El Ejecutivo comunitario quiere "reforzar la capacidad efectiva de financiación de fondo y ampliar sus actividades", ha dicho Durao Barroso.
Por su parte, el Gobierno español considera que "todo lo que haga más sólido el mecanismo es bueno para la UE y por tanto para España". La delegación española fue una de las que reclamó el pasado diciembre flexibilizar el uso del fondo de rescate para que pueda comprar bonos y dar líneas de crédito preventivas a los países en apuros.
El ministro belga de Economía, Didier Reynders, ha asegurado que los países de la eurozona están discutiendo la posibilidad de duplicar la actual dotación del fondo de rescate, desde 750.000 millones a 1,5 billones de euros. Otras fuentes afirman que la solución final podría ser no poner ninguna cifra para dejar claro que la capacidad de actuación del fondo sería ilimitada. El objetivo es disipar las dudas de los mercados sobre si habrá bastante dinero en caso de que España tenga problemas.
Otra posibilidad consistiría en aumentar la capacidad de financiación del fondo sin subir el tope de 750.000 millones, la alternativa que parece preferir Alemania. En estos momentos, la capacidad real de financiación del tramo intergubernamental del fondo (440.000 millones de euros) es de sólo 250.000 millones, según los cálculos del propio fondo, ya que necesita mantener reservas de capital para no perder su máxima nota crediticia. La solución consistiría en reforzar los avales de los Estados miembros para llegar efectivamente a 750.000 millones, pero sin modificar la cifra.
En cuanto a la ampliación de los usos del fondo, las opciones sobre la mesa son que se pueda destinar a comprar deuda de los países con problemas, tomando el relevo del Banco Central Europeo (BCE); o a dar líneas de crédito preventivas para evitar el estigma de un rescate. En este caso, no se impondría al país beneficiario un duro plan de ajuste como el que se ha aplicado a Irlanda y Grecia, sino que únicamente debería cumplir los objetivos de déficit a los que ya se ha comprometido con la UE.
MENOS INTERESES PARA LOS PAÍSES RESCATADOS
Otra de las cuestiones que discuten los Estados miembros de la eurozona es rebajar el interés que deben pagar los países rescatados por los fondos recibidos. La fórmula para calcular el tipo de interés se aprobó en mayo y ha dado como resultado un 5,2% para Grecia y un 5,8% de media para Irlanda. Si al final se aprueba un recorte, se aplicaría también para estos dos países, según las fuentes consultadas.
Tanto Schäuble como la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, han afirmado en las últimas horas que no se oponen a aumentar el fondo de rescate siempre que sea necesario. Y Berlín y París consideran que, tras el éxito de las emisiones de deuda de España y Portugal esta semana, se ha alejado el riesgo de que los dos países necesiten asistencia. Por ello, creen que incrementar ahora el mecanismo podría volver a generar dudas en los mercados.
Alemania y Francia están indignados con Durao Barroso por haber reclamado públicamente un aumento del fondo y consideran que la proliferación de declaraciones sólo provoca confusión.
"Tiene sentido reforzar el mecanismo actual porque todavía estamos viviendo momentos de inestabilidad en los mercados", dijo Barroso el miércoles. A su juicio, la ampliación del fondo de rescate "daría garantías a los mercados de que la estabilidad de la eurozona no está en cuestión y de que el euro sigue siendo una moneda estable y fuerte".
"Con esto no queremos dar a entender de ninguna manera que lo utilizaremos para el país A o para el país B", resaltó el presidente de la Comisión. "Es una medida de precaución que tiene sentido en la medida en que tenemos una moneda común con diferentes posiciones fiscales y presupuestarios", agregó.
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